Desesperados sin papeles
Un buque mercante recogi¨® ayer a una veintena de inmigrantes ilegales en peligro de naufragar cuando, procedentes del norte de ?frica, intentaban ganar la costa espa?ola. Otros muchos han tenido menos suerte, y no pasa semana, sobre todo en verano, sin que lleguen noticias de nuevos naufragios y desapariciones. Aunque no existen cifras fiables, algunas fuentes estiman en no menos de un millar el n¨²mero de v¨ªctimas en los ¨²ltimos cinco a?os. Tiende a considerarse una tragedia inevitable. Lo inevitable es el flujo migratorio entre un continente dominado por las epidemias, la sequ¨ªa y las guerras y la pr¨®spera Europa. Pero no lo es que ese flujo haya de producirse en las condiciones inhumanas que hoy se conocen: con la intervenci¨®n de mafias criminales y sin las m¨ªnimas condiciones de seguridad. No est¨¢ en manos del Gobierno espa?ol resolver "con voluntad pol¨ªtica", como dicen algunas personas llenas de buenas intenciones, los graves problemas de subdesarrollo de ?frica. Pero s¨ª est¨¢ obligado a acordar con Marruecos las medidas tendentes a combatir m¨¢s eficazmente ese tr¨¢fico ilegal y a hacer todo lo posible para garantizar un trato humanitario a esas personas, reformando cuando sea preciso la legislaci¨®n vigente al respecto.
El pasado jueves, el ministro del Interior se entrevist¨® con su hom¨®logo marroqu¨ª. Es de suponer que Mayor Oreja exigiera a su colega mayor eficacia en el control de esas mafias y en la vigilancia de sus costas. Abundan los testimonios que prueban que tal control es muy superficial, pero no deber¨ªan desecharse las acusaciones marroqu¨ªes sobre espa?oles que tambi¨¦n se benefician de ese tr¨¢fico ilegal: desde los constructores de pateras de Ceuta hasta supuestos patrones de pesqueros conchabados con los traficantes.
La supresi¨®n de las fronteras interiores entre los principales pa¨ªses de la Uni¨®n Europea tiene como contrapartida una mayor exigencia de control del per¨ªmetro exterior. Espa?a, como pa¨ªs fronterizo de la Uni¨®n, es responsable de evitar la entrada de inmigrantes ilegales. Pretender que dimita de tal responsabilidad es poco realista. Los pa¨ªses, incluido Espa?a, deben recibir y legalizar a los inmigrantes que sean capaces de integrar; pero eso no implica tratar como a delincuentes a los trabajadores ilegales -unos 100.000, seg¨²n fuentes del Gobierno- instalados de hecho en Espa?a. De ellos, algo m¨¢s de la cuarta parte, 28.000, podr¨¢n legalizar su situaci¨®n este a?o, obteniendo el permiso de trabajo, de acuerdo con el cupo establecido por el Gobierno. Las asociaciones de inmigrantes han denunciado que el c¨ªrculo vicioso de la no concesi¨®n del permiso de residencia sin un contrato de trabajo es utilizado por algunos empleadores para imponer condiciones laborales abusivas. El portavoz del Gobierno, Josep Piqu¨¦, acaba de mostrarse favorable a una actualizaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa, que es de 1985, y de hecho ya existe una propuesta de CiU en tal sentido.
En contra de lo que sostiene cierta opini¨®n mal informada, esos trabajadores no disputan empleos a los nacionales, sino que ocupan aquellos que los espa?oles no aceptan. Pese a ello, no faltan episodios de racismo como el brutal apaleamiento, esta misma semana, de un ciudadano africano en la localidad barcelonesa de Sant Feliu de Codines. En el extremo opuesto cabe rese?ar la manifestaci¨®n convocada ma?ana en la localidad murciana de Totana en protesta por la amenaza de expulsi¨®n contra una parte de los cerca de quinientos trabajadores ecuatorianos instalados en la localidad, por carecer de los papeles correspondientes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Inmigrantes magreb¨ªes
- Pateras Estrecho Gibraltar
- Permisos trabajo
- Opini¨®n
- Permisos residencia
- Redes ilegales
- Polizones
- Tr¨¢fico inmigrantes
- Ley extranjer¨ªa
- Pateras
- Reforma legislativa
- Estrecho Gibraltar
- Aguas territoriales
- Inmigraci¨®n irregular
- Legislaci¨®n espa?ola
- Inmigrantes
- Fronteras
- Pol¨ªtica migratoria
- Costas
- Tr¨¢fico personas
- Inmigraci¨®n
- Delincuencia
- Migrantes
- Trata de seres humanos