La asignatura exterior de la Ertzaintza
El Gobierno vasco considera que Par¨ªs debe reconocer a su polic¨ªa aut¨®noma el derecho a realizar persecuciones 'en caliente' en territorio franc¨¦s
"?Qui¨¦n y por qu¨¦ les autoriz¨® a sobrepasar la frontera francesa?". A esta reiterada pregunta han tenido que contestar los cinco ertzainas que declararon la semana pasada ante un juzgado franc¨¦s de Bayona acusados de detenci¨®n ilegal. La cuesti¨®n de fondo no es otra que el reconocimiento de la Ertzaintza como polic¨ªa integral tambi¨¦n fuera de Espa?a y, por tanto, su derecho a internarse en territorio franc¨¦s durante la persecuci¨®n de un "delito flagrante", como recoge el art¨ªculo 41 del Tratado de Schengen. Las condiciones de adhesi¨®n se negociaron entre los pa¨ªses lim¨ªtrofes, y en el caso de Francia y Espa?a son la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y los funcionarios de Administraci¨®n Aduanera los cuerpos reconocidos como posible ejercientes de ese derecho a no detenerse en la frontera en el curso de una persecuci¨®n en caliente a unos delincuentes. No obstante, desde el Departamento vasco de Interior se recuerda que la Ertzaintza es la que tiene adjudicada la persecuci¨®n de la mayor¨ªa de los delitos en Euskadi y que, por tanto, es la polic¨ªa que en la mayor¨ªa de los casos podr¨ªa verse en la necesidad de utilizar esa prerrogativa.
Disparos intimidatorios
Los cinco ertzainas interrogados la ¨²ltima semana de agosto en el juzgado de Bayona son los componentes de tres de las seis patrullas policiales que cruzaron la frontera el 15 de abril de 1996 persiguiendo a un turismo franc¨¦s que cre¨ªan estaba ocupado por un comando de ETA. El incidente comenz¨® cuando el veh¨ªculo se salt¨® un control de alcoholemia que la Ertzaintza hab¨ªa montado en la localidad guipuzcoana de Oiartzun y atropell¨® a uno de los agentes que le dio el alto. Una patrulla sali¨® en su persecuci¨®n y lleg¨® a hacer varios disparos intimidatorios. M¨¢s tarde, el autom¨®vil se salt¨® otro control y otras cinco patrullas policiales se sumaron a la persecuci¨®n. En el momento en el que los ertzainas intuyeron que intentaba alcanzar territorio franc¨¦s solicitaron permiso de sus jefes para atravesar la frontera. Poco despues, los dos ciudadanos franceses que lo ocupaban sufrieron un accidente en Hendaya, instante en el que fueron detenidos por los ertzainas.Los arrestados fueron entregados a los agentes de la Polic¨ªa Nacional francesa que acudieron al lugar, a quienes los polic¨ªas vascos explicaron lo sucedido. Desde la fecha del incidente, los cinco ertzainas han prestado declaraci¨®n judicial en tres ocasiones, la ¨²ltima esta pasada semana, momento en el que se les comunic¨® que estaban imputados de los delitos de "arresto arbitrario" y "violencia voluntaria cometida por agente de la autoridad".
No se descarta que en los pr¨®ximos d¨ªas sean llamados a declarar como testigos otros dos ertzainas: el agente atropellado por el veh¨ªculo franc¨¦s y el jefe de la comisar¨ªa de Ir¨²n en el momento de los hechos. Los agentes de la polic¨ªa vasca han tenido que explicar detalladamente por qu¨¦ pasaron la frontera, qui¨¦n les dijo que pod¨ªan hacerlo, c¨®mo y cu¨¢ndo obtuvieron la autorizaci¨®n y otros muchos detalles de la persecuci¨®n. Todos ellos afirmaron que cruzaron el paso fronterizo en la creencia de que actuaban legalmente, al amparo del Tratado de Schengen, que permite la incursi¨®n de 10 kil¨®metros en territorio extranjero durante la persecuci¨®n en caliente de un listado de delitos, entre los que se incluye el de fuga a ra¨ªz de accidente con resultado de muerte o heridas graves, adem¨¢s de otros como asesinato, violaci¨®n, incendio o robo.
El Departamento vasco de Interior no tiene dudas al respecto y recuerda que cuando se produjo el incidente el entonces ministro del Interior, Juan Alberto Belloch, apoy¨® la actuaci¨®n de la Ertzaintza por considerar, como recoge la ley, que forma parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado, aunque con dependencia de un Gobierno aut¨®nomo.
El problema radica en que la justicia francesa, como demuestra este caso, no la considera una polic¨ªa estatal. Una falta de reconocimiento que se repite en las altas instancias policiales y judiciales de Francia a la hora de la interlocuci¨®n y transmisi¨®n de informaci¨®n sobre la lucha contra ETA. Aunque desde el departamento que dirige Juan Mar¨ªa Atutxa se han denunciado trabas y maniobras obstruccionistas por parte del Ministerio del Interior, lo cierto es que el esp¨ªritu jacobino de la Administraci¨®n francesa hace que sus funcionarios prefieran mantener la relaci¨®n con los representantes del Gobierno de Madrid.
Este reconocimiento exterior es una de las cuestiones que m¨¢spreocupa en la direcci¨®n de la Ertzaintza, un cuerpo que cuenta en estos momentos con 7.300 agentes y que el consejero Atutxa quiere ampliar con una nueva promoci¨®n de 500 polic¨ªas en previsi¨®n de las futuras vacantes por razones de edad, salud o invalidez, entre otras. Otro asunto pendiente de resolver con el Ministerio del Interior en el seno de de la Junta de Seguridad del Pa¨ªs Vasco, un ¨®rgano paritario que no se re¨²ne desde el 30 de julio de 1996, es la presencia de la Ertzaintza en la Comisar¨ªa de Biriatou, un centro policial intenacional compartido por la fuerzas de seguridad espa?olas y francesas. El ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, se mostr¨® recientemente favorable a la demanda de la polic¨ªa vasca, ya que, en su opini¨®n, "no tiene ning¨²n sentido que en la comisar¨ªa conjunta no est¨¦n presentes polic¨ªas integrales como la Ertzaintza que se encuentran al otro lado de la frontera". Este aspecto, as¨ª como el intercambio de datos inform¨¢ticos con el resto de cuerpos policiales, son dos de los pasos que la Ertzaintza considera imprescindibles.
Falta de acuerdo
La falta de acuerdo, hasta el momento, ha hecho que la Junta de Seguridad se haya reunido una sola vez desde que el PP gobierna a pesar de que motivos no han faltado, como el enfrentamiento entre el ministerio y la Consejer¨ªa de Interior sobre el servicio de protecci¨®n que deb¨ªa ofrecerse a los cargos p¨²blicos del PP en Euskadi tras las ofensiva de ETA contra concejales del PP o el grave tiroteo por confusi¨®n entre ertzainas y guardias civiles en el barrio bilba¨ªno de Deusto el 28 de febrero de 1997.
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