Pinturas de Picasso

Caldes de Montbui guarda para el visitante un lugar de gran inter¨¦s poco conocido: una exposici¨®n fija en el Museo Thermalia con parte de la obra del pintor y escultor Manolo Huguet, y de las obras que Pablo Picasso regal¨® a ¨¦l y a su familia. Hay en las vitrinas picassos dedicados a su amigo Huguet, a Totote, la compa?era de Huguet, y a su hija Rosita, que pos¨® para Picasso muchas veces: "Para Rosita, la m¨¢s bonita del mes de mayo. Par¨ªs, 18-1-53". Algunas de estas dedicatorias en libros y grabados son picantes y est¨¢n llenas de calculada ambig¨¹edad. Jordi Auladell cuenta que la colecci¨®n Mas Manolo la compr¨® en 1976, por un precio irrisorio, la Diputaci¨®n de Barcelona, presidida a la saz¨®n por Juan Antonio Samaranch. Pronto se vio que el conjunto era tanto o m¨¢s importante por los picassos que por los huguets; dibujos, grabados, pinturas y piezas de cer¨¢mica constituyen una muestra completa del arte del genio. "Aqu¨ª no paramos,", dice Auladell. "Siempre hay alguna obra cedida a una exposici¨®n, y eso que no atendemos todas las peticiones". Las cer¨¢micas de Huguet y de Picasso han hecho escuela en Caldes y hoy funciona un taller municipal de modelado. "Huguet fue autodidacto y se dej¨® influir por el estilo de los artistas que frecuent¨®, pero siempre fue muy tierno", dice una de las profesoras. Un torero sentado en una silla que abraza amorosamente a un ni?o, escultura en bronce de reducidas dimensiones y l¨ªneas muy simples, da fe de ello.