El Vitalicio ya tiene su etapa

Andaba el Vitalicio buscando una etapa, ese premio de la jornada que justifica la participaci¨®n en una gran ronda, de la mano de Santi Blanco. Fue el corredor del Puerto de B¨¦jar el encargado de iniciar el camino. Lo intent¨® en varias jornadas. Desde lejos, a mitad de carrera o al final. Siempre fuera del par¨¦ntesis de la alta monta?a, terreno reservado para Clavero, quinto en la general y la opci¨®n m¨¢s s¨®lida del Vitalicio. La ¨²ltima iniciativa del equipo de la firma de seguros se firm¨® en la llegada a Canfranc, hace dos d¨ªas. Pero all¨ª estaba Bugno. Blanco opt¨® al segundo puesto. Vuelta a empezar. Casero se hab¨ªa ca¨ªdo de la Vuelta en Cerler al llegar fuera de control. El esfuerzo de Blanco era notorio. Javier M¨ªnguez, el director, tir¨® de los rusos. Le sali¨® bien. Andrei Zintchenko, el ruso de Soria, brind¨® ayer la primera victoria del Vitalicio en el tri¨¢ngulo de Sabi?¨¢nigo. Fue un triunfo limpio, bello el suyo, atacando de lejos sin mirar atr¨¢s y siempre con la vista en el horizonte.La etapa de ayer, con salida y llegada en Sabi?¨¢nigo, result¨® preciosa. Era la jornada en que la organizaci¨®n de la Vuelta la hab¨ªa destinado a pedalear la mitad de ella por carreteras francesas, en el Pirineo del pa¨ªs vecino. Los acontecimientos del Tour decidieron cambiar el itinerario para no encontrarse con posibles registros de los gendarmes franceses a los coches de los equipos participantes. No m¨¢s EPO. Una etapa, que en principio, se presum¨ªa beneficiosa para el Kelme -ambi¨¦n para Jim¨¦nez- por los puertos de primera categor¨ªa como el Portalet y el Col de Marie Blanque. No fue un cambio de ¨²ltima hora, sino dise?ado al final del Tour. Las estrategias de los equipos estaban dibujadas desde el inicio de la carrera, en C¨®rdoba.

El tri¨¢ngulo de Sabi?¨¢nigo iba a romper la carrera. Pasado el obst¨¢culo del puerto de Formigal, se entr¨® en el circuito de unos 35 kil¨®metros, por carreteras estrechas y con el alto de Navasa, de tercera categor¨ªa. Tres veces hab¨ªa que recorrer el itinerario. Las hostilidades las inici¨® Zintchenko. Estaba planificado. M¨ªnguez mand¨® al ruso por delante. Poco despu¨¦s Blanco se uni¨® a un segundo grupo formado por Mauri, Sorensen y Rubiera. El Banesto, mientras, controlaba a distancia, dejando hacer. Y el Kelme dando tirones en un intento de descolocar a Olano.

Abierto el hueco entre Zintchenko y el pelot¨®n, s¨®lo se pod¨ªa esperar que el grupo mantuviera un ritmo de mantenimiento. El ruso estuvo unos 40 kil¨®metros con una ventaja entre los 35 y 40 segundos. El Vitalicio, por si acaso, ten¨ªa la baza de Dom¨ªnguez al conseguir estar en el salto que protagonizaron Dierckxens, Etxebarria y Serpellini. No hizo falta. Zintchenko, curiosamente, vio c¨®mo se aumentaba su diferencia y lleg¨® a meta con m¨¢s de dos minutos. Un carrer¨®n, una victoria limpia, y un homenaje al padre de su compa?ero de equipo, Pruden Indur¨¢in.

Mientras todo se desarrollaba, Richard Virenque se dej¨® ver en la ¨²ltima subida al alto de Navasa. Al franc¨¦s se le vio suelto y con ganas, dispuesto a dinamitar la Vuelta en la monta?a de la pr¨®xima semana. Tiene una deuda con la ronda espa?ola. Pero ayer no estaba en su terreno predilecto, pese a ir acompa?ado de Serrano (Kelme) en su fuga de los favoritos. Fueron alcanzados pero pusieron tensi¨®n.

Result¨® una bella etapa. Superado el ecuador de la Vuelta, la carretera se abre a partir de hoy para los sprinters. Vuelve el llano, aunque s¨®lo por dos d¨ªas. La laguna Negra del Neira espera a los ciclistas el lunes. La pen¨²ltima oportunidad para los Escart¨ªn, Heras y compa?¨ªa de intentar el asalto al liderato de Olano, de conseguir, de una vez por todas, aislar al guipuzcoano de sus escuderos de cordada. Eso siempre con el permiso del Chaba Jim¨¦nez. Mientras, la ONCE-Deutsche Bank, con Jalabert, se mantiene a la expectativa.

La an¨¦cdota perteneci¨® a Alexandre Moos. El del Saeco arranc¨® en el ¨²ltimo kil¨®metro y cruz¨® la meta con los brazos en alto. Cre¨ªa haber conseguido la victoria de su vida.