La amenaza terrorista
(...)"Imaginen ustedes que los pr¨®ximos meses, cerca de las elecciones vascas, deciden unilateralmente o de forma acordada con los que ellos quieran, una tregua de dos o tres meses. Veremos c¨®mo los defensores del di¨¢logo ya, colocan la pelota en el tejado del gobierno, diciendo que su estrategia es v¨¢lida y que el gobierno tiene que responder. Como no hay respuesta posible pol¨ªticamente, o, mejor dicho s¨®lo se les puede ofrecer lo que a lo dem¨¢s ciudadanos de Euskadi y de toda Espa?a, a continuaci¨®n los terroristas recargar¨¢n sus armas y los c¨ªnicos de HB dir¨¢n que la culpa es del Gobierno, porque ellos y ETA ya lo han intentado. Por desgracia, no ser¨¢n los ¨²nicos que lo digan. A unos y otros, defensores de una oferta de di¨¢logo, antes, durante, o despu¨¦s de que dejen de matar, cabr¨ªa hacerles una sola pregunta. ?Qu¨¦ podremos ofrecerles a cambio de dejarlo? ?Podemos darles algo que no les damos a los que no matan? ?Sus armas pesan m¨¢s que las voluntades libres? Los dem¨¢s usamos la palabra y la raz¨®n y ellos tienen las palabras y las armas para matar a los que no est¨¢n de acuerdo". (...)"Hay algo profundo e insalvable si queremos vivir en libertad: el ¨²nico instrumento leg¨ªtimo es la palabra y la ¨²nica manera de obtener algo es mediante el voto, mediante la voluntad de los ciudadanos, expresada con libertad. ?Podemos ofrecerlo esto como han hecho en el Ulster? Claro que s¨ª. El problema es que ya lo hicimos hace 20 a?os. No a ellos solamente, si no a todos por igual, llegando mucho m¨¢s lejos en las instituciones representativas de la identidad vasca que lo acordado en Irlanda del Norte. El problema es que los terroristas no quieren convencer, sino vencer por la violencia y el miedo, como los nazis y los totalitarios de toda laya. No hacen falta propuestas para endurecer las leyes, como tantas veces, demag¨®gicamente, hemos o¨ªdo en el pasado. No hace falta tampoco cambiar las leyes para que quepan los terroristas, abri¨¦ndoles un hueco para premiar sus cr¨ªmenes. No estoy a favor de lo primero, por in¨²til, ni de lo segundo porque no someto mi libertad al terror, legitimando cualquier forma de violencia pasada o futura cuando se vive en democracia. La democracia lo ha intentado todo. Amnist¨ªa con el gobierno de Su¨¢rez, pensando en borrar el pasado, imaginando que el terrorismo era una respuesta a la dictadura, y no una apuesta por la dictadura de una nacionalismo totalitario y excluyente. Negociaci¨®n con el gobierno Calvo Sotelo. Di¨¢logo con mi Gobierno, durante las conversaciones de Argel, y nuevo intento en 1993. Indultos siempre a los que abandonaban, siguiendo el esp¨ªritu de la Constituci¨®n. Durante 20 a?os de esfuerzos democr¨¢ticos. Durante una d¨¦cada de pacto de Ajuria Enea, con su art¨ªculo 10 incluido, que tambi¨¦n han interpretado como oferta de impunidad, olvidando ellos y otros su art¨ªculo 1.
?Podemos estar de acuerdo en que ya no les vamos a dar ninguna ventaja pol¨ªtica por aterrorizar? Tienen todo lo que los dem¨¢s ciudadanos vascos tienen. Adem¨¢s matan. ?Cabe premiarlos a ellos? Es muy importante que estemos de acuerdo los dem¨®cratas, pero no lo es menos en qu¨¦ tenemos que estar de acuerdo".
(...)"Hay quienes hablan de la autodeterminaci¨®n del Pa¨ªs Vasco como soluci¨®n. La autodeterminaci¨®n es uno de los derechos interpretables, mientras que el derecho a la vida no lo es en nuestra Constituci¨®n y en la convicci¨®n de muchos dem¨®cratas. Para m¨ª, la autodeterminaci¨®n es un derecho de todos los espa?oles y no cambiar¨¦ mi opini¨®n a tiros. Respeto a los que piensan de otra forma, salvo a los que matan, que dicen querer la autodeterminaci¨®n y no respetan un derecho fundamental: el derecho a vivir. Los respeto pero no comparto su idea de la autodeterminaci¨®n. Si tienen votos para cambiar las reglas no hay puertas que cerrar. Si no los tienen, que acepten la voluntad de la mayor¨ªa o que no se llamen dem¨®cratas".
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