Acuerdo para evitar una guerra nuclear por error o accidente
Yeltsin y Clinton se esforzaron ayer en demostrar que la impresi¨®n generalizada de que esta cumbre no ha servido para nada es falsa. Por eso pusieron el ¨¦nfasis en los dos principales acuerdos: el de intercambio de informaci¨®n sobre el lanzamiento de misiles y el de reducci¨®n de las reservas de plutonio. El primero, dijeron, permitir¨¢ evitar una guerra nuclear por error o por accidente. No es la primera vez que un misil fantasma pone a los miembros de sus estados mayores al borde del infarto. Ocurri¨®, por ejemplo, en 1995, con un misil cient¨ªfico noruego, y tambi¨¦n hace tres d¨ªas con otro disparado desde Corea del Norte.El intento de acabar con las falsas alarmas compensa el costo y los riesgos del proyecto, que consisten, sobre todo, en que cada parte podr¨¢ enterarse de la vulnerabilidad del sistema de detecci¨®n de la otra. Y, aunque la guerra fr¨ªa sea ya historia, sus dos protagonistas siguen mir¨¢ndose con recelo.
El acuerdo prev¨¦ el env¨ªo inmediato a los centros de alerta del otro pa¨ªs de toda informaci¨®n disponible sobre el lanzamiento de misiles en cualquier lugar del mundo y la creaci¨®n de un centro en el que los expertos de ambos pa¨ªses trabajar¨¢n conjuntamente. El pago de la mayor parte de la factura correr¨¢, obviamente, de cuenta de EEUU.
Ambos presidentes concluyeron tambi¨¦n un compromiso que permitir¨¢ eliminar 50 toneladas de plutonio (Rusia tiene unas doscientas) del programa nuclear de cada pa¨ªs, y su conversi¨®n para usos civiles, b¨¢sicamente como combustible de centrales at¨®micas.
Petici¨®n de Clinton
Clinton expres¨® su deseo de que el Parlamento ruso ratifique cuanto antes el tratado STARTII, de limitaci¨®n de armas nucleares estrat¨¦gicas, suscrito en 1993, como paso previo para un nuevo esfuerzo negociador que permita firmar el STARTIII. El objetivo de ¨¦ste ser¨ªa una nueva reducci¨®n que dejase los arsenales at¨®micos de las dos superpotencias en un quinto de su volumen en tiempos de la guerra fr¨ªa. Hasta ahora, los viejos enemigos han destruido ya 18.000 cabezas at¨®micas.Otro de los resultados de la cumbre fue un documento sobre los desaf¨ªos del mundo ante el siglo XXI, que prev¨¦ la creaci¨®n de un grupo de control de las exportaciones de armas y de tecnolog¨ªa de doble uso (civil-militar). Para los dos presidentes, "la m¨¢s grave amenaza actual procede de la proliferaci¨®n de armas nucleares, biol¨®gicas, qu¨ªmicas y de otros tipos de destrucci¨®n masiva, tecnolog¨ªa para su producci¨®n y m¨¦todos de env¨ªo". Por su parte, el secretario de Energ¨ªa norteamericano, Bill Richardson, inaugur¨® en el aeropuerto moscovita de Sheremi¨¦tevo un sistema para combatir el contrabando de materiales radiactivos. Un equipo experimental implantado en 1996 ha permitido ya detectar 43 intentos de paso ilegal de estas sustancias.
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