Canto al f¨²tbol en Old Trafford
Manchester y Bar?a empatan en un partido abierto, divertido e ilustrativo
El f¨²tbol cal¨® hondo otra noche en Old Trafford. Por algo le llaman el teatro de los sue?os. Fue un partidazo, abierto de porter¨ªa a porter¨ªa, sin defensas, con dos equipos entregados. Mand¨® siempre la ¨²nica ley verdadera del juego: manda quien tiene la pelota.Pareci¨® por un momento que el Manchester despellejar¨ªa al Barcelona con la misma sa?a que hace un a?o lo hizo el Newcastle, de la misma manera, con la misma naturalidad, en menos de media hora (2-0). Lleg¨® despu¨¦s la reacci¨®n del Bar?a, y nadie daba un duro por el Manchester. Igual¨® a dos en el primer cuarto del segundo tiempo, y ten¨ªa el partido de su lado.
Beckham, sin embargo, no atiende a los condicionantes del encuentro, pues es capaz de decidir por si solo, y volvi¨® a poner a su equipo por delante (3-2). Un gol psicol¨®gico, capaz de atontar a cualquier rival, menos al Bar?a en Old Trafford. Volvi¨® a marcar el equipo azulgrana y forz¨®, adem¨¢s la expulsi¨®n de Butt.
MANCHESTER 3
BARCELONA 3Manchester United: Schmeichel; G.Neville, Stam, Berg, Irwin (P.Neville, m.79); Beckham, Keane, Scholes, Giggs (Blomqvist, m.83); Yorke y Solskjaer (Butt, m.55). Barcelona: Hesp; Luis Enrique, Abelardo, Reiziger, Sergi; Giovanni (Xavi, m.67), Cocu; Figo, Rivaldo, Zenden; y Anderson. Goles: 1-0. M. 17. Giggs cabecea a gol un centro de Beckham al segundo palo. 2-0. M. 25. Centro de Beckham, Yorke remata de tijeras, Hesp rechaza y Scholes remacha sobre la l¨ªnea. 2-1. M.47. Figo cede a Rivaldo en la frontal del ¨¢rea. Tras un rebote, Anderson marca. 2-2. M.59. Penalti de Stam a Rivaldo. Giovanni marca a media altura y junto al palo. 3-2. M.64. Beckham lanza una falta por encima de la barrera y a la escuadra. 3-3. M.69. Anderson cabecea al travesa?o, tras un rechace, remata de nuevo pero Butt evita el gol con la mano. Luis Enrique transforma el penalti por bajo junto al palo. ?rbitro: Stefano Bracchi, italiano. Expuls¨® a Butt por evitar un gol con la mano (m.69). Old Trafford: m¨¢s de 56.000 espectadores.
El equipo de Fergusson estuvo siempre por encima del de Van Gaal en todos los aspectos fundamentales del f¨²tbol durante el primer tiempo: en orden, velocidad, intensidad, en calidad, en juego. Los dos goles ingleses llegaron tal y como estaba escrito en el manual de Old Trafford: centro y remate a la red, una f¨®rmula infalible cuando el contrario se sale de la cancha, enmudece, se entrega.
No hizo nada el grupo azulgrana para contrarrestar el caudal de juego ofensivo del Manchester. Los centros desde la derecha de Beckham, la presencia f¨ªsica y remate de York y el serpentear de Giggs por la izquierda desmontaron a los barcelonistas.
Estuvo el Bar?a largo tiempo ausente del m¨ªtico estadio ingl¨¦s. Apareci¨® de forma fugaz. Es cierto que el ¨¢rbitro anul¨® un gol a Rivaldo en una jugada que pareci¨® legal y que Anderson pudo marcar en un remate franco ante Schmeichel, pero el gobierno del encuento correspondi¨® al Manchester.
Perdido, sin una salida limpia de la pelota desde atr¨¢s, falto de un conductor de juego, el Bar?a no tuvo consistencia para frenar a un rival con m¨¢s car¨¢cter, de f¨²tbol m¨¢s agresivo, menos tierno que los azulgrana.
El Manchester se dej¨® llevar por los pies de Beckham y la carrocer¨ªa de York, y su conducci¨®n result¨® tan dulce que acab¨® por dormirse. El inicio del segundo tiempo fue un despertador. El Bar?a baj¨® la pelota al suelo y le dio la vuelta al calcet¨ªn.
Los azulgrana igualaron la contienda con la misma simpleza que el Manchester se hab¨ªa ido con dos goles. Fue un mon¨®logo azulgrana impecable. Aparecieron entonces las figuras del Bar?a para desesperaci¨®n del contrario. Anderson mostr¨® su oportunismo, Rivaldo se ofreci¨® para menterse en el ¨¢rea y Old Trafford se estremeci¨®.
La pelota viajaba siempre por ente las piernas de los futbolistas azulgrana. Redujeron el espacio de juego a la mitad y obligaron al Manchester a defenderse, una faceta del juego que no domina, la ¨²nica en la que se siente indefenso. El buen posicionamiento azulgrana provoc¨® buenos dividendos: dos goles en un abrir y cerrar de ojos y la capacidad suficiente para reaccionar de nuevo cuando Beckham transform¨® de forma impecable un libre directo y puso de nuevo al Manchester con ventaja en el marcador.
El gol del ni?o bonito de Old Trafford fue un salvavidas para el equipo de Ferguson. No hizo pr¨¢cticamente nada m¨¢s. Estuvo de mir¨®n frente a un Bar?a al que s¨®lo le falt¨® explotar su superioridad num¨¦rica -el tercer gol provoc¨® la expulsi¨®n de Butt- en el ¨²ltimo tramo del encuentro.
No acus¨® el Barcelona las ausencias de Pellegrino ni de Kluivert, que no est¨¢n inscritos en la Liga de Campeones. Anderson jug¨® ayer muy puesto en el partido. El ariete brasile?o estuvo en la boca del gol, abri¨® espacios para la entrada de los medios, y tuvo remate. La suya fue una aportaci¨®n decisiva en un partido muy importante para un equipo azulgrana, deseoso de lavar la triste imagen que dej¨® el a?o pasado en la m¨¢xima competici¨®n internacional.
El marcador bendijo, al fin y al cabo, el esfuerzo de unos y otros. El Manchester jug¨® a sus anchas en el primer tiempo y el Barcelona fue el ¨²nico due?o del partido en la segunda parte. Old Trafford dio por bueno el resultado.
El Barcelona, al igual que hace tres temporadas, mereci¨® acabar con su leyenda negra en Inglaterra. Lleva 38 a?os sin ganar en campo ingl¨¦s, pese a que ha hecho m¨¦ritos suficientes para ganar.
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