Terminaron en tablas

Facilidades no dieron muchas los novillos de Fernando Pe?a, para que los novilleros lucieran con brillantez su t¨¦cnica y arte. Mansearon en exceso y sacaron varios una punta de genio que hac¨ªa complicada la lidia. Pusieron de su parte los diestros voluntad y no malas maneras, y al final la cosa qued¨® en tablas, la partida no terminaron de ganarla del todo ni los novillos ni los espadas en el ruedo iluminado.

Jos¨¦ Montes recibi¨® a su primero con tres largas cambiadas que alborotaron los tendidos, y con lances de distinta factura. Hizo un quite lucido por chicuelinas y dej¨® al novillo en suerte, muy toreramente, frente al caballo, a punta de capote airoso y eficaz. Comenz¨® su faena de muleta con una pedresina y muletazos variados, y despu¨¦s estuvo valiente ante un burel que desarroll¨® sentido y malas embestidas. Sufri¨® una volterereta al instrumentar un molinete y termin¨® su labor de un certero estoconazo. En su segundo, Montes se enfrent¨® a una res que se raj¨® por completo y termin¨® amorcillada y oscura. Lo intent¨® por los dos pitones en diferentes terrenos y sac¨®, como por debajo del albero, alg¨²n natural y el apunte de tal derechazo. La misi¨®n, m¨¢s que imposible, era inveros¨ªmil.

Jos¨¦ Luis Barrero caus¨®, buena impresi¨®n en su presentaci¨®n, maneja bien el capote, tiene buen corte con la muleta y banderillea alegre y decidido, un tanto heterodoxamente, mas f¨¢cil y dispuesto.

El novillero salmantino, n su primero empez¨® su faena de muleta por bajo, unos doblones justos y bien dibujados. Fuera de las rayas del tercio se emple¨® por los dos pitones, en series de trazo desigual, natural y dejando entrever su concepci¨®n cl¨¢sica a la hora de manejar los enga?os. La estocada fue excelente, se dej¨® ver, hundi¨® el estoque por el hoyo de las agujas y sali¨® limpio por el costillar.

En su segundo, noble ejemplar, Barrero volvi¨® a demostrar gusto y buen sentido, pero le falt¨® un punto de reposo y ligaz¨®n a la faena de muleta. Aunque en los lances de saludo con el capote dej¨® su mejor sabor en unas ver¨®nicas ajustadas y de buen remate, as¨ª como en el posterior galleo por chicuelinas.

Macareno, en su primero estuvo valiente y voluntarioso, ante un novillo que, se quedaba corto por los dos pitones; y en su segundo, el genio molesto de la res le plante¨® un problema de ardua resoluci¨®n que no termin¨® de resolver.