Treinta a?itos
Celebra C¨¢diz ahora el 30? aniversario de su aguerrido festival de cine Alcances, Muestra Cinematogr¨¢fica del Atl¨¢ntico, el m¨¢s antiguo del Sur si no me enga?o. Treinta a?os no son pocos, y torres similares mucho m¨¢s dotadas cayeron en Andaluc¨ªa pronto y con estr¨¦pito. Nacido en el a?o del mayo franc¨¦s, los timbres de alarma culturales del r¨¦gimen de Franco costaron la vida al festival, a cuenta del documental cubano Hanoi, martes trece. Pero, vali¨¦ndose del apoyo de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) y del ex Instituto de Cultura Hisp¨¢nica, Alcances volvi¨® a la carga. Hasta el a?o 1975, las trabas y zancadillas oficiales no cesaron; la sola titulaci¨®n de "independiente" ya incomodaba a los diversos poderes, que quer¨ªan ver pol¨ªtica donde no la hab¨ªa, sino promiscua y entera libertad. Por aquellas d¨¦cadas y en materia de cultura, sobre todo contempor¨¢nea, pod¨ªa hablarse de C¨¢diz como de un p¨¢ramo sequer¨®n, por no decir des¨¦rtico del todo. La falta de cine al d¨ªa no era la ¨²nica carencia y Alcances atendi¨® tambi¨¦n, sin dar nunca gato por liebre sino con un criterio selectivo, los cap¨ªtulos de artes pl¨¢sticas, teatro, literatura o m¨²sica, incluido el flamenco; ni una pe?a exist¨ªa (hoy se cuenta con tres), aun siendo la Taza de Plata una de las grandes cunas, con Triana y Jerez, del arte gitano-andaluz. En el a?o 1978 puse el festival en manos competentes, las de Jos¨¦ Manuel Marchante, y hoy lo lleva, con no menos destreza, Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez Villacorta. Alcances qued¨® solamente en cine, ya que de las otras artes, el C¨¢diz cultural anda ahora bien abastecido. Aquellos comienzos, las guerrillas con la censura, el mucho y pintoresco anecdotario, est¨¢n recogidos en buena parte por el libro de un abogado sevillano, Luis C. Bay¨®n, que detalla adem¨¢s en ¨¦l la programaci¨®n completa de los primeros 12 a?os de Alcances. Aprietos econ¨®micos, sagaces trucos para cumplir con la promesa (nunca traicionada) de proyectar las pel¨ªculas sin cortes, o la sorpresa de alguna inesperada ayuda o elogio extranjeros, son ya como un sue?o, algo casi irreal, engullido por las todopoderosas tragaderas del Padre Tiempo. Pero la semilla creci¨®. Naturalmente, poco o m¨¢s bien nada sabe de todo aquello la mayor¨ªa de j¨®venes que compone hoy el soporte principal de Alcances. Renovado su p¨²blico juvenil de los a?os setenta y los ochenta, cuanto importa ahora es la mayoritaria asistencia de la muchachada que sigue con inter¨¦s el festival gaditano. No hay m¨¢s que mirar (y no s¨®lo en las proyecciones cumbre sino tambi¨¦n en muchas otras) las colas y llenos ante ese edificio medio plaza de toros, medio fortaleza ar¨¢biga, que es el Gran Teatro Falla. Enhorabuena, pues, al largo, hermoso y bien sudado cumplea?os de Alcances y su Muestra Cinematogr¨¢fica del Atl¨¢ntico. M¨¢s atl¨¢ntica que en C¨¢diz, imposible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.