Javier Romero defiende la impronta del dise?ador frente a las tecnolog¨ªas
El dise?ador no debe sucumbir a las nuevas tecnolog¨ªas porque han llegado a devaluar el dise?o. Tampoco puede obviarlas, ser¨ªa darle la espalda al futuro. "Son herramientas; pero el dise?o tiene que ver con el arte y nunca deben sustituir a la creatividad", dijo ayer el dise?ador gr¨¢fico Javier Romero (Madrid, 1955), que conquist¨® EE UU hace diez a?os. Entre sus clientes figuran Coca-Cola, NBA, Sony, The New York Times y EL PA?S. Acaba crear la iconograf¨ªa de parques infantiles para zonas conflictivas de Nueva York.
Cuando las nuevas tecnolog¨ªas se introdujeron hace una d¨¦cada en el dise?o vinieron acompa?adas de algunos excesos que a¨²n persisten, cont¨® ayer Romero a los alumnos del curso 25 a?os de dise?o gr¨¢fico en Espa?a, que se celebra esta semana en El Escorial. "El cliente a veces ve m¨¢s a la m¨¢quina que a nosotros y donde t¨² hab¨ªas puesto color verde te piden que pruebes con el ordenador a colorearlo de rojo; es una aut¨¦ntica intromisi¨®n". Tambi¨¦n se pens¨® que con un programa inform¨¢tico ya se pod¨ªa dise?ar un logotipo y muchos dise?adores no sobrevivieron. "Ahora nos estamos recuperando de ese proceso y para hacer algo con creatividad, que es lo m¨¢s importante, tiene que prevalecer la sensibilidad del autor".Para este profesional -que empez¨® enviando 200 tarjetas con sus dise?os a grandes compa?¨ªas americanas y a la semana recibi¨® respuesta del semanario Time y de los almacenes Bloomingdale"s- Internet tiene su encanto. Por primera vez provoca informaci¨®n de ida y vuelta; el dise?o que antes perduraba un tiempo ahora tiene una r¨¦plica inmediata. ?l lo utiliza para conocer por d¨®nde van los deseos del consumidor y sacar perfiles. Tambi¨¦n para enviar por correo electr¨®nico las fases del proyecto a un cliente que se encuentra en otra parte del mundo. Y de todos sus proyectos confecciona una p¨¢gina web. "Pero de todo esto hay que hacer un balance. El objetivo es la comunicaci¨®n directa. El cliente lo que quiere es sentarse contigo y que le cuentes lo que est¨¢s haciendo con su producto. Este factor personal hay que mantenerlo, si te olvidas pierdes al cliente".
Dinero y creaci¨®n
El dise?ador, que se fue a Nueva York con una beca, recomend¨® a los futuros profesionales que se olviden de hacerse ricos a costa del dise?o. "Hay que centrarse a nivel personal y art¨ªstico, se puede ganar mucho dinero y ser muy mal dise?ador". Ahora trabaja en la imagen corporativa de la compa?¨ªa de radio, TV y prensa de The New York Times y en las etiquetas de un vino de la Ribera del Duero.Romero apel¨® al papel cr¨ªtico de esa profesi¨®n por la que ¨¦l abandon¨® Derecho. Creador dela imagen de Coca-Cola en los mundiales de f¨²tbol de EE UU, compar¨® el papel del dise?ador frente a un encargo de una multinacional o de un empresario independicnte. En el primer caso llega a perder el control del trabajo y el objetivo se dispersa. "Se juegan tanto dinero que tu trabajo tiene que pasar por el control de todos los ejecutivos de la firma".
Como contrapunto relat¨® c¨®mo est¨¢ "ayudando" -con honorarios m¨ªnimos- a un cliente norteamericano al borde de la ruina. Invirti¨® todos sus ahorros de cinco a?os en productos cosm¨¦ticos para viajeros. Y no vendi¨® uno. Sus envases no se diferenciaban de los que usa Gillette. Entonces Romero recurri¨® a la pedagog¨ªa, a la que tambi¨¦n apela para educar al consumidor. Y le oblig¨® a pensar en qu¨¦ se distingu¨ªa del resto de la cosm¨¦tica. Ahora trabajan en un objeto m¨ªnimo del cual sale una maquinilla de afeitar. "Puedes tener un producto fant¨¢stico pero si no comunicas su cualidad no vendes".
El gusto del consumidor se ha sofisticado, opina Romero. Y el futuro de su disciplina pasa por responder de manera individual a un mercado globalizado. "Todos los d¨ªas vemos uniones de empresas y no podemos seguir pensando en c¨®mo era el mundo hace dos a?os". Y vaticina que convivir¨¢ la depuraci¨®n de l¨ªneas con las texturas m¨¢s barrocas.
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