El tiempo parado
Es un viaje por la memoria literaria de Alemania el recorrer la geograf¨ªa de la antigua RDA con sus pueblitos, sus calles empedradas, sus iglesias, ayuntamientos y palacios, sus estrechas carreteras flanqueadas por inmensos casta?os, cerrados hayedos, bosques de abetos inmensos, lagos y canales.Durante las casi cinco d¨¦cadas del r¨¦gimen comunista estas regiones han vivido como si el tiempo se hubiera parado en muchos aspectos. No hubo aqu¨ª dinero despu¨¦s de la guerra para reconstruir tanto y por ello se destruy¨® tambi¨¦n mucho menos que en Alemania occidental.
Frente a los horrores arquitect¨®nicos y urban¨ªsticos cometidos en occidente en los a?os sesenta y setenta, nada sucedi¨® por aqu¨ª para mal y para bien. Con la reunificaci¨®n comenzaron otra vez los relojes a moverse. La rehabilitaci¨®n de los n¨²cleos urbanos de las ciudades ha avanzado espectacularmente en los ¨²ltimos a?os. Ciudades enteras se han limpiado la cara y han creado nuevas infraestructuras. En algunas como Berl¨ªn, Halle, Cottbus, Dresde o Rostock, en las que muchas ruinas de la guerra segu¨ªan cubiertas de maleza cuando cay¨® el r¨¦gimen comunista, se han acometido costos¨ªsimas obras de restauraci¨®n y rehabilitaci¨®n de edificios que hace unas d¨¦cadas sin duda se habr¨ªan demolido.
La reconstrucci¨®n de la iglesia Frauenkirche en Dresde es uno de los ejemplos m¨¢s caros, pero tambi¨¦n m¨¢s espectaculares, de esta recuperaci¨®n del patrimonio hist¨®rico que tanto sufri¨® los bombardeos y combates y despu¨¦s el paso del tiempo.
Las obras de autopistas y comunicaciones en general son ingentes. Toda Alemania oriental parece una ¨²nica zona de construcci¨®n. Crear una infraestructura equiparable a la del resto de Alemania exigir¨¢ a¨²n muchos a?os de fort¨ªsimas inversiones. Aeropuertos, trenes de alta velocidad y nudos de autopistas son parte de este inmenso esfuerzo por hacer del este alem¨¢n una regi¨®n con atractivo para la inversi¨®n.
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