Una exposici¨®n muestra el deslumbrante clasicismo del arte antiguo de ?frica
"Ni Cellini hubiera fundido mejor", se exclam¨® ante las cabezas de bronce Von Lushan, el especialista encargado de catalogar las piezas requisadas en Ben¨ªn tras la expedici¨®n punitiva brit¨¢nica de 1897. Entonces, el descubrimiento de un arte africano comparable a las mejores realizaciones cl¨¢sicas europeas provoc¨® estupefacci¨®n. Hoy se puede revivir ese sentimiento de sorpresa -acompa?ado de un hondo impacto est¨¦tico- al visitar la exposici¨®n ?frica: magia y poder. 2500 a?os de arte en Nigeria, que se inaugur¨® ayer en la sede de la Fundaci¨®n La Caixa en Barcelona. La exhibici¨®n propone un recorrido sensacional que incluye obras maestras de If¨¦ y Ben¨ªn.
Dijo Claude L¨¦vi-Strauss que el esp¨ªritu humano trabaja con la ayuda de un repertorio finito de estructuras formales y que eso explica que configuraciones similares puedan repetirse, sin necesidad de invocar otras causas, en ¨¦pocas y lugares muy diferentes. Las extraordinarias creaciones art¨ªsticas de las culturas de la antigua Nigeria, a las que la Fundaci¨®n La Caixa dedica esta exposici¨®n, compuesta por 193 piezas de madera, bronce, marfil y terracota, parecen una buena prueba de ello: los retratos de los reyes de If¨¦ y Ben¨ªn emanan un aura deslumbrante de clasicismo que los emparenta en su belleza y perfecci¨®n formal con lo mejor de Grecia y Roma. No es casual que -prejuicios raciales aparte- el antrop¨®logo alem¨¢n Leo Frobenius pensara que eran realizaciones de p¨²nicos o griegos extraviados en las remotas costas de ?frica, y que viera en una cabeza de If¨¦ que representa al dios Olokun nada menos que a Poseid¨®n. La visita a la exhibici¨®n en el Palau Macaya constituye un golpe mortal al etnocentrismo, y ni siquiera modifican ese impacto la presencia de un altar ensangrentado -una escenograf¨ªa que reproduce fielmente un altar de Ben¨ªn- y, en la ¨²ltima sala del recorrido, una amplia muestra del m¨¢s cercano en el tiempo arte yoruba, que en su exuberancia y manufactura se acerca a la idea popular de "arte africano". Tras contemplar maravillas como la figura sentada de bronce, de If¨¦, que abre la exposici¨®n, considerada "la escultura m¨¢s naturalista de ?frica"; las cabezas de onis (reyes) y reinas de bronce, cobre y terracota de la misma cultura, con su serena expresi¨®n, o las vasijas en forma de concha minuciosamente decorada de la cultura de Igbo-Ukwu, se ven de otra manera los sacrificios humanos, los abigarrados panteones y los regicidios sagrados de los pueblos de ?frica, todo lo cual, por cierto, ha tenido su exacto paralelo en Europa, como ya se?al¨® en su d¨ªa Frazer. Ayer, en la presentaci¨®n de la exposici¨®n, Llu¨ªs Monreal subray¨® que las culturas africanas est¨¢n mal representadas en los museos espa?oles y que ese d¨¦ficit impuls¨® a la fundaci¨®n a organizar la exhibici¨®n. "Hab¨ªa que empezar por algo muy significativo, la cuna de la civilizaci¨®n en ?frica negra, las culturas que se suceden desde hace 2.500 a?os en el territorio de la actual Nigeria, desde la cultura de Nok, en el 500 antes de Cristo, hasta las ¨²ltimas creaciones de los yoruba". Subray¨® Monreal que nunca hasta ahora se hab¨ªan presentado juntas las obras que componen la exposici¨®n, que proceden de museos y colecciones privadas . "Hemos agrupado conjuntos culturales dispersos entre ?frica y Europa para dar una visi¨®n del clasicismo africano, sus antecedentes y derivaciones", sintetiz¨®. Los comisarios Jean-Hubert Martin y Alberto Costa destacaron que el arte cl¨¢sico africano desmonta el t¨®pico de unas sociedades tribales y salvajes, inferiores a las de Occidente. "Los bronces de Ben¨ªn son de la misma ¨¦poca que la Florencia de los M¨¦dicis", dijo Martin, que subray¨® la habilidad para trabajar el bronce de los artistas de If¨¦ y Ben¨ªn. Costa recalc¨® que muchas de las obras de estas culturas se cuentan por propio derecho entre las realizaciones maestras del arte universal, y que la exposici¨®n demostrar¨¢ al p¨²blico espa?ol que el arte africano no es esa artesan¨ªa de baja calidad que se le pone a menudo ante los ojos.
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