Canal paga las condiciones adversas

"Estoy fatigado", dec¨ªa David Canal por la ma?ana, horas antes de la final de 400 metros, una carrera matadora que requiere de una finura f¨ªsica extrema. Canal confirm¨® su pesimismo con el s¨¦ptimo puesto en la final y con registro discreto (45.93 segundos). Pero el lugar y la marca dicen poco. Lo importante se entrevi¨® en la primera ronda y en la semifinal, donde apunt¨® sus excelentes condiciones. Result¨® l¨®gico el puesto del espa?ol, que se encontr¨® con todas las circunstancias en contra: un desgaste enorme, su ubicaci¨®n en la primera calle -la m¨¢s inconveniente para los cuatrocentistas-, su juventud -con 19 a?os era el m¨¢s inexperto entre los finalistas- y su escaso volumen de entrenamiento. No hab¨ªa manera de competir frente a atletas como el gal¨¦s Iwan Thomas, el ¨²nico que baj¨® de 45 segundos en una carrera que confirm¨® la ascensi¨®n de los polacos ( segundo, cuarto y quinto puestos). David Canal se ha encontrado por primera vez con la exigencia de una competici¨®n important¨ªsima y con el descubrimiento de su gran potencial. A su alrededor es com¨²n hablar de sus cualidades, pero el propio Canal parece ajeno a los comentarios que escucha. Es un muchacho ingenuo que corre por el placer de correr, como el d¨ªa que hizo su primera prueba como atleta. Ten¨ªa 15 a?os y acompa?aba a un amigo que iba hacerse una prueba. Corri¨® su amigo y a Canal le divirti¨® la idea de medir su velocidad. Pidi¨® unas zapatillas prestadas y recorri¨® 300 metros. El entrenador Juan Mart¨ªnez Escudero se qued¨® de piedra. Hab¨ªa corrido la distancia en 40 segundos. Desde entonces le dirige con cierta flexibilidad, sin grandes exigencias, dispuesto a darle tiempo para crecer. Por ahora, los resultados son inequ¨ªvocos: David Canal se ha convertido en una de las grandes esperanzas de nuestro atletismo. Aunque ¨¦l no lo sepa.