Carratraca, los placeres de la salud
Aguas ben¨¦ficas, arquitectura tradicional y ambiente cari?oso
BALNEARIOS
All¨ª se ba?aron los romanos en la ¨¦poca del emperador Tiberio Claudio Druso Ner¨®n Germ¨¢nico. Tambi¨¦n los ¨¢rabes supieron disfrutar de las virtudes de estas aguas. Pero el paso del tiempo no ha conseguido que los andaluces pierdan esta buena costumbre de sus antepasados: cientos de personas siguen aprovechando cada verano las delicias del balneario de Carratraca, situado en Sierra Blanquilla, al noroeste de la provincia de M¨¢laga. Las aguas de Carratraca saben como si hubiesen salido de la boca de un volc¨¢n en el que hirviesen millones de huevos medio podridos. Es porque contienen azufre, que cura enfermedades de la piel, activa la circulaci¨®n, ayuda a revitalizar las articulaciones reum¨¢ticas y tonifica todo el organismo. Adem¨¢s, huele igual que el infierno. Pero no se deje enga?ar. Este olor resulta muy atractivo cuando flota en el balneario. Un edificio tranquilo, sobrio, con una luz levemente mon¨¢stica y pasillos ajedrezados, habitado por ba?istas pausados, envueltos en albornoces y vapores sulfurosos. El balneario es un lugar de placer, por m¨¢s que sus visitantes intenten convencernos de que toman las aguas por motivos de salud. Aqu¨ª est¨¢ Josefa S¨¢nchez, que no falta a los ba?os desde hace 24 a?os, porque "ten¨ªa dolores en las piernas y esto me hace mucho bien". Josefa tiene 75 a?os y un nieto peque?o que se cur¨® una otitis terrible buceando en la ba?era de su abuela, "un milagro de las aguas de Carratraca". Mari Carmen And¨²jar, m¨¦dico del balneario, sonr¨ªe cuando escucha la palabra milagro, pero habla y no acaba de las propiedades curativas de estas aguas. Ella recibe a los aspirantes a ag¨¹istas, y les receta el tipo de ba?o que mejor les conviene. Lo m¨¢s agradable es nadar. Para eso hay dos piscinas ovales, rodeadas de columnas de m¨¢rmol blanco, y una alberca ¨¢rabe cuadrangular, a¨²n m¨¢s sencilla y luminosa. Se llenan cada d¨ªa de agua fresca, que nace de una poza umbr¨ªa, subterr¨¢nea, a la que uno se asoma pensando topar con el demonio. En realidad lo ¨²nico extra?o que se ve es una espuma de algas blancas, capaces de alimentarse de hidr¨®geno sulfurado, que dan al agua una textura untuosa y suave mientras permanece quieta. Cuando uno se sumerge, la sangre bulle, y la piel se calienta y se enfr¨ªa alternativamente. Es el efecto del azufre, que adem¨¢s relaja los m¨²sculos y calma los nervios. Esa secuela la comparte con el aire del pueblo de Carratraca, sedante y casi dulce, y con los dos hostales, familiares y llenos de encanto, en los que se pueden alojar ahora que el hotel del balneario est¨¢ cerrado.Direcci¨®n Antonio Riob¨® 11. Carratraca (M¨¢laga) Tipos de aguas Sulfurosas Indicaciones Afecciones reum¨¢ticas y circulatorias Precios Tratamiento completo: 15 d¨ªas: 25.000 pesetas
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