Un cardenal en apuros
El jueves, en una de sus intervenciones pastorales en preparaci¨®n del Jubileo del A?o 2000, el cardenal de N¨¢poles Michele Giordano invoc¨® la importancia del perd¨®n y de la penitencia en la vida de todo cristiano. Palabras nada excepcionales en los labios de un miembro del clero que en esta ocasi¨®n provocaron, seguramente, miradas de inteligencia entre los feligreses. ?Incluir¨ªa el arzobispo entre los beneficiarios del perd¨®n a los fiscales de la peque?a localidad de Lagonegro, en el profundo sur de Italia? ?Pensar¨ªa en esos jueces que el s¨¢bado 22 de agosto se presentaron en el palacio arzobispal del Largo Donnaregina con una notificaci¨®n onerosa para Su Eminencia, que le implicaba en la investigaci¨®n de una red de usura? ?Tendr¨ªa en cuenta a la treintena de polic¨ªas de la Guardia de Finanza que entraron ese d¨ªa dispuestos a poner patas arriba la sede de la di¨®cesis en busca de papeles comprometedores sobre los asuntos econ¨®micos del cardenal?La irrupci¨®n de jueces y polic¨ªas en el edificio de la Curia napolitana hab¨ªa representado un duro golpe para el cardenal, a punto de cumplir los 68 a?os y en la cima de su carrera eclesi¨¢stica. Giordano, hijo de un alba?il de Basilicata, en cierto modo el sur del sur de Italia, no habr¨ªa imaginado, seguramente, ni en sus peores pesadillas tras la detenci¨®n el jueves 20 de agosto de su hermano menor, Mario Lucio, que la justicia italiana pudiera tratarle como a un ciudadano de a pie, violando sus derechos de pr¨ªncipe de la Iglesia cat¨®lica, due?o de un pasaporte diplom¨¢tico y alojado en un palacio con derechos de extraterritorialidad en relaci¨®n con el Estado italiano.
No dejaba de ser un hecho sin precedentes en la historia de las relaciones Iglesia-Estado en Italia que ha dividido a los especialistas de Derecho Internacional sobre la legalidad o ilegalidad de la acci¨®n. La principal dificultad, dicen, de interpretar lo que los Pactos Lateranenses de 1929 y el Concordato de 1984 se?alan al respecto, reside en parte en la falta de antecedentes.
Nota de protesta
El Vaticano llam¨® el jueves al embajador italiano ante la Santa Sede, Alberto Leoncini, para entregarle una nota de protesta oficial en la que se establecen los puntos concretos en los que podr¨ªa haberse violado el Concordato, mientras juristas vaticanos estudian en estos momentos minuciosamente la letra menor de los acuerdos.Por su parte, el cardenal, recordando al empresario y l¨ªder de la oposici¨®n pol¨ªtica italiana, Silvio Berlusconi, denunciaba poco menos que un compl¨® de los jueces contra su persona, echando le?a al fuego de la interminable pol¨¦mica que se desarrolla en Italia sobre la Justicia. Giordano no ha tenido tampoco pelos en la lengua a la hora de denunciar las filtraciones de la investigaci¨®n a la prensa. Antes de que el fiscal le notificara que era objeto de una delicada investigaci¨®n judicial, la noticia hab¨ªa sido publicada por el diario romano La Repubblica en primera p¨¢gina. La historia se resum¨ªa en unas pocas palabras: El cardenal Giordano, padre espiritual de los oprimidos, sost¨¦n de las v¨ªctimas de la Camorra, protector de los parados, martillo de los usureros que hacen estragos en estas tierras del sur de Italia, estaba presuntamente implicado en una red de prestamistas abusivos.
Algunos hilos de la red de usura que operaba en Sant'Arcangelo, pueblo natal del cardenal de N¨¢poles, llegaban hasta el mism¨ªsimo palacio arzobispal. Dos empresarios del pueblo, Leonardo Tatalo y Antonio Stipo, se hab¨ªan atrevido a denunciar los pr¨¦stamos con intereses de hasta el 300% que ofrec¨ªa el ex responsable de la sucursal local del Banco de N¨¢poles, Filippo Lemma, y un ge¨®metra metido a constructor llamado Mario Lucio Giordano, hermano menor de Su Eminencia.
El 20 de agosto Lemma y Giordano fueron detenidos y encarcelados en una prisi¨®n de Salerno. Los controles efectuados en las cuentas de este ¨²ltimo permitieron comprobar que el hermano del cardenal hab¨ªa cobrado cheques firmados por el purpurado por valor de cerca de mil millones de liras, un dinero que habr¨ªa sido usado, seg¨²n la hip¨®tesis de los magistrados investigadores, para financiar los pr¨¦stamos usureros. El esc¨¢ndalo estaba servido.
El cardenal Giordano ha contraatacado a su modo: denunciando a los fiscales de Lagonegro por diversas irregularidades en la investigaci¨®n, y acus¨¢ndoles de haber violado el Concordato. La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Su Eminencia ha sido el saber que durante los ¨²ltimos tres meses sus tel¨¦fonos han estado interceptados por orden del juez instructor y sus conversaciones cuidadosamente espiadas y registradas. ?Y si hubiera hablado con el Papa, o hubiese confesado a alguna persona por tel¨¦fono?, clamaba el cardenal ante los periodistas, admitidos finalmente en el palacio arzobispal para conocer de primera mano la versi¨®n de Michele Giordano sobre lo sucedido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.