Concha de Oro, entre abucheos, a la insignificante "El viento se llev¨® lo que"

Hubo al final sorpresa, para unos con sabor a susto y para otros de chiste. En lugar de una de las cuatro importantes pel¨ªculas que destacaron sobre sus competidoras en el concurso, el jurado que elabor¨® la lista de premios otorg¨® ayer la Concha de Oro, m¨¢ximo galard¨®n de este festival, al filme argentino, escrito y dirigido por Alejandro Agresti, El viento se llev¨® lo que. La sala del hotel Mar¨ªa Cristina donde el jurado ley¨® su decisi¨®n, atestada de informadores, estall¨®, al o¨ªr el t¨ªtulo de tan insignificante filme, y tras un instante de estupor incr¨¦dulo, en un coro un¨¢nime de abucheos y rechiflas.

Escenas de bronca colectiva como la presenciada ayer en la sala donde el jurado de esta edici¨®n del festival dio a conocer su decisi¨®n, hac¨ªa tiempo que no ocurr¨ªan en un festival de la envergadura del donostiarra. Este cronista lleva d¨¦cadas asistiendo a todos los festivales europeos importantes y no recuerda, desde hace ocho a?os en el de Berl¨ªn, un abucheo tan clamoroso. El fallo fue recibido por los centenares de informadores (api?ados en la estancia o fuera de ella, ante monitores de Canal +, que retransmiti¨® en directo el acto), con todas las gamas imaginables de la burla y la rechifla, de forma que la incredulidad y la indignaci¨®n dejaron pronto paso a la expansiva emoci¨®n de los asistentes de sentirse testigos presenciales de un divertido, por enorme, disparate.Los jurados, cuya funci¨®n arbitral les pide ser todo lo contrario, se convirtieron en protagonistas, desplazando a los cineastas y sus pel¨ªculas. Nadie hablaba ayer aqu¨ª, tras el acto, de la pel¨ªcula ganadora, que es agradable pero de corto alcance, sino de qu¨¦ alambiques mentales han permitido a profesionales del cine de tanta experiencia como el director polaco Jerzy Skolimovski, la actriz italiana Valeria Golino y su colega mexicana Patricia Reyes, firmar un acta que sanciona a una trivial pel¨ªcula hinchada, resultona e insignificante, prototipo de las que enga?an a los cin¨¦filos poco expertos o incautos, como superior a filmes del riesgo y el fuste del estadounidense Dioses y monstruos; los franceses Finales de agosto, primeros de septiembre y De todo coraz¨®n; y el espa?ol Barrio, que son abrumadoramente superiores al canonizado ayer aqu¨ª.

No es por tanto raro que se oyeran gritos enigm¨¢ticos, pero de concreci¨®n vitri¨®lica, de "?Basquiat! ?Basquiat!", alusivos al ¨²nico filme de Julian Schnabel, prominente esteta miembro del jurado y autor, en ese aludido filme, de uno de los m¨¢s perfectos modelos de analfabetismo cinematogr¨¢fico de que hay noticia.

Tras consumar su tropel¨ªa, que da?a gravemente a la credibilidad del festival donostiarra, el jurado se cur¨® en salud concediendo un doble Gran Premio Especial, con toda la pinta de coartada bals¨¢mica, a Dioses y monstruos y De todo coraz¨®n, obras cinematograficas importantes, adultas. Y a?adi¨® m¨¢s de los mismo al dar otro Premio del Jurado a Don, otra genial concreci¨®n de la pasi¨®n realista que est¨¢ convirtiendo a la pobreza material del cine de Ir¨¢n en fuente de riqueza moral y art¨ªstica.

El incompetente jurado no se atrevi¨® a no conceder un lugar en la lista de premios a la pel¨ªcula espa?ola Barrio, pero pretender aislar, dentro de la fort¨ªsima unidad interior de un trabajo colectivo sin fisuras, un ¨²nico aspecto, la direcci¨®n de Fernando Le¨®n, por esencial que sea, es una manera de simplificar con torpeza la verdadera identidad de esta grave, compacta e introceable obra.

Sagacidades

Dar el premio a la mejor actriz a Jeanne Balibar, una de los dos protagonistas de Finales de agosto, primeros de septiembre, da muestras de parecida sagacidad. Si se hubiera elegido a su otra actriz, Virginie Ledoyen, se hubiera acertado igualmente. Es como meter la mano sin mirar en un tarro de exquisitas esencias, que al tacto seguro que sale bien perfumado, lo que dice poco de la capacidad de riesgo mostrada por el conglomerado de premiadores que ayer, como los malos ¨¢rbitros de f¨²tbol, protagoniz¨® un partido que no jugaba.Adem¨¢s de los citados, compon¨ªan el jurado el productor brit¨¢nico Jeremy Thomas, el escritor espa?ol Manuel Rivas y la realizadora y montadora chilena Valeria Sarmiento, que con sus colegas de estropicio consideraron mejor fotograf¨ªa a la del mexicano Rodrigo Prieto en Un embrujo, que es ciertamente estupenda, pero convencional si se la coteja con el prodigio de tenebrismo visual de la japonesa ?ltima vida; e hicieron un alarde de vista digno de linces al considerar mejor actor al brit¨¢nico Ian McKenllen, decisi¨®n tan arriesgada como decir que aquel tipo estrafalario del bomb¨ªn, un tal Chaplin, hac¨ªa re¨ªr.