Noche de cuchilllos largos en la CDU
Si el canciller es derrotado, los democristianos alemanes se enfrentar¨¢n al "periodo m¨¢s movido de su historia"
"Si la CDU pierde las elecciones, la vida volver¨¢ a esta casa", afirma un funcionario de la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica (CDU) en un despacho de la Konrad Adenauer Haus, la sede en Bonn del partido que lidera la coalici¨®n que est¨¢ en el poder desde hace 16 a?os en la Rep¨²blica Federal de Alemania. Por lo general, la casa madre de este partido popular e interclasista surgido en 1945 es un lugar tranquilo, excepto cuando se reunen los ¨®rganos dirigentes, la presidencia o la Junta Directiva del partido, y entonces el paisaje se anima con los Mercedes negros y los guardaespaldas de los altos funcionarios y con los periodistas que aguardan a Helmut Kohl.Los observadores pol¨ªticos en Bonn suelen opinar que, en 25 a?os de liderazgo, Helmut Kohl ha moldeado a la CDU a su imagen y semejanza y en funci¨®n de sus propias necesidades personales. En la pr¨¢ctica, esto ha supuesto una adaptaci¨®n de las organizaciones del partido a las campa?as electorales del l¨ªder, la neutralizaci¨®n, cuando no el aniquilamiento pol¨ªtico, de las personalidades que pod¨ªan hacerle sombra y la creaci¨®n de una red de lealtades personales superpuesta a la estructura federal de este partido, cuya militancia, actualmente entre las 630.000 y las 650.000 personas, est¨¢ en proceso de declive, como es la t¨®nica en las organizaciones pol¨ªticas y sociales alemanas.
Kohl sabe c¨®mo tratar a su gente. El canciller es capaz de llamar a un militante de base de provincias por tel¨¦fono para saber c¨®mo van las cosas por el distrito, felicitarles por su cumplea?os o aparecer sin previo aviso en su domicilio.
Posibles reestructuraciones
"Si perdemos, los dos meses que preceder¨¢n al congreso regular del partido van a ser el periodo m¨¢s movido de la historia de la CDU en el ¨²ltimo cuarto de siglo", pronostica un analista cristiano dem¨®crata que prefiere no dar su nombre. El congreso regular del partido tendr¨¢ lugar el 30 de noviembre en Bonn. Kohl ya dicho que piensa dejar la presidencia de la CDU, si no gana las elecciones. La Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica alemana tendr¨¢ que plantearse entonces el futuro sin el l¨ªder y ese futuro "no es precisamente rosa", ahora que el anticomunismo, que era uno de los factores de ¨¦xito del pasado, apenas moviliza al electorado, seg¨²n afirmaba el polit¨®logo Peter L?sche en un ¨¢nalisis sobre la cultura organizativa de la CDU.Desde las p¨¢ginas del Frankfurter Allgemeine Zeitung, L?sche advert¨ªa que, de pasar a la oposici¨®n, la CDU puede verse amenazada por "fuerzas centr¨ªfugas", ya que el "ejercicio del poder" es un pegamento m¨¢s consistente que la "lucha por el poder". El polit¨®logo es de los que cree que la CDU tiene una vida al margen de Kohl, por sus organizaciones de provincias, que funcionan por s¨ª mismas al margen de la vida de Bonn y por la complejidad de la estructura organizativa federal del partido que no permite controlarlo todo desde arriba.
En el paisaje que Kohl deje al retirarse, la hierba nueva puede tardar un poco en crecer, por lo menos en la c¨²spide de la CDU. Dos son hoy los pesos pesados de este partido: Wolfgang Sch?uble, el jefe de la fracci¨®n, de 56 a?os, y Volker R¨¹he, tambi¨¦n de 56 a?os que desde 1992 desempe?a el cargo de ministro de Defensa y que antes fue secretario general de la CDU, un cargo que hoy ocupa el pastor evang¨¦lico Peter Hintze, un funcionario especializado en fustigar a los los izquierdistas, tanto en 1994, con la campa?a de los calcetines rojos, como este a?o, con otra campa?a denominada de las manos rojas, en la que denuncia la posible colaboraci¨®n del partido socialdem¨®crata con los ex comunistas de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana.
A diferencia de Kohl o el ministro de Trabajo, Norbert Bl¨¹m, otro peso pesado del partido, que se instalan en una tradici¨®n cat¨®lica, fuertemente impregnada de espritu social, Sch?uble y R¨¹he vienen de familias evang¨¦licas, ambos tienden al liberalismo y ambos son considerados como socios aceptables de los socialdem¨®cratas en una eventual coalici¨®n. Sus estilos, sin embargo, son muy diferentes. Intelectualmente, Sch?uble parece m¨¢s avanzado y tambi¨¦n m¨¢s proeuropeo que R¨¹he, quien como ministro de Defensa, ha dado muestras de gran pragmatismo y concentrado sus energ¨ªas en temas espec¨ªficos de su departamento e internacionales.
A lo largo de un cuarto de siglo, el liderazgo de Kohl ha sido puesto en cuesti¨®n de forma seria y organizada por lo menos en una ocasi¨®n en 1989, durante el congreso de la CDU en Bremen. Con Hainer Geissler al frente, los conjurados, Kurt Biedenkopf, Rita S¨¹ssmuth y Lothar Sp?th no pudieron echar a Kohl de su puesto. Es m¨¢s, Kohl fortaleci¨® su posici¨®n y arroll¨® a sus adversarios. S¨®lo Rita S¨¹ssmuth logr¨® mantener la posici¨®n de presidenta del Bundestag (Parlamento), que ocupa desde 1988.
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