La m¨¢xima expresi¨®n del remo

Las regatas de traineras de La Concha constituyen, desde 1879, el acontecimiento cumbre del verano donostiarra. Hasta entonces, en aguas de la ciudad se hab¨ªan celebrado numerosos desaf¨ªos entre traineras de pesca. En aquel a?o, el Ayuntamiento acord¨® organizar unas regatas oficiales con premios en funci¨®n del orden de clasificaci¨®n. El ¨¦xito de p¨²blico que acudi¨® aquel domingo de septiembre a presenciar la victoria de la trainera Avante, patroneada por Ram¨®n Goikoetxea, dio continuidad al intento. En los primeros a?os de siglo, determinados elementos de la comisi¨®n de fiestas consideraron que las regatas de remo eran un juego primitivo, poco acorde con la elegancia de la ciudad. En consecuencia, entre 1902 y 1908 las sustituyen por regatas de balandros, invitando a propietarios extranjeros. El buen juicio y, sobre todo, la presi¨®n popular hizo incluir de nuevo las traineras en el programa de 1909. Ha habido altibajos en estos 119 a?os de regatas donostiarras. Hasta la guerra civil, las tripulaciones se entrenan a conciencia, la embarcaci¨®n es constru¨ªda con esmero y los premios en met¨¢lico son importantes. Pero en 1940 comienza un lento declive que hace dif¨ªcil reunir seis tripulaciones. Los organizadores recorren los pueblos del litoral, un mes antes de las regatas, movilizando a todas las fuerzas vivas para tratar de acoplar una cuadrilla. La salvaci¨®n viene con la creaci¨®n de la liga guipuzcoana de trainerillas (1960), que consigue reunir a los remeros unos meses antes y en una modalidad m¨¢s f¨¢cil. El ¨¦xito de las regatas de La Concha se debe a varios factores. En primer lugar, la belleza del escenario donde el espectador puede recrearse durante horas. Y luego, que se trata de la ¨²nica regata al viejo estilo de mar abierto, con una sola ciaboga, en lucha con el viento y las olas. Principios b¨¢sicos El Centro de Atracci¨®n y Turismo, organizador de las regatas, mantiene unos principios por los que se ha regido la competici¨®n y que pueden resumirse as¨ª: regata en dos tandas y dos jornadas con las ocho mejores traineras seleccionadas; la distancia cl¨¢sica se divide en dos largos con una sola ciaboga. Las normas secundarias han ido adapt¨¢ndose a la realidad. Remeros: en una primera etapa, pescadores de la localidad, luego vecinos de la misma, m¨¢s tarde vecinos de la cuenca donde resid¨ªa el club y finalmente de contrataci¨®n libre. Traineras: el l¨ªmite de peso de 300 kilos que funcion¨® en La Concha entre 1947 y 1972 ha sido homologado con las normas federativas (200 kilos) y la fibra ha sustituido la madera. El campo de regatas, que antes se trazaba con enfilaciones situadas en tierra, ahora se hace con posicionamientos a trav¨¦s de sat¨¦lite. Las regatas de traineras son para nuestro p¨²blico el m¨¢s apasionante de los deportes y las de La Concha m¨¢xima expresi¨®n.