La incertidumbre de Rusia irrumpe en la campa?a electoral de Alemania

La crisis econ¨®mica y pol¨ªtica que afecta a los intereses alemanes en Rusia se ha convertido en uno de los temas de la pugna electoral entre los dos grandes partidos alemanes y puede emerger esta semana en el Bundestag, cuando la C¨¢mara baja del Parlamento debata el presupuesto federal para 1998. La situaci¨®n rusa y el conflicto de Kosovo brindan al canciller Helmut Kohl las dos grandes ¨²ltimas oportunidades de demostrar que su gesti¨®n ser¨¢ necesaria tambi¨¦n en el futuro para conjurar los peligros internacionales.

La oposici¨®n del Partido Socialdem¨®crata (SPD), por su parte, ha comenzado a utilizar la crisis rusa para atacar al democristiano Kohl en su terreno, y acusarle de haber mantenido una estrategia complaciente con el presidente Bor¨ªs Yeltsin y negligente con los intereses econ¨®micos alemanes. Pero el ministro de Hacienda, el socialcristiano b¨¢varo Theo Waigel, asegur¨® ayer que la crisis financiera rusa no implica riesgos para el presupuesto federal. Seg¨²n Waigel, los dirigentes rusos han prometido que la moratoria de pagos de tres meses no afectar¨¢ al servicio de las deudas estatales con Alemania.Kohl trata de coordinar un plan para la crisis rusa, aunque su margen de acci¨®n es limitado. El canciller no se equivoc¨® al opinar, refiri¨¦ndose a Sergu¨¦i Kiriyenko, que no iba a durar mucho como primer ministro ruso. Ahora ha puesto todo su peso tras V¨ªktor Chernomirdin.

Seg¨²n el analista Alexandr Rahr, de la Sociedad de Pol¨ªtica Exterior de Alemania, Bonn "no tiene recursos ni instrumentos" para sacar partido de la buena predisposici¨®n de un sector de los dirigentes rusos (Chernomirdin y el l¨ªder comunista, Guennadi Ziug¨¢nov, incluidos) hacia el modelo alem¨¢n. "En contraste con Estados Unidos, Alemania no tiene intereses estrat¨¦gicos en el campo del petr¨®leo, carece de una instituci¨®n como la comisi¨®n [Al] Gore-Chernomirdin y sus bases son m¨¢s d¨¦biles", comentaba Rahr.

Recursos generosos

El presidente del SPD, Oskar Lafontaine, ha atacado este fin de semana a Kohl por su pol¨ªtica rusa. En una entrevista en televisi¨®n, Lafontaine le ha acusado de haber sido "generoso" respecto a Yeltsin "sin haber prestado atenci¨®n al control de la utilizaci¨®n de los recursos". "Hubiera sido mejor encargar a las empresas alemanas que construyeran una carretera o una v¨ªa de ferrocarril o una central energ¨¦tica en lugar de haber transferido s¨®lo el dinero", dijo Lafontaine, quien tambi¨¦n asegur¨®: "Aqu¨ª tambi¨¦n vamos a cambiar la pol¨ªtica". El l¨ªder socialdem¨®crata se distanci¨® as¨ª de la continuidad en la pol¨ªtica exterior alemana prometida por el SPD, partido que carece hoy por hoy de una ostpolitik alternativa a la de Kohl.Los socialdem¨®cratas llevan 16 a?os fuera del Gobierno federal, apostaron por Mija¨ªl Gorbachov y no han buscado a tiempo interlocutores en la Administraci¨®n rusa. Su campa?a electoral se concentra en la pol¨ªtica interna, y, de llegar al poder, deber¨¢n comenzar casi a partir de cero su relaci¨®n con Rusia. Kohl podr¨ªa intentar convencer al electorado de que el tiempo es hoy un recurso precioso, y la crisis rusa, crucial para sus intereses.

"Kohl, por lo menos, tiene experiencia", recuerda Rahr. Chernomirdin no es Leonid Br¨¦zhnev, pero los dirigentes alemanes quieren recuperar aquella previsibilidad que permiti¨® a los empresarios alemanes hacer negocios, pese a la Guerra Fr¨ªa.