Volver a empezar

Han pasado m¨¢s de dos a?os desde que el Ayuntamiento en sesi¨®n plenaria acordara por unanimidad solicitar el indulto para el joven torrevejense Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Madrid, ex toxic¨®mano. A la petici¨®n se sumaron numerosas asociaciones c¨ªvicas de Torrevieja. Jos¨¦ Luis hab¨ªa salido del mundo de la droga en el a?o 1991, cuando apenas ten¨ªa 21 a?os y despu¨¦s de haber probado la hero¨ªna por primera vez a los 14 a?os. Su recuperaci¨®n y su trabajo en la asociaci¨®n Esperanza y Vida de Torrevieja, integrada en el Proyecto Hombre de ayuda a los toxic¨®manos, fue fundamental para que toda una poblaci¨®n se solidarizase con su causa. Ahora, Jos¨¦ Luis, despu¨¦s de haber conseguido el indulto por varias causas pendientes de robo con fuerza en las cosas est¨¢ convencido de que puede empezar a vivir m¨¢s tranquilamente y a hacer planes. Jos¨¦ Luis lleg¨® a Torrevieja cuando apenas contaba dos meses de edad. De su infancia apenas cuenta nada, s¨®lo que la falta de apoyio familiar le condujo a un pozo sin fondo. "Estaba fuera de mi casa y me recogi¨® una familia que regentaba un bar pr¨®ximo a la playa. Ten¨ªan un hijo que se drogaba y a fuerza de ver c¨®mo se pon¨ªa de a gusto yo tambi¨¦n lo intent¨¦". La primera vez que intent¨® meterse un pico no lo consigui¨®. "Me hice una carnicer¨ªa y lo tir¨¦", explica, "pero lo volv¨ª a intentar". Y as¨ª empez¨® un largo y ¨¢rido camino. Entonces su vida y la hero¨ªna eran fieles compa?eras. Conseguir la dosis era el objetivo aunque para ello fuera necesario robar. As¨ª durante una ¨¦poca Jos¨¦ Luis se hizo tristemente famoso en Torrevieja, entonces se le conoc¨ªa por el sobrenombre de El Madriles. "?se era otra persona", se?ala, "mi gente me llama Jos¨¦. El Madriles ha muerto", asegura. Jos¨¦ Luis reconoce que hay pocos que consiguen abandonar las drogas, pero sin embargo afirma con rotundidad que se puede salir. "Lo primero que hay que hacer es arrastrar el hocico por la mierda. Verte muy tirado. Es salir o morir". El llegar a tan lamentable estado fue lo que le movi¨® a buscar una salida. "Me fui por mi propio pie, aunque casi no me pod¨ªa ni levantar". As¨ª, su primer paso para desintoxicarse lo dio acudiendo a un centro de la organizaci¨®n Reto. "Despu¨¦s volv¨ª a Torrevieja y me pas¨¦ a Esperanza y Vida". Su buena predisposici¨®n hizo que a los tres meses le propusieran irse a Valencia a un piso, con chavales en fase de recuperaci¨®n. "Creo que d¨ª buenas vibraciones porque lo demostr¨¦", asegura convencido. Despu¨¦s volvi¨® a Torrevieja a la asociaci¨®n, donde su director, Tom¨¢s Ballester, hab¨ªa conocido ya a Jos¨¦ Luis. Voto de confianza Pero, sin embargo, el paso dado por Jos¨¦ Luis merec¨ªa un voto de confianza. "La confianza me supuso tirar para adelante y luchar m¨¢s". De esta forma inici¨® su trabajo en Esperanza y Vida, ayudando a j¨®venes que, como ¨¦l, se encontraban inmersos en un mundo ya lejano para Jos¨¦ Luis. El Madriles empez¨® a morir para dar paso a Jos¨¦ Luis. Los torrevejenses vieron la evoluci¨®n en poco tiempo. Aquel joven que delinqu¨ªa para conseguir su dosis, de aspecto demacrado y con apenas carne en los huesos era otra persona. Su presencia en los medios de comunicaci¨®n local y sus charlas para prevenir a los ni?os y adolescentes contra las drogas le devolvieron una popularidad que apenas nada ten¨ªa que ver con la que conoci¨® El Madriles. Pero la lentitud de la justicia le reclam¨® pagar su desfavorable popularidad de a?os anteriores. Una sentencia por causas pendientes le hizo ingresar en prisi¨®n. "Fue una prueba de las m¨¢s fuertes". Jos¨¦ Luis ten¨ªa que cumplir tres a?os por varios delitos de robo. "El primer d¨ªa mi compa?ero de litera estaba con dos gramos de hero¨ªna y fumando chinos [cigarros de hero¨ªna]". Una de las pruebas m¨¢s duras fue reecontrarse en el patio de la c¨¢rcel de Fontcalent con algunos viejos compa?eros. "Me tra¨ªa muchos recuerdos pasados y yo ya estaba fuera de lugar". Algunos j¨®venes que Jos¨¦ Luis ha conocido se encontraban con Sida en fase terminal. "Cuando ves las cosas desde el mundo de fuera de las drogas te das cuenta de hacia d¨®nde vas". Pero esta dif¨ªcil prueba consigui¨® superarla. Al mes y medio obtuvo el tercer grado penitenciario y pudo cumplir la condena en r¨¦gimen abierto, mientras que segu¨ªa a la espera de que el Gobierno accediera a la petici¨®n de indulto. El r¨¦gimen abierto permiti¨® a Jos¨¦ Luis continuar con su vida familiar y su trabajo en Esperanza y Vida; un trabajo que se fundamenta en escuchar a los j¨®venes que acuden a la asociaci¨®n y en ayudarles a salir de un mundo tortuoso. "Se puede salir de la droga", afirma. "En 15 d¨ªas uno se recupera f¨ªsicamente. Lo m¨¢s dif¨ªcil es la recuperaci¨®n psicol¨®gica", explica, y algo que subraya como fundamental para no volver a caer: "Si uno tiene claro lo que quiere y unos objetivos marcados, no cae". Jos¨¦ Luis habla de su experiencia como colaborador de Esperanza y Vida y affirma que el consumo de drogas de dise?o contin¨²a, pese a percibirse una cierta estabilizaci¨®n. A¨²n as¨ª, reconoce que este tipo de drogas son el camino para terminar fumando hero¨ªna. De igual modo, explica que los efectos de las drogas de dise?o en los j¨®venes tardan varios a?os en revelarse. "Este polvor¨ªn reventar¨¢ y empezar¨¢n a salir problemas pisqui¨¢tricos", al tiempo que indica que estas sustancias afectan a la cabeza: "Uno tarda m¨¢s en darse cuenta de que tiene un problema". Problema que Jos¨¦ Luis conoce a trav¨¦s de su experiencia en Esperanza y Vida, donde en muchas ocasiones son los padres los que acuden pidiendo ayuda para sus hijos. Por ello, mientras relata su historia, en las oficinas de la asociaci¨®n, a trav¨¦s del tel¨¦fono y de la puerta suenan constantemente voces que reclaman su ayuda y su consejo. Sin embargo, la incertidumbre de tener que volver a la c¨¢rcel por algunos de los delitos cuyo juicio no hab¨ªa salido "era como otra condena". La noticia del indulto ha cambiado la vida de este joven, que se?ala con ¨¦nfasis: "Los verdaderos protagonistas han sido Dulce Catal¨¢n, crimin¨®loga de la asociaci¨®n y mi abogado Antonio Torres. "Sin pedir nada a cambio me han ayudado mucho". "La noticia del indulto me da m¨¢s esguridad sobre la vida y mi futuro", afirma Jos¨¦ Luis, plet¨®rico.