Un joven profeta revolucionario galileo
Los jardines del ed¨¦n, escrita y dirigida por el italiano Alessandro d"Alatri, es un relato transparente, limpio, pausado, sencillo y con algunas escenas de riesgo, de la vida, contada por ¨¦l mismo, del joven profeta galileo Jes¨²s, llamado Nazareno, hace cosa de dos milenios.La pel¨ªcula no entra ni sale en recovecos teologales sobre la divinidad o la impostura de este profeta y revolucionario jud¨ªo, ni juega a ortodoxias o heterodoxias. Busca un acceso, in¨¦dito en el cine, al enigma de su inabarcable identidad como leyenda y como historia, y lo encuentra en aquel azar que, en 1947, llev¨® a un ni?o pastor palestino a encontrar, oculto en una cueva de su tierra, los restos de una biblioteca doblemente milenaria, que puso a los historiadores ante la evidencia de la secta hebraica llamada de los Esenios, de la que emana un, para muchos perturbador, sabor a pensamiento precristiano.
La hip¨®tesis de que Jes¨²s de Nazaret fuese un esenio o tuviese relaci¨®n directa con la organizaci¨®n de esta corriente ¨¦tica y teol¨®gica de la Israel sojuzgada por Roma, es aqu¨ª tomada como basamento de una ficci¨®n cinematogr¨¢fica, lo que a todas luces es art¨ªstica y moralmente l¨ªcito y nada tiene de turbio o de enturbiador. No obstante, ayer saltaron a la Mostra ecos, por supuesto imprecisos, de algunas reacciones de cariz cat¨®lico integrista, que se curan en salud, sin haber visto el filme, y anuncian la "peligrosidad potencal" de jugar con ficciones de este signo.
Nada que arg¨¹ir al conato de intromisi¨®n inquisitorial que se masca aqu¨ª, salvo perplejidad y un poco, no mucho, de indignaci¨®n. El filme tiene nobleza y -pese a ciertos dejes de ritmo propios de un telefilme, que no funcionan del todo bien en una pantalla grande- elegancia pedag¨®gica, un poco a lo Roberto Rosellini, ya que derrocha entendimiento y acatamiento a la enorme magnitud creadora de aquel joven galileo en los a?os previos a la iniciaci¨®n de su vida prof¨¦tica p¨²blica.
La primera copia de la pel¨ªcula lleg¨® ayer, directamente de un laboratorio romano, a la Mostra. Una comisi¨®n del Vaticano lleg¨® tras ella para poder verla e informar de su contenido a la curia. Pero bajo el prudente silencio eclesial ya han saltado cortocircuitos fundamentalistas dichos a ciegas. Ayatolas hay a patadas y en todas partes.
Babelia
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