Gran noche con el d¨²o Alagna-Gheorghiu
Dos voces de m¨¢xima actualidad, esperadas todav¨ªa en gran parte de Espa?a, han inaugurado los ciclos santanderinos en medio de un ambiente entusiasta e incluso apasionado. El Palacio de Festivales registr¨® una entrada que frisaba el "todo vendido", pues no en vano el tenor Roberto Alagna, franc¨¦s, hijo de sicilianos, y la soprano rumana Angela Gheorghiu poseen fuerza de atracci¨®n muy grande, seguramente ayudada por la publicidad y el disco, pero con base en datos reales. Alagna tuvo que suspender hace dos a?os su actuaci¨®n prevista en Santander y no actuaba en Espa?a desde su presentaci¨®n en el Liceo en 1991.
Triunfadores
Este triunfador matrimonio, en la vida y en el arte, con la colaboraci¨®n de la Orquesta Filarm¨®nica Rumana con sede en Cluj (Transilvania) dirigida por el joven maestro barcelon¨¦s David Gim¨¦nez -sobrino de Jos¨¦ Carreras y va de familiares- protagoniz¨®, durante un par de horas, el mundo de la ¨®pera, esa pasi¨®n que no cesa. Lo hizo con un repertorio belcantista y verista a trav¨¦s de c¨¦lebres arias y d¨²os.Mozart y la obertura de las Bodas de F¨ªgaro abrieron el programa. El a?o de la muerte de Mozart, 1791, nace Meyerber, tan lejano, y la ¨®pera francesa e italiana, enlazadas a veces tan estrechamente como en Puccini, se aprestan a dominar el siglo rom¨¢ntico con su expresi¨®n sentimental, viva y testimonial, de potencia perdurable, bien se trate del lirismo donizettiano, bien de Gounod o Bizet o de la l¨ªnea verista a la que pertenecen Puccini, Catalani y Mascagni.
Para todo ese repertorio, y a¨²n para m¨¢s, son id¨®neos Alagna y la Gheorghiu que si en los d¨²os de Elixir de amor, Carmen, El amigo Fritz y Butterfly, unen e identifican su sensibilidad, su t¨¦cnica y sus sutilezas, en las arias parecen acentuar sus valores individuales. Que el equilibrio entre ambos cantantes es grande lo pudimos comprobar todos pues unas ocasiones nos inclin¨¢bamos por el tenor y en otras por la soprano, dos voces muy bellas, definidamente coloreadas, y dos temperamentos contrastados lo que aumenta el inter¨¦s de la actuaci¨®n conjunta o sucesiva.
El lirismo de Roberto Alagna tiende a la sobriedad, mientras el de Angela Gheorghiu intensifica los acentos afectivos sin que en el aspecto t¨¦cnico aparezca ni en uno ni en otra el menor problema. Sus voces corren con fluidez por la sala para traernos la evidencia de dos talentos flexibles y diferenciadores.
Puestos a se?alar puntos culminantes dentro de una noche de un alto nivel mantenido, me quedar¨ªa con el d¨²o de Carmen y las arias de Romeo y Julieta y La Wally. Mas se trata de meras preferencias ya que el entusiasmo del respetable fue creciendo en la intensidad de su respuesta hasta obligar a una prolongaci¨®n del programa con nuevas interpretaciones a solo y en d¨²o. Especialmente aplaudida fue su interpretaci¨®n de M¨²sica prohibida, de Gasteldone.
Ni siquiera los fragmentos orquestales llegaron a romper el encanto de la noche pues tanto el intermedio de El amigo Fritz como la superpopular Meditaci¨®n de Thais tuvieron versiones de refinada calidad con una excelente actuaci¨®n, en la segunda, del viol¨ªn concertino. David Gim¨¦nez est¨¢ llamado sin duda a muchos triunfos en el campo de la direcci¨®n l¨ªrica. Es minucioso, respira y acent¨²a con propiedad.
El festival comenz¨® bajo el mejor signo; los santanderinos y gran n¨²mero de visitantes han aplaudido con entusiasmo a dos grandes artistas largamente reconocidos. Tras esta visita en concierto, es de desear volver a tenerlos en "representaci¨®n con todo". S¨®lo as¨ª se vive plenamente la ¨®pera, su magia y su pasi¨®n.
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