Teolog¨ªa

DE PASADAFRANCISCO CORREAL La calle Jes¨²s del Gran Poder hay que verla como el r¨ªo Mekong con la c¨¢mara de Vittorio Storaro en Apocalypse Now. Calle conradiana que siendo casi recta, nunca se ve entera. Calle-sierpe que se extiende desde El Corte Ingl¨¦s, antiguo palacio convertido en caja registradora de san Isidoro, hasta la capillita del Carmen. En la Sala San Hermenegildo homenajean a Teo Escamilla, el camar¨®grafo sevillano que muri¨® en La Habana. El ojo del cine es el que m¨¢s se parece al ojo del Dios b¨ªblico. Alguien dej¨® la c¨¢mara de Escamilla en la cera. No es nada vulgar esta Calle Corrientes. Hay dos Conservatorios, el de teatro, tan precario, y el de M¨²sica, justo enfrente del Alameda Multicines en el que se inaugur¨® el ef¨ªmero Festival de cine de Sevilla. En esta calle hizo estudios secundarios Gustavo Adolfo B¨¦cquer. Hay una cl¨ªnica dental, dos peluquer¨ªas, una tienda de art¨ªculos de rol, otra de materiales cofrades y el estudio de baile de Alicia Vega. Aqu¨ª tiene su consulta el doctor Cari?ano, Marcus Welby de la tonadilla: gargantas ilustres como las de Roc¨ªo Jurado o Isabel Pantoja pasaron por su quir¨®fano. Tiene su despacho Jos¨¦ Joaqu¨ªn Gallardo, decano de los abogados sevillanos. Torre de Babel en la intersecci¨®n con Santa Ana, donde est¨¢ la sede del CLIC. A la altura de Casa Joaqu¨ªn, sacrist¨ªa de los integrantes de Cuadernos de Rold¨¢n, se componen m¨²sicas del siglo IX en la casa de Rodrigo de Zayas y se pintan cuadros del siglo XXI en el estudio de Manuel Salinas. Se ensancha Jes¨²s del Gran Poder en la Casa de las Sirenas. Enfrente, el cine Ideal, selecta never¨ªa que es s¨®lo un recuerdo y unas letras consumidas por el tiempo. Un guardacoches devora peri¨®dicos y hace guardia esperando a que Ulises aparque junto a las sirenas. En el bar La Palma de Oro homenajearon a Jos¨¦ Saramago. Dos perros celebran junto al bar de Juli¨¢n el regreso del tabernero. Contempla la escena Jos¨¦ G¨®mez del Moral, ¨²nico espa?ol que gan¨® la vuelta ciclista a Colombia. En el ¨²ltimo tramo cada casa tiene un color distinto, como las del Campo Sur en C¨¢diz. Desde el hotel Patio de la Cartuja, donde anta?o estuvo el corral de los Ch¨ªcharos, hasta el hostal do?a Feli. Este r¨ªo urbano que en Semana Santa es mar de gente ha sido tomado ¨²ltimamente por una legi¨®n de camellos. Se han visto navajas y ha llegado el miedo.