Los comunistas rechazan el pacto pol¨ªtico y votar¨¢n contra Chernomirdin en la Duma
V¨ªktor Chernomirdin pas¨® ayer de casi seguro nuevo primer ministro de Rusia y aspirante a relevar a Bor¨ªs Yeltsin en el Kremlin a candidato a sufrir el mismo calvario en la Duma que su predecesor Sergu¨¦i Kiriyenko, que s¨®lo dur¨® luego cuatro meses en el cargo. Al filo de las 10 de la noche, el l¨ªder comunista, Guennadi Ziug¨¢nov, aseguraba que su partido hab¨ªa decidido no suscribir el pacto pol¨ªtico acordado por la ma?ana y que votar¨ªa hoy contra la confirmaci¨®n de Chernomirdin, al que calific¨® de "c¨®mplice de Yeltsin" en destruir la econom¨ªa durante los cinco a?os que ya fue jefe de Gobierno.
Es previsible que los agrarios y Poder Popular, aliados parlamentarios de los comunistas, sigan el ejemplo de ¨¦stos. Los liberales de Grigori Yavlinski y los ultranacionlistas de Vlad¨ªmir Zhirinovski (que exige una buena porci¨®n de la tarta del Gobierno) tambi¨¦n anunciaron que votar¨¢n contra Chernomirdin. Entre todos, suponen una holgad¨ªsima mayor¨ªa de los 450 diputados de la Duma. Si no hay deserciones (algo habitual en el pasado), la suerte est¨¢ echada, al menos en la primera votaci¨®n.Lo peor de todo es que este giro inesperado de los acontecimientos se produce cuando Rusia est¨¢ sumida en la peor crisis econ¨®mica de su moderna historia como pa¨ªs independiente, con la bolsa por los suelos, el sistema bancario amenazado de quiebra, el rublo en ca¨ªda libre y jinetes del Apocalipsis en el horizonte m¨¢s pr¨®ximo: desabastecimiento, hiperinflaci¨®n y mercado negro. Si algo hace falta para salir del hoyo es estabilidad pol¨ªtica, cuanta m¨¢s mejor.
"Ma?ana , el grupo parlamentario al completo votar¨¢ contra Chernomirdin", asegur¨® anoche Ziug¨¢nov por televisi¨®n, que daba cuenta as¨ª de la decisi¨®n adoptada poco antes por la direcci¨®n del partido, el m¨¢s numeroso de la Duma. El presidium comunista se pronunci¨® tambi¨¦n contra el pacto pol¨ªtico suscrito en principio por la ma?ana por el primer ministro en funciones y los representantes del presidente, el Parlamento y las diversas fuerzas pol¨ªticas.
Problemas con el FMI
Es verdad que Ziug¨¢nov plante¨® algunas exigencias, como que se renegociase el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que hizo posible en julio una multibillonaria inyecci¨®n financiera. Tambi¨¦n se mostr¨® partidario de que el debate parlamentario sobre la confirmaci¨®n del candidato para dirigir el Gobierno se retrasase unos d¨ªas, aunque eso significase que deber¨ªa recibir ma?ana a Bill Clinton interino. Pero daba la impresi¨®n de que ello no iba a impedir que, aunque con reticencias, aceptasen a Chernomirdin (con el que siempre se han entendido bien) y al acuerdo, considerado la pieza fundamental del engranaje que iba a permitir una retirada ordenada de Yeltsin del Kremlin.El texto preve¨ªa cambios constitucionales y de la ley de Gobierno que no permitir¨¢n ya a Yeltsin nombrar y destituir a su antojo a Gobiernos enteros ni amenazar de disoluci¨®n a la Duma a las primeras de cambio. De hecho, la C¨¢mara y el pr¨®ximo Gabinete consegu¨ªan una garant¨ªa de supervivencia hasta diciembre de 1999, un plazo durante el que tampoco habr¨ªa ni mociones de censura ni votos de confianza. El futuro de este delicado compromiso est¨¢ ahora en el aire, como la gobernabilidad de Rusia o el futuro de los ahorros de la poblaci¨®n.
No es raro que los comunistas no quieran asociarse con Chernomirdin, ni siquiera por un pu?ado de carteras ministeriales. El primer ministro en funciones, con un estilo que tiene como indiscutible maestro a Yeltsin, ha prodigado declaraciones para contentar a tirios y troyanos. As¨ª, reiter¨® que no hay peligro de vuelta al pasado comunista mediante el control estatal de la econom¨ªa y que su pol¨ªtica no se apartar¨¢ de la v¨ªa reformista de mercado a la que est¨¢ ligada la ayuda internacional. Al mismo tiempo, lanz¨® un gui?o a la oposici¨®n de izquierdas al afirmar que dar¨ªa prioridad a la resoluci¨®n de los problemas sociales.
La satisfacci¨®n de Chernomirdin por el acuerdo parec¨ªa l¨®gica: despejaba su camino hacia el poder (la presidencia), en la medida en que Yeltsin lo ced¨ªa. Pero la suerte de uno y otro depende mucho de una crisis econ¨®mica de la que son responsables y puede terminar devor¨¢ndolos, como la revoluci¨®n a sus hijos.
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