La visita del patr¨®n

Estos d¨ªas hemos recibido la visita de Miguel Rodr¨ªguez, el patr¨®n del Festina. Su presencia entre nosotros, los corredores del equipo, ha sido importante. Nos ha servido para cargar los ¨¢nimos y sacar la energ¨ªa dormida. Nos va a ir bien para terminar la Vuelta. Tenemos nuestras opciones. Eso, siempre que las piernas funcionen.La etapa entre Benasque y Canfranc era propicia para las escapadas. Y as¨ª ha sido. A las primeras de cambio, ha saltado el intento con 12 corredores. Del intento se pas¨® a la realidad de la fuga. Y yo era uno de los protagonistas. Rodaba junto a Bugno, Sorensen, Van Bon, rodadores de prestigio. Da gusto pedalear con ellos. Aprendes y disfrutas a su rueda.

Mientras los doce fugados rod¨¢bamos, cada uno pensaba c¨®mo ganar la etapa. Hab¨ªa posibilidades porque el gran grupo se manten¨ªa a distancia. Pero la falta de entendimiento provoc¨® la reacci¨®n de unos cuantos. Yo segu¨ªa la rueda de Bugno, ?Caray, el italiano es una delicia!, y la de Sorensen. Mi opci¨®n era la correcta al entrar en la fuga definitiva. Aguant¨¦ unos cuantos kil¨®metros pero tuve que ceder. Me qued¨¦ bloqueado. Luego reaccion¨¦ pero ya rodaba en solitario.

Al final he sido cuarto en la etapa. Eso supone mucho para m¨ª. Estoy satisfecho. He llegado cansado, y la verdad, hoy no estoy muy inspirado. Ten¨ªa una an¨¦cdota graciosa que contar y se me ha olvidado. No importa. Os la cuento ma?ana. Me voy a descansar y recordar la historieta.