La muerte de Florence Griffith a los 38 a?os a?ade m¨¢s dudas a su carrera
Florence Griffith-Joyner, doble plusmarquista mundial a¨²n de 100 y 200 metros, la atleta m¨¢s r¨¢pida que asombr¨® en 1988 y especialmente en los Juegos de Se¨²l, muri¨® ayer a los 38 a?os de edad. Seg¨²n inform¨® a las agencias un portavoz de la federaci¨®n estadounidense, y confirm¨® su marido, Al Joyner, ex campe¨®n ol¨ªmpico de triple salto, falleci¨® a consecuencia de un ataque cardiaco o cerebral en su casa de Laguna Beach (California). Su muerte a?ade un misterio m¨¢s, definitivo, a la carrera de esta singular atleta, que se retir¨® en 1989 cuando las sospechas sobre dopaje se suced¨ªan sobre ella.
Dentro de dos meses, el 21 de diciembre, cumplir¨ªa los 39 a?os. Delorez (nombre que dejar¨ªa por el camino pronto) Florence Griffith, una de las atletas m¨¢s grandes y misteriosas de todos los tiempos, se ha ido dejando tras s¨ª el mismo halo oscuridad que lleg¨® a crear con su excentricidad y sus haza?as. Pura pol¨¦mica en su carrera y extra?eza hasta por su muerte.S¨¦ptima de 11 hermanos, naci¨® en Watts, un barrio humilde del inmenso Los ?ngeles californiano, y desde los siete a?os empez¨® a correr en la fundaci¨®n para ni?os Ray Sugar Robinson, el legendario boxeador de los pesos medios, considerado por muchos como como el mejor pugilista de la historia junto a Muhammad Ali. En 1979, sin embargo, dej¨® los estudios y se puso a trabajar para ayudar a su numerosa familia. Pero Bob Kersee, su entrenador, que acabar¨ªa siendo su concu?ado, al ser el marido de la tambi¨¦n espl¨¦ndida heptatloniana y saltadora de longitud Jacky Joyner (retirada este a?o), trat¨® de salvar sus cualidades. Logr¨® que entrara a trabajar en un banco y a estudiar econom¨ªa y psicolog¨ªa en la prestigiosa UCLA.
Su primer gran puesto internacional fue en los I Mundiales disputados en Helsinki. Acab¨® cuarta en los 200 metros, su mejor prueba de siempre y en la que logr¨® despu¨¦s la medalla de plata en los Juegos Ol¨ªmpicos de Los ?ngeles 84, tras Valerie Briscoe-Hooks, entonces impresionante y que gan¨® tambi¨¦n los 400 metros, aunque en ausencia de las grandes RDA, Marita Koch y Marlies Goehr. Griffith no se clasific¨® en los 100 en las selecciones nacionales, pero su popularidad ya empez¨® a traspasar sus carreras por las pistas. Fue una innovadora con los maillots espectaculares y las u?as largu¨ªsimas y de colores, que despu¨¦s s¨®lo ha heredado en la ¨¦lite la tambi¨¦n vallista Gail Devers.
Prueba de la excentricidad de Florence Griffith lleg¨® a ser la amable invitaci¨®n a que abandonara alguna tienda afamada porque le gustaba llevar como bufanda, aparte de sus trajes pintorescos, u?as y una sonrisa permanente, una boa constrictor.
Su irregularidad corri¨® en esos momentos pareja con su manera de ser y en 1986, apenas dos a?os despu¨¦s de los Juegos Ol¨ªmpicos, se retir¨® de nuevo, aunque parcialmente, trabajando en el banco y como esteticista. Volvi¨® para los II Mundiales de 1987, en Roma, y fue ya segunda de los 200, tras la alemana Silke Gladisch. Hab¨ªa mejorado, e incluso baj¨® por primera vez de los 22 segundos, pero segu¨ªa sin ganar. La nueva derrota y su boda con Al Joyner, que tambi¨¦n la entren¨®, cambiaron su rumbo. Se dedic¨® a ver v¨ªdeos del velocista que arrasaba entonces, el canadiense Ben Johnson, y da toda la sensaci¨®n de que no s¨®lo le copi¨® en las salidas explosivas, como dec¨ªa, sino tambi¨¦n en su cuerpo. Los ingredientes no se conocen y nunca fue descubierta por drogas, como Johnson, por ejemplo, en el mismo Se¨²l (y que ayer, cosas del destino, vio rechazada en un tribunal de Ontario su apelaci¨®n a la suspensi¨®n de por vida).
Pero tal musculatura es imposible que la cambiara y redondeara s¨®lo con pesas. Tambi¨¦n copi¨® el tipo de carrera de Carl Lewis, de larga zancada y equilibrio de brazos. As¨ª, no fue extra?o que en junio de 1988 hiciera ya en San Diego 10.89 segundos en 100 y tres semanas m¨¢s tarde, en cuartos de final de los trials de Indian¨¢polis, unos incre¨ªbles 10.49, que barr¨ªan por una distancia jam¨¢s vista los 10.76 de Evelyn Ashford, mejorando muchos r¨¦cords nacionales masculinos. La pol¨¦mica tambi¨¦n se plante¨® porque hab¨ªa viento, pero sorprendentemente no en la carrera. Seg¨²n los cronometradores, era en sentido perpendicular. Y en la final hizo 10.61 con viento legal. Por todo ello, la explosi¨®n dos meses despu¨¦s en Se¨²l fue l¨®gica. Ya era FloJo. No bati¨® el r¨¦cord de 100 (hizo 10.88, y con viento 10.70 y 10.54), pero s¨ª el de 200 cuatro d¨ªas m¨¢s tarde: tras 21.76, 21.56, ya r¨¦cord, y 21.34, a¨²n mejor. Adem¨¢s, oro y plata en los dos relevos de 4 x 100 y 4 x 400. Asombroso.
Eran finales de septiembre y primeros de octubre de 1988. El 25 de febrero de 1989 anunci¨® su retirada cuando empezaban, curiosamente, los controles antidopaje por sorpresa. Ayer, todos los que hablaron fue para alabarla. Hasta Bill Clinton en un d¨ªa tan especial para ¨¦l: "Fuimos deslumbrados por su velocidad, admirados ante su talento y cautivados por su estilo". Diez a?os despu¨¦s nadie se ha acercado a sus marcas. Ni la impresionante Marion Jones actual, que no ha bajado de 10.70. Es una tarea inmensa. Y misteriosa.
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