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Como no quiero preocuparme con las actitudes de algunos socialistas (pero me preocupan, porque son antidemocr¨¢ticas y atacan la credibilidad de las instituciones, el consenso social y la solidez de ese Estado de derecho que tanto nos cost¨® a todos construir y que fue en buena medida un logro del PSOE, aunque ahora estos socialistas ultramontanos lo est¨¦n resquebrajando); como no quiero preocuparme, digo, hoy he decidido pasarme a la realidad virtual. Hace unas semanas publiqu¨¦ un art¨ªculo sobre Alan Sokal, ese profesor de f¨ªsica que ha denunciado a los grandes santones del posmodernismo (Guattari, Deleuze, Baudrillard...) como unos charlatanes que no tienen ni idea de los t¨¦rminos cient¨ªficos que usan. Ahora un lector me env¨ªa un recorte de la revista Nature sobre el tema, y as¨ª me entero de que hay un programa de ordenador, el Generador de posmodernismo, creado por el australiano Andrew Bulhak. Puedes acceder a ¨¦l por Internet, en http://www.cs.monash.edu.au/cgi-bin/postmodern, y, cada vez que lo visitas, el programa crea un art¨ªculo posmoderno distinto, tan herm¨¦tico y pomposo como los aut¨¦nticos textos de los santones, perfecto en su construcci¨®n gramatical y completamente sin sentido. Acabo de estar ah¨ª, y la m¨¢quina ha escrito para m¨ª, a velocidad de v¨¦rtigo, un bonito texto titulado Reinventando la modernidad: premodernismo libertario en la obra de Lee, por Stephen Reicher, del MIT. El inexistente Reicher dice cosas como: "Baudrillard promueve el uso del posmodernismo libertario para deconstruir y analizar la identidad sexual". Suena a ello, ?verdad? Qu¨¦ cr¨ªtica tan eficaz es esta parodia de la prepotencia y la nader¨ªa. Deber¨ªamos utilizar un programa as¨ª para recrear virtuosos e indignados discursos de pol¨ªticos: y evidenciar su banalidad y su mentira.