La manipulaci¨®n gen¨¦tica, un temor m¨¢s all¨¢ del dopaje
En fechas como las que corren, con toda la pol¨¦mica sobre el dopaje de ingesti¨®n, conviene recordar que ya en el pasado ha habido otros tipos de dopaje o manipulaci¨®n rayanos en lo aberrante. La RDA hizo una selecci¨®n infantil estilo Esparta y lleg¨® a embarazar a sus atletas oblig¨¢ndolas despu¨¦s a abortar porque en el proceso biol¨®gico intermedio se mejoraban las marcas. El temor en el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional desde hace ya a?os es que la manipulaci¨®n gen¨¦tica haya entrado ya en el deporte. Las ovejas Dolly velocistas, con fibras musculares de respuesta r¨¢pida, o fondistas, con fibras lentas, para conseguir Gebreselassies blancos, est¨¢ en el aire. "Los trabajos iniciados hace a?os por algunos pa¨ªses han podido perfectamente dar ya sus frutos", coment¨® una fuente m¨¦dica del COI.El camino es libre, porque vale todo. El boxeo estar¨ªa ya prohibido si hubiera un muerto en cada combate. Pero s¨®lo mueren neuronas, aunque la barbarie sea la misma a largo plazo. Su salvaci¨®n es que s¨®lo se eleva a categor¨ªa cuando peri¨®dicamente hay una tragedia. Y se supera, hasta la siguiente.
Hipocres¨ªa
En halterofilia, caso ins¨®lito en un deporte, se llegaron a suprimir todos los r¨¦cords de una etapa negra, porque no se pod¨ªan admitir sucios. En nataci¨®n, en cambio, con la hipocres¨ªa habitual, se ha pasado p¨¢gina a toda la razzia de la RDA, que se ha demostrado igualmente falsa. El progreso ha borrado sus nombres, pero los sospechosos pueden ser perfectamente sus sucesores. He ah¨ª el ejemplo de la irlandesa Michelle Smith, sancionada con cuatro a?os por manipular un control. De la nada hab¨ªa pasado a ganar cuatro medallas ol¨ªmpicas en Atlanta tras casarse con el disc¨®bolo De Bruin, un especialista del tema. Ha ca¨ªdo como el atleta Ben Johnson, pero no como Florence Griffith, que tambi¨¦n en Se¨²l logr¨® r¨¦cords de otro planeta en la velocidad. No se se le detect¨® nada, pero se retir¨® inmediatamente. Todo el deporte de alta competici¨®n est¨¢ bajo sospecha. Inclu¨ªdos el f¨²tbol o el tenis, por no decir las grandes ligas profesionales norteamericanas, que ni limpian sus patios. Las haza?as tienen su precio.El minero hist¨®ricamente ha bajado a la mina no s¨®lo con el riesgo del gris¨² y los derrabes, sino sabiendo que en unos pocos a?os tendr¨ªa silicosis y una calidad de vida muy deteriorada. Pero le compensaba porque ganaba mucho m¨¢s que en otras profesiones. Como dec¨ªa Javier Maule¨®n a su regreso del Tour, no se pueden hacer 30.000 kil¨®metros al a?o s¨®lo con spaghetti. Ni tortilla de patata. El problema es d¨®nde termina la ayuda. Y la factura que puede pasar. Pero compensa.
El ¨²ltimo horror es que el dopaje empieza desde abajo. Se han descubierto casos infantiles y de aficionados, como cicloturistas, con el peligro que supone de mucho mayor descontrol m¨¦dico.
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