El Gobierno culpa a Gonz¨¢lez de enturbiar la reforma judicial y los indultos del "caso Marey"

En el Gobierno aseguran que, una vez producido el fallo del caso Marey, su intenci¨®n es normalizar relaciones con el PSOE, fundamentalmente en temas de justicia -entre los que incluyen el posible indulto a Jos¨¦ Barrinuevo y Rafael Vera-, pero se quejan de que hay un obst¨¢culo con nombre propio: Felipe Gonz¨¢lez. Fuentes de La Moncloa pr¨®ximas a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar argumentan que los comportamientos, las apariciones y "la polvareda" levantada por el ex presidente del Gobierno con su decisi¨®n de sumarse como letrado al recurso de amparo de Barrionuevo y Vera ante el Tribunal Constitucional enturbia la reanudaci¨®n formal de esos contactos entre el Partido Popular y los socialistas sobre temas de justicia.

Desde el punto de vista del Gobierno, la agria situaci¨®n actual -que Jordi Pujol, el socio parlamentario b¨¢sico del PP, ve con temor al borde de la fractura pol¨ªtica y social- no es m¨¢s que un "par¨¦ntesis" a punto de cerrarse. Fuentes gubernamentales cercanas al presidente apuntan incluso que ese "par¨¦ntesis" podr¨ªa estar ya cerrado si por parte socialista dependiese ¨²nicamente de la voluntad de su secretario general, Joaqu¨ªn Almunia, e incluso del candidato a la presidencia del Gobierno, Jos¨¦ Borrell.En el Gobierno entienden que hay que normalizar el di¨¢logo con el PSOE para abordar cuanto antes varios asuntos de Estado. Destacan la reforma de la justicia y la renovaci¨®n de cuatro vocales del Constitucional, pendiente desde febrero. Estas fuentes aseguran no estar haciendo nada para que se liguen esas cuestiones a la actualidad palpitante provocada tras la sentencia del caso Marey, aunque algunos destacados dirigentes del PP y del Ejecutivo han promovido en los ¨²ltimos d¨ªas precisamente el debate contrario.

Al margen del Constitucional

Juan Jos¨¦ Laborda, el portavoz socialista en el Senado, c¨¢mara que deber¨¢ aprobar en su d¨ªa esa renovaci¨®n del Constitucional, arremeti¨® ayer contra el presidente de esa instituci¨®n, Juan Ignacio Barrero (PP), quien se ha quejado de que la renovaci¨®n del alto tribunal est¨¢ atascada por cuestiones judiciales pendientes de resolver que afectan a los socialistas: "Estar¨ªa mucho m¨¢s guapo calladito, sin hablar de cosas que no sabe". Laborda insinu¨® que son el Gobierno y el PP los que bloquean esa renovaci¨®n de vocales del Constitucional, que seg¨²n ¨¦l estaban casi listas a finales de julio, porque han "prometido tantos puestos a tantos amigos que ahora no saben por d¨®nde salir".Aunque no lo aceptan p¨²blicamente, fuentes del Gobierno s¨ª han lamentado la actitud de Gonz¨¢lez tras la sentencia del caso Marey, aunque siempre sin citar expresamente al expresidente. Sostienen que no es el mejor pre¨¢mbulo para abordar en su d¨ªa el estudio en condiciones normales, por parte del Consejo de Ministros, de los posibles indultos de Barrionuevo y Vera.

Fuentes pr¨®ximas a Aznar en La Moncloa destacan su deseo de ayudar al PSOE a superar este momento y tambi¨¦n valoran la buena percepci¨®n que creen percibir tanto del secretario general de ese partido, Joaqu¨ªn Almunia, como del entorno del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Jos¨¦ Borrell. El equipo del presidente ha concluido, tras lo sucedido en los ¨²ltimos d¨ªas al conocerse la sentencia condenatoria del caso Marey, que la mayor¨ªa de las reacciones "en caliente" de los afectados pueden catalogarse casi como "normales" ante un varapalo tan importante. En ese apartado incluyen el comunicado oficial del partido, las manifestaciones de Almunia, de Borrell, las del propio Barrionuevo y las de su esposa. En el Gobierno, obviamente, tambi¨¦n incluyen en esto las r¨¦plicas de la mayor¨ªa de los miembros del Ejecutivo y del Partido Popular. Pero no las de Felipe Gonz¨¢lez. No comparten ni el tono de sus respuestas ni observan qu¨¦ puede aportar en positivo para el objetivo de descrispar la vida pol¨ªtica y facilitar una consideraci¨®n en buenas condiciones, y cuando proceda, del indulto a los condenados. La estrategia, as¨ª, ser¨ªa distanciar a Gonz¨¢lez de los otros dos m¨¢ximos dirigentes del PSOE.

El Gobierno, seg¨²n esas fuentes, se mantendr¨¢ al margen del asunto de los indultos de Barrionuevo y Vera hasta que ese proceso llegue, en tiempo y forma, hasta su mesa de debate. Es decir, el Ejecutivo no quiere saber nada ahora ni de qui¨¦n solicita esa medida de gracia, ni de qui¨¦n firma el recurso de amparo de la sentencia del Tribunal Supremo ante el Constitucional, ni de c¨®mo se discuten esos recursos o cu¨¢ndo se resuelven, ni de en qu¨¦ c¨¢rcel ingresan los condenados ni c¨®mo tramitan ante el Ministerio de Justicia sus indultos. Ser¨¢ a partir de ese punto cuando el Gobierno, como convinieron Aznar y Jordi Pujol en su ¨²ltima entrevista, demostrar¨¢ que s¨ª "tiene altura de miras".

En el Ejecutivo y en las m¨¢s altas instancias del PP aluden a la "sant¨ªsima trinidad" cuando se refieren al problema de los diversos interlocutores y talantes en el PSOE. El Ejecutivo sabe, porque desde el principal partido de la oposici¨®n se ha transmitido esa instrucci¨®n repetidas veces, que el interlocutor de Aznar es Almunia. En el ¨²ltimo mes personas del entorno de ambos han intentado allanar el camino varias veces para un encuentro personal, pero ¨¦ste no ha sido posible.

En el PP mencionan como un escollo el triunvirato socialista para resaltar que Borrell no acaba de hacerse su sitio en la estructura de mando y que la influencia de Gonz¨¢lez no desaparece.