"Pobrecitos, tan j¨®venes, tan interesados en conocernos"
S¨®lo un pu?ado de funcionarios brit¨¢nicos e irlandeses y diplom¨¢ticos de Madrid han podido visitar a los doce heridos espa?oles que se recuperan en cuatro hospitales del Ulster. Las instrucciones de los guardias apostados a las puertas son precisas: S¨®lo entran m¨¦dicos, familiares y alguna que otra personalidad pol¨ªtica. "No podemos sino cumplir ¨®rdenes", se disculp¨® el centinela que monta guardia a la entrada del County Tyrone Hospital, no lejos del lugar del atentado del s¨¢bado, donde convalecen tres estudiantes espa?oles. Es dif¨ªcil construirse una idea de su situaci¨®n dentro de esas instituciones, en donde a¨²n hab¨ªa ayer moquetas manchadas de sangre.
"Es una pena lo que les ha sucedido a los espa?oles, no ten¨ªan nada que ver con nuestros problemas", comentaba una anciana que se refugi¨® de la llovizna dentro de una tienda llamada Magic Moment, a menos de 150 metros del lugar donde estall¨® el coche bomba. "Tan j¨®venes, tan interesados en conocernos. Pobrecitos", agreg¨® la se?ora. "Vinieron de visita y mire lo que les ha pasado".
En Omagh se repiten los testimonios con aterradora sordidez. En uno de los negocios que qued¨® devastado por la explosi¨®n, un cuarent¨®n entristecido hablaba de "el sonido que produce un trueno despiadado". A pocos pasos, cerca del puente sobre el Dublin Road, un granjero que contemplaba a los investigadores y que dijo haber estado en un caf¨¦ cercano a la hora de la explosi¨®n comparaba su experiencia de ayer con "el terror de un furioso hurac¨¢n". La bomba, dec¨ªa una mujer que se salv¨® de milagro porque se hab¨ªa atrasado a una cita en la misma esquina de la explosi¨®n, "son¨® como si el cielo de pronto se hubiera rajado". El fogonazo fue "como un rel¨¢mpago anaranjado" y los primeros minutos despu¨¦s de la explosi¨®n "una cacofon¨ªa de gritos, ¨®rdenes y, m¨¢s tarde, sirenas". "Al principio no sab¨ªamos lo que hab¨ªa ocurrido. Cuando mi marido y yo nos vimos atropellados por gente ensangrentada que quer¨ªa huir del lugar nos dimos cuenta de que algo terrible, maligno e infernal hab¨ªa ca¨ªdo sobre nuestro pueblo. Despu¨¦s nos dimos cuenta de lo que fue. Pero hasta ahora no sabemos por qu¨¦".
Campa?a contundente
Si las intenciones oficiales y las expectativas populares se materializan, el Gobierno de Dubl¨ªn podr¨ªa embarcarse en las pr¨®ximas horas en la m¨¢s contundente campa?a contra el IRA Aut¨¦ntico y otras organizaciones extremistas que operan al sur de la frontera con el Ulster. Fuentes pol¨ªticas aseguran que la declaraci¨®n del primer ministro Bertie Ahern, de que el Gobierno irland¨¦s va a poner tajante fin a las actividades de los extremistas republicanos, va esta vez muy en serio. El IRA-A y sus secuaces podr¨ªan comenzar a contar los d¨ªas que les quedan en territorio bajo control de Dubl¨ªn.
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