El canciller Kohl utiliza Internet para lanzar su campa?a electoral
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Helmut Kohl entr¨® ayer en campa?a electoral por las rutas del ciberespacio. Durante una hora y cuarenta minutos estuvo disponible en la red para todos aquellos que quisieron conversar con ¨¦l en directo. Para su paseo espacial, el canciller federal alem¨¢n, de 68 a?os, se instal¨® en una de las plantas superiores de la central de la Uni¨®n Cristiano Dem¨®crata (CDU) en Bonn, junto al secretario general, Peter Hintze, y de dos secretarias sumamente nerviosas ante la responsabilidad de guiar al canciller por el ciberespacio.
Con su acci¨®n, Kohl quiso dar una imagen de modernidad y demostrar que es receptivo a las nuevas tecnolog¨ªas. Las preguntas se hab¨ªan acumulado antes de su llegada, pero Kohl tard¨® unos 20 minutos en contestar a la primera, lo que impacient¨® a quienes estaban esper¨¢ndole en la red: "?Alquien puede decirnos cu¨¢ndo llegar¨¢ Kohl?", preguntaba uno de los interlocutores. Y no falt¨® quien aprovech¨® para bromear sarc¨¢sticamente: "?Es dif¨ªcil manejar un ordenador! ?C¨®mo se enciende esto? ?No es verdad, Helmut?" "Por lo visto, su partido est¨¢ desbordado por la alta tecnolog¨ªa", afirmaba alguien que firmaba con el seud¨®nimo Kritika.La sesi¨®n tuvo que interrumpirse en varias ocasiones, porque el sistema se colaps¨® y dej¨® de funcionar repetidamente. En total, Kohl recibi¨® varios centenares de preguntas y emiti¨® una veintena de respuestas.
El canciller s¨®lo contest¨® a las interpelaciones que le gustaron o que le parecieron importantes y no tuvo la paciencia o el tiempo suficiente para quedarse las dos horas que inicialmente hab¨ªan sido programadas para la sesi¨®n. Agazapados en la red, algunos aprovecharon el anonimato para lanzar dardos envenenados: "?Usted tambi¨¦n fuma cigarros, se?or canciller federal?", pregunt¨® un tal Frend Freundlich. "?Me interesar¨ªa saber si el se?or Kohl ha tenido tambi¨¦n una becaria?", interrrog¨® Matthias, en clara alusi¨®n al caso Lewinsky. Tambi¨¦n hubo alguna frase obscena y pitorreos como el del peque?o Martin, quien pregunt¨® al "querido t¨ªo Kohl" si pod¨ªa conseguir que un equipo de Francfort ganara la liga de f¨²tbol de esta temporada. De lo contrario "mi pap¨¢ no te votar¨¢", amenaz¨®.
Idiotas incorregibles
Con Kohl como interlocutor, la red parec¨ªa respirar al ritmo del canciller. Las preguntas fueron m¨¢s reveladoras que las respuestas, que reiteraban en la mayor¨ªa de los casos posiciones ya conocidas. Los asuntos fueron variados, desde los impuestos hasta el desempleo, pasando por la pol¨ªtica internacional y la posici¨®n de Rusia en Kosovo.Un antiguo ciudadano de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) reproch¨® al canciller su insistencia en las responsabilidades de los ex comunistas del Este: "Usted no puede tratar a 20 millones de alemanes del Este como idiotas incorregibles, viejos comunistas y nost¨¢lgicos", le reproch¨® Peter Treue.
Las referencias al paro fueron numerosas: "?Qu¨¦ efectos puede tener su reelecci¨®n para nosotros? ?Puede darnos trabajo? ?Puede darnos m¨¢s dinero para vivir? Yo dir¨ªa que no. ?As¨ª pues, qu¨¦ nos traer¨¢ su reelecci¨®n?, pregunt¨® Stefanie Klietmann. Y a?adi¨®: "Acaso ?no necesita una secretaria? Estoy en paro como otros cinco millones de personas". "Deben crearse m¨¢s puestos de trabajo para j¨®venes. La CDU est¨¢ demasiado satisfecha de s¨ª misma", apunt¨® Sylwia. "?Se abolir¨¢n despu¨¦s de las elecciones las medidas de creaci¨®n de empleo?", pregunt¨® con iron¨ªa Martin Quablus.
Kohl defendi¨® el servicio militar, el traslado de la sede del Gobierno de Bonn a Berl¨ªn, prometi¨® impulsar la reforma fiscal inmediatamente si ganaba y asegur¨® que la mayor¨ªa de los dirigentes de los Estados federales de filiaci¨®n socialdem¨®crata le apoyar¨ªan.
El canciller se dirigi¨® a Daniela Schindler para asegurarle que pod¨ªa estar segura de que el candidato de la Uni¨®n Cristiano Dem¨®crata a las elecciones parlamentarias del a?o 2002 "no se llama Helmut Kohl".
Kohl tom¨® posici¨®n en dos cuestiones pol¨¦micas: el Impuesto sobre el Valor A?adido (IVA) y las escuchas electr¨®nicas contra la delincuencia. En el primer punto, tranquiliz¨® los ¨¢nimos exaltados por la ministra de Asuntos Familiares, Claudia Nolte, que hab¨ªa anunciado un aumento del IVA para despu¨¦s de las elecciones, y asegur¨® que no se planeaba tal cosa.
En el segundo asunto, en cambio, se reafirm¨® en lo que ¨¦l mismo ha dicho, a saber, que despu¨¦s de las elecciones, favorecer¨¢ un endurecimiento de la ley que autoriza las escuchas.
Entre tanto, las encuestas se?alan que Kohl sigue acortando la distancia que le separa de su rival socialdem¨®crata, Gerhard Schr?der. Seg¨²n los ¨²ltimos sondeos, la diferencia del actual canciller federal se sit¨²a entre dos y dos puntos y medio.
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