Los jueces niegan que impongan arrestos domiciliarios a los agresores dom¨¦sticos
Los jueces vascos niegan que persista la utilizaci¨®n de penas de arresto domiciliario para los acusados de malos tratos dom¨¦sticos, como denunci¨® esta semana la concejal responsable de Asuntos Sociales de Vitoria. La medida, no contemplada en el nuevo C¨®digo Penal, se ha aplicado hasta fechas recientes como sustitutivo de los impagos de las multas impuestas a los agresores y ha propiciado situaciones de riesgo entre las v¨ªctimas. Esta situaci¨®n ha sido denunciada por los servicios sociales de apoyo a las mujeres maltratadas.
Sin embargo, la responsable vitoriana del Asuntos Sociales, Estefan¨ªa L¨®pez (Unidad Alavesa), ha censurado esta misma semana que se sigan produciendo sentencias de este tipo. "Es una contradicci¨®n, ya que ponen a la mujer en un callej¨®n sin salida frente al agresor", se?ala. Por el contrario, considera que se debe tomar como referencia una reciente resoluci¨®n de un juez de Bilbao que oblig¨® al procesado a permanecer a varios kil¨®metros de distancia de la v¨ªctima durante el tiempo de la condena. No obstante, desde instancias judiciales se ha rechazo que ahora se dicten penas de arresto domiciliario a agresores de sus parejas. El fiscal jefe de la Audiencia de Vitoria, Alfonso Aya, asume que se han cometido errores de esta naturaleza hasta fechas recientes: "Se trataba de penas de multa que, en caso de insolvencia [del condenado], se paliaban con arrestos domiciliarios sustitutorios y que se impon¨ªan por mec¨¢nica burocr¨¢tica". "A pesar de ello, se cuidaba de que no se provocasen situaciones peores de las iniciales", subraya Aya. Jaime Tapia, juez decano de la capital alavesa, explica que con el nuevo C¨®digo Penal este tipo de casos termina con una multa o con arrestos de fin de semana, "pero que no se cumplen en el domicilio, sino en establecimientos penitenciarios". Sin embargo, Tapia pone de relieve otro de los problemas denunciados por los servicios asistenciales: "Estas agresiones son casi siempre tratadas como faltas, por lo que se puede plantear la posibilidad de que alcancen la categor¨ªa de delitos cuando existe una continuidad en ellas", indica. El precepto que recoge en el C¨®digo Penal el concepto de "habitualidad" cuenta, seg¨²n Tapia, con "lagunas" que en muchos casos impiden reunir las faltas de malos tratos, ya que se juzgan de manera individualizada. "La discusi¨®n doctrinal se centra en el n¨²mero de hechos que deben coincidir [para considerar que la agresi¨®n pasa de falta a delito] o si deben existir sentencias firmes previas sobre el mismo caso", apunta el magistrado. La edil critica la labor judicial este aspecto, observa "una falta de visi¨®n de conjunto de los malos tratos". L¨®pez pone de manifiesto que las denuncias a¨²n son escasas. Suponen s¨®lo un 25% de los casos registrados en el Servicio de la Mujer de Vitoria.
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