El Chern¨®bil de Rusia
Un peque?o grupo de jubilados, de esos que, antes de la crisis, cobraban apenas 10.000 pesetas (reducidas hoy a menos de 4.000), se concentr¨® ayer ante la sede de la Duma, sin ¨¢nimos ya para gritar o exhibir pancartas. "Mi pensi¨®n s¨®lo me permit¨ªa comprar medicinas, los gastos de la casa, pan y algo de carne una vez cada dos semanas", asegura Anatoli, que pas¨® m¨¢s de 20 de sus 61 a?os trabajando en una empresa metal¨²rgica de los Urales. "Ahora, con las subidas de precios me condenan al hambre, o a algo peor". ?De qui¨¦n es la culpa? "De ¨¦se de ah¨ª. ?De qui¨¦n si no?", y se?ala en direcci¨®n al Kremlin.Valeri Petrov, de 50 a?os, empleado en una empresa inform¨¢tica de Kaz¨¢n (capital de la rep¨²blica de Tatarst¨¢n) se ahorc¨® ayer. En la nota que dej¨® asegura que no pod¨ªa soportar ya su incapacidad para cubrir las necesidades m¨ªnimas de su familia, que incluye una hija tuberculosa. Acababa de cobrar una m¨ªnima parte de los salarios que se le adeudaban desde septiembre de 1997.
Los mineros en huelga que, desde mayo, se manifiestan frente a la sede del Gobierno para exigir el pago de atrasos y la garant¨ªa de sus empleos, llevaron ayer su protesta ante la Duma. Un grupo de unos 20 logr¨® colarse en el edificio, a escasos metros del Kremlin, y ofreci¨® a los diputados lo que parec¨ªa una cacerolada, pero que tuvo como instrumentos a sus cascos de trabajo, batidos con furia contra una barandilla.
En una gran bandera roja, explicaban que su comit¨¦ de huelga est¨¢ en un puente. En numerosas pancartas, proclamaban: "El impeachement es algo santo", "Duma, el pueblo te defender¨¢" y "Chernomirdin es el Chern¨®bil de Rusia".
En las tiendas escasean ya productos de primera necesidad, como la harina o el az¨²car, los precios se disparan, el rublo prosigue su ca¨ªda libre, los ahorros de muchos a?os se desvanecen, intocables, en bancos al borde de la quiebra. Es ya demasiado, pero puede que ma?ana sea todav¨ªa peor.
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