Blair retoca el Gobierno con la inclusi¨®n de aliados incondicionales

Tony Blair cambi¨® ayer a cuatro ministros y promovi¨® el ascenso de aliados incondicionales en una reestructuraci¨®n que plantea un dr¨¢stico cambio en el equilibrio de fuerzas dentro del Gobierno laborista brit¨¢nico. El reajuste ministerial, primero desde la arrolladora victoria electoral hace 15 meses, supone lo que analistas pol¨ªticos ven como una cuidadosa maniobra para limitar la influencia y ambiciones del canciller del Exchequer (ministro de Finanzas), Gordon Brown, que mantiene su cargo.

Tal y como estaba previsto, la reforma decidida por el primer ministro, que sigue con una alta cotizaci¨®n en las encuestas y el favor popular, no afect¨® a los principales ministerios. Robin Cook permanece en Asuntos Exteriores; Jack Straw, en Interior, y David Blunkett, en Educaci¨®n.La intenci¨®n de Tony Blair de darle a su Gobierno un mayor sello personal qued¨® ilustrada con el ascenso de dos figuras de su plena confianza: el joven y pol¨¦mico estratega laborista Peter Mandelson, de 44 a?os, se har¨¢ cargo de la cartera clave de Comercio e Industria, mientras que el antiguo titular de Agricultura, Jack Cunningham, de 58 a?os, ha sido inesperadamente promocionado al puesto de ministro de la Oficina del Gabinete, un poderoso empleo que lo convierte autom¨¢ticamente en el "ejecutor" (enforcer) de todas las pol¨ªticas del Gobierno reformista y modernizador.

Mandelson, a quien Gordon Brown supuestamente detesta porque lo ve como el elemento que frustr¨® sus aspiraciones de convertirse en el candidato laborista en las ¨²ltimas elecciones (y, por ende, el hombre que le cort¨® el paso hacia el n¨²mero 10 de Downing Street), desempe?aba hasta ayer el cargo de ministro sin cartera, aunque su poder resultaba incalculable dada su amistad y proximidad con el primer ministro. La promoci¨®n de Mandelson, el responsable de la imagen neolaborista y promotor del multimillonario y controvertido proyecto del Domo del Milenio (un gigantesco centro cultural en Greenwich, a orillas del T¨¢mesis), sugiere claramente un paso decisivo para equilibrar el poder del que Brown disfruta como responsable de las finanzas brit¨¢nicas. Asimismo, permitir¨¢ reforzar la supervisi¨®n constante de Blair en las trincheras mismas del frente econ¨®mico.

La palabra del jefe

La maniobra que permite el ascenso de Jack Cunningham, el granjero, es igualmente significativa para los equilibrios de poder laborista. En su nuevo puesto, Cunningham dispondr¨¢ de amplio espacio para maniobrar dentro del Gabinete, ya que su misi¨®n consiste en cerciorarse de que las palabras e indicaciones de Blair se cumplan al pie de la letra en absolutamente todos los niveles oficiales. La cartera de Agricultura, que nunca ha estado precisamente en el centro del poder brit¨¢nico, ha ido a parar (a modo de consuelo, dicen algunos) a Nick Brown, un estrecho aliado de Gordon Brown.Harriet Harman, titular de Asuntos Sociales, encabez¨® la lista de los ministros despedidos. Es reemplazada por Alistair Darling. Los otros cambios incluyen a Gavin Strang, ministro de Transportes (que ser¨¢ reemplazado por John Reid), y David Clark, ministro de Servicios P¨²blicos. Blair tambien nombr¨® a la baronesa Margaret Jay, hija del ex primer ministro laborista James Callaghan, como nueva l¨ªder de la C¨¢mara de los Lores y ministra para Asuntos Femeninos.