El disco no ha muerto
A diferencia del heavy metal, otro g¨¦nero de m¨²sica popular recientemente ca¨ªdo en desgracia, el disco lleg¨® a suscitar un odio activo m¨¢s que una mera postura defensiva. La voracidad de la prensa especializada y el escarnio p¨²blico al que fue sometida la m¨²sica de discoteca hace pensar que la gente se dio cuenta pronto y se asust¨® de lo f¨¢cilmente que se pegaban sus ritmos facilones y sus mensajes de vergonzante superficialidad. Pero, si eso fue as¨ª, ?por qu¨¦, hoy d¨ªa, la banda sonora de Fiebre del s¨¢bado noche vuelve a estar en los mostradores destacados de las tiendas de discos, junto a otras recopilaciones de baile? ?Por qu¨¦ este a?o se han mantenido durante meses en las listas de ¨¦xitos las nuevas canciones sampleadas de cl¨¢sicos de discoteca como Gettin" Jiggy wit it, de Will Smith (sacada de He's the greatest dancer), o I'm coming, de Puff Daddy, basada en el tema del mismo t¨ªtulo de Diana Ross?A estos ¨¦xitos se suman ahora las bandas sonoras de The Last Days of Disco y de 54 (en dos vol¨²menes), que son recopilaciones de la ¨¦poca. Fiebre del s¨¢bado noche acaba de celebrar su 20? aniversario con fiestas y concursos de disfraces de Tony Manero en varios locales de Nueva York. Y en esa ciudad, la emisora de radio KTU, que naci¨® durante los a?os del disco, sigue siendo ahora una de las m¨¢s populares con su programaci¨®n ininterrumpida de m¨²sica dance cl¨¢sica y contempor¨¢nea.
Mestizaje y circuito "gay"
La m¨²sica disco, al menos en su versi¨®n americana, naci¨® de la confluencia de tres culturas aparentemente inconexas: el eurotrash, o basura europea de veraneantes alemanes en Espa?a, movimiento liderado por la m¨²sica de baile de Donna Summer y su productor Giorgio Moroder (que hoy d¨ªa siguen acumulando premios); el mestizaje negro y latino de Nueva York, y el emergente circuito gay de esa ciudad. En 1978, se calcula que las ventas de ese g¨¦nero musical llegaron a 8.000 millones de d¨®lares.Tras el lavado de cara que le dieron Madonna y los brit¨¢nicos Pet Shop Boys en los a?os ochenta, la m¨²sica disco sobrevivi¨® en cierta manera y ahora se le llama "m¨²sica dance". Las palmadas electr¨®nicas, los vientos exuberantes y el bajo cardiaco se han adaptado al paso de los tiempos, pero ese ritmo de baile sigue siendo el ingrediente fundamental de la intrincad¨ªsima cultura nocturna de todas las grandes capitales del mundo. Boney M o Patrick Hern¨¢ndez no pasaron la criba a largo plazo. Pero s¨ª lo hicieron grupos como Chic o KC and the Sunshine Band, cuyos temas cl¨¢sicos todav¨ªa pueden llenar la pista de cualquier discoteca al sonido de sus primeros acordes. Y esto es, en el fondo, lo ¨²nico que importa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.