Una tesis, o dos
A cierta edad de la vida, uno deber¨ªa hallarse en posesi¨®n de una tesis. O dos. Al menos, de una hip¨®tesis. O dos. Bueno, dej¨¦moslo en un mueble bar. O dos. El caso es que voces cercanas al negocio de la prensa del coraz¨®n me susurran que van de capa ca¨ªda: lenta, pero inexorablemente, quiz¨¢ con la excepci¨®n de ?Hola!, que nunca perder¨¢ esta ni ninguna otra guerra porque tiene pases para todos los check-point.Pero pasemos a las tesis. Tesis n¨²mero 1, las revistas del coraz¨®n fenecen debido a que, poco a poco, el coraz¨®n (o su ausencia) ha impregnado el periodismo considerado serio, y, adem¨¢s, en televisi¨®n est¨¢n que vomitan romances. No hay clientela para tanta bosta. Tesis n¨²mero 2, nunca el g¨¦nero volver¨¢ a alcanzar las glorias que le supuso la muerte de Diana de Gales. A?ado: se estrena en Broadway una comedia musical sobre su vida, y la cantante que incorpora a Lady Di afirma que se trata de un verdadero reto; debe de referirse al Aria de la Bulimia, que hay que cantar con la boca llena, o bien al Aria de la Anorexia, que hay que interpretar con la cabeza metida en la taza del inodoro.
Tesis n¨²mero 3, que es mi preferida y la que, a mi vez, me abre las ubres o, si lo prefieren, me causa un nuevo desprendimiento mamario (pues la ley de Murphy, aliada a la ley de Newton, resulta de un cabronazo espectacular): los personajes de la prensa rosa han quedado total, definitivamente desplazados a ra¨ªz de la irrupci¨®n en el g¨¦nero de otra cosa, que no me atrevo a clasificar, pero que la gente, en general, cree que son los pol¨ªticos y su apasionante peripecia.
Por ejemplo, mucho m¨¢s que el hecho de que FJF posdata DTS (Felipe Juan Froil¨¢n de Todos los Santos) disfrute de sus primeras vacaciones gratis total en Palma de Mallorca nos motiva ese Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que dijo que iba a leer, en Oropesa de Mar, la obra completa de ?lvaro Muti, pero que, sin duda, lo que ha hecho ha sido leer y releer hasta el hartazgo el prospecto de la Centramina. Si no, ?de d¨®nde sac¨® el talante templado cual leche tibia con el que anunci¨® su f¨¦rrea intenci¨®n de moderarse y recibir a la oposici¨®n socialista, por cojones, y que, como no acepten, se van a enterar? Mientras ¨¦l se convert¨ªa al centrifugado, la Madre de Todos los Envases lo hac¨ªa a la manga larga para visitar a la Reina. Que algo es algo. A ver si aprendemos tambi¨¦n a bordarnos las fundas de los dientes.
Cuentos, cuentos y m¨¢s cuentos. Menos mal que tenemos cuentos de verdad. Mi amiga la escritora Ana Mar¨ªa Moix (autora, de paso, del mejor libro que nunca se ha escrito sobre Sissi, cuyo centenario se celebra ahora: Vals negro, editado por Lumen) hace lo que puede para que se conozcan los cuentos ajenos, y por eso sale ya una nueva colecci¨®n de Plaza & Jan¨¦s, en la que Cristina Fern¨¢ndez Cubas ve reunidas sus dos joyas Los altillos de Brumal y En el hemisferio Sur; y, adem¨¢s, piezas de Pedro Antonio de Alarc¨®n, Isak Dinesen, Ch¨¦jov, Ribeyro, Katherine Mansfield, Javier Mar¨ªas, Gustave Flaubert y Ana Mar¨ªa Matute. Seguir¨¢n m¨¢s, en una colecci¨®n buena, bonita y barata.
Borde, banal y botarate son tres adjetivos que podr¨ªan adjudicarse a muchos de los que este verano les han robado protagonismo a las habituales estrellas del coraz¨®n, impidi¨¦ndonos folgar, por ejemplo, con la idea de que Diana recost¨® su cabeza en el hombro de Dodi mientras escuchaba a Julio Iglesias en la velada que precedi¨® a su muerte; o que manten¨ªa profundas relaciones con el mayordomo del egipcio, sobre gimnasia y diet¨¦tica, temas de su predilecci¨®n. M¨¢s vale, quiz¨¢, que no pensemos en ello, porque, de lo contrario, llegar¨ªamos a la conclusi¨®n de que en la muerte de hace un a?o tuvo que ver la afici¨®n de ambos amantes a escuchar a los Tres Tenores con los ojos cerrados y sin manos. La verdad es que, ?puede ello importarnos cuando vemos a Aznar convertido en Harvey Keitel El Centralizador ("Yo los centro y t¨² limpias la sangre"), dispuesto a hacer centring sin Cascos, y a ¨¦ste convertido en padre entre dos ingestas de fabada ca?¨ª?
Por ¨²ltimo, tesis n¨²mero 4, que es m¨¢s tesis que ninguna. No hay prensa del coraz¨®n que supere las cotas alcanzadas por Il Mondo (Cane), al publicar la obra maestra de la literatura cursi de nuestro siglo, Carta abierta de Mario Conde desde su celda en Alcal¨¢-Meco. Barbara Cartland no lo habr¨ªa escrito peor.
Ganas ten¨ªa de comentarlo, que se me alargaban los colmillos hasta el ovario paleo-inferior. El cielo los confunda. Aznar se centraliza junto al abad de Silos Palidecen todos los idilios ante el intercambio de bacilos del a?o, realizado entre los superiores de Silos y La Moncloa
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