El barbero de Sevilla

El cartel de la primera de feria de Bego?a anunciaba una grandiosa corrida goyesca, con las tres figuras del momento. Momento pesado y eterno, con seis soberbios toros para celebrar por todo lo alto la remodelaci¨®n del coso del Bibio. ?Qu¨¦ gran mentira! Los toros de Salvador Domecq no s¨®lo resultaban absolutamente intolerables de presencia, afeitados de forma escandalosa, sino que adem¨¢s la corrida estuvo rematada por dos espec¨ªmenes de extra?a procedencia, francamente dif¨ªciles de definir. El del Puerto de San Lorenzo parec¨ªa un b¨²falo del norte mal dibujado y el de Romao de Moura un mulo escurrido. Dicen en los mentideros que las tres figuras hab¨ªan exigido ese remiendo neg¨¢ndose a torear los dos rechazados. ?Qu¨¦ locura!Todos los toros, el del remiendo y sobrero incluidos, todos, absolutamente todos tomaron un puyazo y gracias. Esos toros que nunca debieron salir de sus ganader¨ªas son esos que se suponen van a dar triunfos porque humillan, porque desarrollan cierta nobleza que no es tal. Desmereciendo la belleza y cualidades que imaginamos del toro bravo. Ojal¨¢ quien se los coma disfrute m¨¢s.

La tarde, con tal ganado, fue tensando de tal forma los nervios que el p¨²blico, con ganas de fiesta y jarana, se peleaba entre s¨ª. Menos mal que al final lleg¨® Ponce y les dio un argumento para pedir orejas y aplaudir hasta la saciedad con su habitual repertorio, muy separadito y cuidadoso. Dos muletazos por el pit¨®n izquierdo supieron a gloria despu¨¦s de tanto toreo f¨¢cil, t¨¦cnico o como quieran llamarlo. Joselito no estuvo ap¨¢tico, quiz¨¢ hasta voluntarioso. La virgen de Covadonga hace milagros. Recib¨ªa su primero con el capote de tal manera, que encendi¨® las esperanzas del personal. Muletazos con la derecha, teni¨¦ndole que ganar constantemente el terreno a base de carreritas, cuidando a un torito m¨¢s mermado a¨²n tras su ¨²nico puyazo. Y muletazos con la izquierda que no parec¨ªan naturales. En su segundo, menos de lo mismo pero una buena estocada.

Rivera se las tuvo que ver con el del Puerto de San Lorenzo, y como se estaba "esforzando" tuvo que encararse con un p¨²blico que no le comprend¨ªa, intentando un toreo de poder ante la nada. Lo mejor de la tarde, dos pares de banderillas de Mariano de la Vi?a y de Tejero, y la alegr¨ªa de ver por fin el Bibio magn¨ªficamente remodelado. Ojal¨¢ el esfuerzo del ayuntamiento no acabe con una feria de la que se dice se consolida cada a?o m¨¢s por sufrir las consecuencias de exigencias, intereses y la falta de valent¨ªa y cordura.