Zedillo admite que la crisis bancaria se agrav¨® por los fraudes
El presidente de M¨¦xico, Ernesto Zedillo, admiti¨® el martes, por primera vez p¨²blicamente, que "una parte sustancial" de la crisis bancaria mexicana se debe a "maniobras fraudulentas" de ejecutivos y administradores. El pa¨ªs no tiene otra opci¨®n que asumir el rescate de las instituciones financieras, y a?adi¨® con dureza, los "criminales de cuello blanco" tendr¨¢n castigo. En la presentaci¨®n de su cuarto informe, Zedillo reconoci¨® que el Estado ha fallado a la ciudadan¨ªa en materia de seguridad p¨²blica.
Como cada primero de septiembre, el presidente present¨® al Congreso el balance de su gesti¨®n de Gobierno. En una ceremonia sobria, alejada de los fastos imperiales de ¨¦pocas anteriores, Zedillo analiz¨® a lo largo de hora y media los principales problemas del pa¨ªs. El rescate bancario, la delicada situaci¨®n econ¨®mica, la crisis de inseguridad ciudadana y el gasto social soslayaron el conflicto de Chiapas, que fue tratado de forma indirecta.La estrategia del Gobierno, se limit¨® a decir el presidente, siempre ser¨¢ el di¨¢logo y la negociaci¨®n, "¨²nicas v¨ªas para quienes quieren contribuir a la construcci¨®n de la democracia". "Entre mexicanos", a?adi¨®, "no puede haber ni vencedores ni vencidos".
La decisi¨®n de no tratar el conflicto expl¨ªcitamente, a pesar de que el Gobierno est¨¢ dedic¨¢ndole a Chiapas las mayores partidas presupuestarias y de que Zedillo ha visitado ocho veces este Estado del sur del pa¨ªs en este a?o, fue determinada, seg¨²n el secretario de Gobernaci¨®n, Francisco Labastida, por la "relevancia de otros temas nacionales".
Sin duda el Ejecutivo parece haber decidido restar protagonismo al guerrillero Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN), al que acusa de querer prolongar el conflicto de forma artificial para crear un clima de inestabilidad ante las elecciones presidenciales del a?o 2000.
Pero tambi¨¦n es cierto que Chiapas ya no es la primera preocupaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica mexicana, castigada por la criminalidad rampante y por los vaivenes econ¨®micos. Fue en el cap¨ªtulo de la inseguridad p¨²blica donde el presidente Zedillo enton¨® un rotundo mea culpa que, no obstante, hizo extensivo a los gobiernos estatales, al poder judicial y al propio Congreso, que tiene en sus manos, desde diciembre, una serie de reformas para endurecer las penas y depurar las instituciones. "Le hemos fallado a la ciudadan¨ªa", dijo Zedillo. En este punto, el presidente solicit¨® una mayor colaboraci¨®n de la oposici¨®n democr¨¢tica.
Asunto estrella
El tema estrella de la jornada, tanto en el discurso presidencial como en los de los grupos de oposici¨®n, que intervinieron antes que el presidente, fue la situaci¨®n econ¨®mica, y m¨¢s en concreto, la espinosa cuesti¨®n del rescate bancario, cuyo monto asciende a 65.000 millones de d¨®lares (unos nueve billones de pesetas).La oposici¨®n en bloque ha asegurado que no tolerar¨¢ que ese fondo, instituido por el Gobierno a ra¨ªz de la crisis financiera de diciembre de 1994, se convierta en deuda p¨²blica.
El presidente dijo el martes que no hay otra opci¨®n: la quiebra del sistema bancario desencadenar¨ªa una recesi¨®n inimaginable. Pese a todo, por primera vez, asumi¨® uno de los principales argumentos de la oposici¨®n al reconocer que hubo negligencias y fraudes, y que ciertos administradores se aprovecharon de las ayudas gubernamentales para enriquecerse.
Este paso puede abrir la puerta a un acercamiento de posiciones, como reconoci¨® el l¨ªder parlamentario del centroizquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica, Porfirio Mu?oz Ledo.
En un tono realista, Zedillo explic¨® que los avances econ¨®micos registrados por M¨¦xico (cuyo Producto Interior Bruto creci¨® un 7% en 1997) est¨¢n en jaque debido a los avatares de la econom¨ªa mundial, con la inestabilidad de las Bolsas y las crisis asi¨¢tica y rusa, y a la estrepitosa ca¨ªda de los precios del petr¨®leo, que ha obligado a tres reajustes presupuestarias en lo que va de a?o.
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