Manuel de Paula dibuja una Virgen gitana

"No me gusta el coro, me aburre, pero veo que pega bien aqu¨ª", dec¨ªa un joven percusionista flamenco la noche del pasado s¨¢bado en el estreno de Majar¨ª Cal¨ª, la ¨²ltima apuesta art¨ªstica del cantaor Manuel de Paula. El espect¨¢culo se ofreci¨® en el teatro de la Maestranza de Sevilla, dentro de la Bienal de Arte Flamenco, y eso debi¨® de impresionar al joven que cre¨ªa que el montaje cobraba importancia arropado por las voces de la Coral Hoyo de Manzanares. El p¨²blico, que por primera vez en el festival s¨®lo ocupaba un tercio de las casi 1.800 butacas del teatro de la Maestranza, premi¨® el esfuerzo del medio centenar de artistas con fuertes y calurosos aplausos. Por el contrario, unos pocos no quisieron esperar al final y abandonaron la sala durante la representaci¨®n. Otro sector del p¨²blico consider¨® que la aportaci¨®n de la m¨²sica cl¨¢sica al espect¨¢culo, interpretada por la coral y la orquesta de cuerda Angeli Amichi dirigidas por ?ngel de Paz, no le hizo ning¨²n favor a Majar¨ª Cal¨ª, sino m¨¢s bien lo contrario. El t¨ªtulo, que en roman¨® quiere decir Virgen gitana, narra la vida de Mar¨ªa seg¨²n la entiende el pueblo gitano. Ella, interpretada por la bailaora Inmaculada Aguilar, es el ¨²nico personaje reconocible en la obra, el resto va haciendo distintos papeles seg¨²n lo requiere el gui¨®n: La Biblia. El montaje, producido por la Bienal de Flamenco, cont¨® con las voces de los cantaores Manuel de Paula -tambi¨¦n director art¨ªstico y de la adaptaci¨®n de los textos-, Joselito de Lebrija y de un coro flamenco formado por Esperanza, Sole y Lole Le¨®n. La m¨²sica de la parte flamenca -tarantos, malague?as, albore¨¢, buler¨ªa y sole¨¢, entre otros cantes- la firma Jos¨¦ Luis Mont¨®n y la interpretaron a la guitarra el mismo Mont¨®n junto a Mart¨ªn Chico. "La idea surgi¨® en una romer¨ªa de la Majar¨ª Cal¨ª en Valencia. Estuve all¨ª y o¨ª una escolan¨ªa que hab¨ªa hecho Antonio Silva Saavedra, a quien le ped¨ª que seleccionara los textos para mi espect¨¢culo", comenta Manuel de Paula, un prol¨ªfico cantaor que grab¨® su primer disco a los quince a?os y no ha faltado a ninguna de las diez ediciones de la Bienal de Flamenco. El desarrollo dram¨¢tico, "infantil" como dijo alguien en el patio de butacas, comienza con la transformaci¨®n de Inmaculada Aguilar. A la bailaora, que aparece cuando sube el tel¨®n con un vestido blanco y una toca monjil, le calzan los tacones y le colocan el mant¨®n y la flor en el pelo. Toda blanca y lista para encarnar a la Virgen, lo que hace mientras el breves intervenciones de la coral dan paso al flamenco. A Manuel de Paula, que ha trabajado muchos a?os junto al bailaor Mario Maya, le gusta lo conceptual en escena y sustituy¨® a Jes¨²s por una jalua dentro de la que ard¨ªa una luz. No falt¨® ni la cruz, ni la lanza con que asaetearon a Cristo, ni unas buler¨ªas para el final.