"M¨ªster No"
Durante los ¨²ltimos dos a?os, la presencia de Jos¨¦ Barea al frente de la Oficina Presupuestaria ha sido una fuente de inquietud para el Gobierno. Sus informes, cr¨ªticos en muchos momentos con la gesti¨®n del Ejecutivo, ten¨ªan la extra?a inclinaci¨®n a caer en manos de la oposici¨®n y se han esgrimido en los momentos solemnes como prueba de las incoherencias en la pol¨ªtica presupuestaria del Ministerio de Econom¨ªa, como demostraci¨®n de la existencia de agujeros presupuestarios ocultos y como cr¨ªticas procedentes del mismo coraz¨®n del Ejecutivo contra las pol¨ªticas oficiales en la sanidad o en la televisi¨®n p¨²blica. Con ocasi¨®n del ¨²ltimo debate sobre el estado de la naci¨®n, Barea alcanz¨® el cenit de popularidad y el Gobierno su l¨ªmite de irritaci¨®n cuando un informe sumamente cr¨ªtico con las previsiones oficiales de sostenibilidad del d¨¦ficit fue esgrimido p¨²blicamente por Jos¨¦ Borrell para atacar a Aznar.La destituci¨®n de Barea, ejecutada ayer por el Consejo de Ministros bajo la f¨®rmula habitual de cese a petici¨®n propia por motivos personales, confirma que el sabio profesor era una pieza inc¨®moda, con funciones imprecisas y sin capacidad real para controlar el gasto, que es la tarea para la que est¨¢ especialmente capacitado. Pero tambi¨¦n es una acusaci¨®n contra la incongruencia pol¨ªtica de Aznar, que cre¨® una oficina presupuestaria de cara a la galer¨ªa, como s¨ªmbolo de su preocupaci¨®n por el gasto, y que ha prestado poca o nula atenci¨®n a los informes de su m¨¢ximo responsable.
Barea es el paradigma de un liberal econ¨®mico a ultranza, convencido de los efectos perversos de cualquier tipo de d¨¦ficit -sea cual sea su composici¨®n, su cuant¨ªa y su destino- y partidario de adoptar medidas dr¨¢sticas para evitarlo.
En su etapa de subsecretario de Presupuestos con UCD era conocido como M¨ªster No por la dureza con que rechazaba las peticiones de aumento de gasto. Barea es un experto en el Presupuesto y en las complejas mec¨¢nicas para su elaboraci¨®n. Por ello, los informes que elabor¨® sobre las finanzas p¨²blicas, tambi¨¦n los que fueron filtrados por la oposici¨®n, deben ser considerados como aproximaciones muy serias a la realidad de las cuentas p¨²blicas; no pueden despacharse alegremente, como hizo el Gobierno, por incompletos o faltos de informaci¨®n. El problema del profesor Barea ha sido que, al parecer, no ha asimilado del todo la evidencia de que la integraci¨®n en el euro exige defender p¨²blicamente el presupuesto oficial, aunque sea poco real.
Se est¨¦ de acuerdo o no con su ideolog¨ªa y al margen de que su escaso sentido de la componenda genere situaciones impopulares, lo cierto es que la destituci¨®n de Barea priva a la opini¨®n p¨²blica -y al Gobierno- de una referencia respetable sobre el estado de las finanzas p¨²blicas. De Barea hay que a?adir que siempre que defendi¨® lo p¨²blico -y lo ha hecho a lo largo de su dilatada carrera- lo ha hecho con honestidad y rigor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.