Un juzgado de Vitoria experimenta la conciliaci¨®n entre v¨ªctima y delincuente
M¨¢s vale un mal acuerdo que una imposici¨®n. ?sta es la filosof¨ªa que recorre en la actualidad las salas de los juzgados y la que ha animado al Departamento de Justicia a promover junto a varios expertos en derecho y jueces y fiscales un proyecto piloto de mediaci¨®n, reparaci¨®n y conciliaci¨®n entre v¨ªctima y delincuente en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 4 de Vitoria. Se trata de la primera experiencia de este tipo que se realiza a nivel nacional, algo que ya existe en la justicia para los menores de edad.
El actual C¨®digo Penal no prev¨¦ el sistema de mediaci¨®n, que permite poner en contacto a la v¨ªctima y el delincuente para que traten de llegar a alg¨²n tipo de acuerdo -econ¨®mico, petici¨®n de perd¨®n- y no se judicialice la denuncia. El juez decano de Vitoria, Jaime Tapia, es uno de los impulsores del proyecto. En su opini¨®n, "a pesar de las restricciones legales, el C¨®digo deja algunos resquicios por donde introducir las medidas de conciliaci¨®n y reparaci¨®n, aunque sea t¨ªmidamente". La legislaci¨®n penal de varios pa¨ªses europeos s¨ª que recogen este procedimiento, que puede llevar, en los casos que haya acuerdo entre v¨ªctima y delincuente, a sobreseer el expediente abierto en los juzgados. En Espa?a impera el principio de legalidad, es decir que si alguien comete un delito se le debe imponer una pena. Tan s¨®lo la justicia de menores est¨¢ facultada para aplicar medidas de conciliaci¨®n. El Departamento de Justicia se puso en contacto a principios de a?o con dos profesoras de la Facultad de Derecho de San Sebasti¨¢n y de Deusto para estudiar c¨®mo introducir la f¨®rmula de la mediaci¨®n en los juzgados de Euskadi. Estas profesionales del Derecho ya han desarrollado varios trabajos en este campo. As¨ª, elaboraron un primer proyecto y estudiaron qu¨¦ juzgado de Instrucci¨®n podr¨ªa ser el m¨¢s adecuado para ponerlo en marcha. Estos juzgados son los que se encargan de filtrar las denuncia. Deciden cu¨¢les tienen relevancia como para ser vistas por los juzgados de lo Penal, que son quienes juzgan y condenan. Tras un chequeo a varias salas, se opt¨® por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 4 de Vitoria porque, entre otras razones, las fiscales adscritas a este juzgado tambi¨¦n se ocupan de los menores y conocen el campo de la mediaci¨®n. El planteamiento inicial de las expertas fue lim¨¢ndose en sucesivas reuniones con el departamento y los miembros del propio juzgado hasta dar con la idea m¨¢s posibilista. El pasado julio comenz¨® a aplicarse. El primer y ¨²nico caso que el juzgado ha delegado hasta ahora a los servicios de mediaci¨®n todav¨ªa est¨¢ pendiente de resoluci¨®n. Se trata de una pelea entre dos vecinos que termin¨® con lesiones de consideraci¨®n en uno de ellos. El C¨®digo Penal incluye dos tipos de figura merecedoras de castigo: los delitos y las faltas. "En principio", comenta Tapia, "es m¨¢s f¨¢cil llevar a cabo las medidas de conciliaci¨®n en lo que se refiere a las faltas, ya que re¨²nen peculiaridades como la menor gravedad del hecho y la posibilidad de que a trav¨¦s de la retirada de la denuncia se articule una desaparici¨®n de la pena". Apret¨®n de manos Pero el objetivo es aplicar la mediaci¨®n tambi¨¦n a los delitos, que s¨®lo son perseguibles si hay denuncia. Si la denuncia se retira, no hay acusaci¨®n. Ah¨ª es donde entra el proceso de reparaci¨®n entre delincuente y v¨ªctima, que puede acabar con un apret¨®n de manos, con una indemnizaci¨®n econ¨®mica o con una petici¨®n de disculpas. "Si hay un acuerdo", precisa el juez, "el C¨®digo Penal actual permite tener en cuenta la reparaci¨®n a la v¨ªctima como una circunstancia atenuante muy cualificada. No habr¨¢ un sobreseimiento libre, pero el arrepentimiento ante la v¨ªctima se valorar¨¢ a la hora de imponer la pena". Las previsiones de Tapia son que si la experiencia resulta positiva se pueda trasladar al resto de juzgados de Instrucci¨®n de Vitoria. "El objetivo que se persigue es doble: que se reduzcan los asuntos que se judicializan y que los que se tramiten se hagan mayor consideraci¨®n a la v¨ªctima, que es la gran olvidada por la Justicia. Este sistema podr¨ªa absorver hasta el 40% de los casos de los juzgados de Instrucci¨®n".
Mediaci¨®n juvenil en auge
A diferencia de lo que ocurre con los mayores, la mediaci¨®n en la justicia juvenil es una puerta establecida por la ley para que el conflicto se resuelva en una fase primaria y no se judicialice. Los protagonistas del problema pueden lograr un acuerdo y recuperar, en alguna medida, la paz que se ha roto mediante una mediaci¨®n, una reparaci¨®n o una conciliaci¨®n. El ex consejero de Justicia Ram¨®n J¨¢uregui activ¨® estas medidas tras su paso por el departamento entre 1995 y 1997. La mediaci¨®n y la conciliaci¨®n entre los menores est¨¢ en auge. Durante todo el a?o pasado se hicieron 98 mediaciones y en el primer semestre de este a?o se supera ya el centenar. Adem¨¢s, el departamento tambi¨¦n tiene un Servicio de Mediaci¨®n Familiar. Su objetivo no es reconciliar a los c¨®nyuges que desean separarse, sino que su ruptura sea lo menos traum¨¢tica posible para los hijos. El servicio atendi¨® en 1997 a 380 personas, concluyendo un total de 106 mediaciones.
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