Josep Maria Pujol, nuevo presidente de la Universidad Internacional

El empresario Josep Maria Pujol Artigas, de 63 a?os, es el nuevo presidente del Patronato de la Universidad Internacional de Catalu?a (UIC), cargo en el que reemplaza a Ramon Guardans, impulsor del proyecto. El relevo de Guardans se daba por hecho desde finales del curso pasado, cuando el rector de la UIC, Jordi Cerv¨®s, lo comunic¨® a la Generalitat y a los rectores de las universidades p¨²blicas. La segunda universidad privada de Catalu?a imparte oficialmente clases desde hace un a?o en la parte alta de Barcelona.

Guardans, yerno de Francesc Camb¨®, de quien hered¨® su legado cultural y econ¨®mico, representa a la vieja guardia del empresariado catal¨¢n y ha tenido que pagar el alto precio de los m¨²ltiples problemas que ha debido afrontar la UIC desde su nacimiento, en especial el permanente enfrentamiento con la Generalitat y con el mundo acad¨¦mico p¨²blico catal¨¢n. A lo largo de las negociaciones, Guardans choc¨® numerosas veces con el Comisionado para Universidades e incluso con el Departamento de la Presidencia, y su presencia en la c¨²pula de la UIC se estaba convirtiendo en un obst¨¢culo para el futuro del proyecto. Algo similar le sucedi¨® cuando fue descabalgado del proceso de creaci¨®n de la primera de las universidades privadas catalanas, la Ramon Llull. M¨¢s recientemente fue forzado a dimitir de la presidencia del patronato del Museo Nacional de Arte de Catalu?a. Pujol, sin duda la gran figura emergente de la industria catalana, es un autodidacto que ha creado una de las m¨¢s importantes empresas mundiales de la automoci¨®n, Ficosa. Hace unos meses se enfrent¨® a Antoni Negre en las elecciones a la presidencia de la C¨¢mara de Comercio de Barcelona y, aunque no consigui¨® derrotarle, mostr¨® su ambici¨®n por ocupar un espacio en la esfera p¨²blica. Ahora coge las riendas de una instituci¨®n que todav¨ªa puede considerarse en periodo de rodaje. Los problemas a los que Pujol tendr¨¢ que enfrentarse, sin embargo, tienen menos que ver con la organizaci¨®n interna de la universidad, y mucho m¨¢s con las relaciones con la Administraci¨®n. Este proyecto de universidad privada, nacido de la Fundaci¨®n Familiar Catalana bajo el nombre de Universitat Lliure de Catalunya, tuvo incluso que cambiar su denominaci¨®n para conseguir la aprobaci¨®n parlamentaria, y a¨²n sigue sin poder impartir los estudios de medicina, que deb¨ªan ser el buque insignia de la instituci¨®n y para los que se preve¨ªa la utilizaci¨®n del Hospital General de Catalu?a, donde ahora tan s¨®lo se imparten especialidades menores de Ciencias de la Salud. El impasse en la cuesti¨®n del Hospital General de Catalu?a, una instituci¨®n que acumula una deuda de 14.000 millones de pesetas, pese a la ayuda que recibe de la Generalitat, pesa como una losa sobre el futuro de la UIC. Valga decir que, pese a no impartir estudios de medicina, el rectorado lo ocupa Jordi Cerv¨®s, un eminente neuropat¨®logo, a quien se atrajo con la promesa de organizar esta disciplina desde su c¨¢tedra de la Universidad Libre de Berl¨ªn. La UIC ha sido vinculada al Opus Dei debido a las relaciones de varios de sus promotores con esta entidad religiosa. Sin embargo, no est¨¢ relacionada institucionalmente con el Opus, como ser¨ªa el caso de la Universidad de Navarra, algo que, parad¨®jicamente, aument¨® los recelos de la Administraci¨®n educativa cuando se evalu¨®, para autorizarla, su capacidad para impartir estudios superiores.