Los ministros de Econom¨ªa de la UE piden un trato positivo para Am¨¦rica Latina
Los Quince avanzan en el plan para crear un embri¨®n de Gobierno econ¨®mico mundial
Los ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la Uni¨®n Europea (UE) reclamaron ayer a EE UU que pague sus atrasos al FMI. Preocupados como nunca hasta ahora por el impacto de las crisis financieras internacionales, los Quince propugnaron otorgar al Fondo "un papel creciente". Acogieron bien la propuesta francesa de configurarlo como un embri¨®n de Gobierno econ¨®mico mundial y la espa?ola, que pide un trato positivo con Am¨¦rica Latina.Cocinaron -con la oposici¨®n alemana- las bases de un consenso para que la zona euro hable en el G-7 con una sola voz.
Psicol¨®gicamente reforzados porque la uni¨®n monetaria ya est¨¢ en marcha, el Ecofin mir¨® por vez primera el mapamundi como cosa propia. Y aunaron posiciones ante las asambleas del FMI y del Banco Mundial del pr¨®ximo d¨ªa 30. Eso no es una noticia. Es un notici¨®n que pasen de la ensimisamada Europa hacia adentro a la extravertida Europa hacia afuera. A ello contribuye la preocupaci¨®n por el impacto de las crisis asi¨¢tica y rusa, superior al reconocido hasta ahora y que podr¨ªa mermar los ben¨¦ficos efectos de euro."Las turbulencias amenazan la reactivaci¨®n", reconoci¨® el presidente de turno del Ecofin, el austriaco Rudolf Edlinger. "La cuesti¨®n es saber si la demanda interna, que se mantiene fuerte, compensar¨¢ la debilidad de la externa", subray¨® el comisario de Asuntos Monetarios, Yves-Thibault de Silguy.
Aumento de cuotas
Por eso reclamaron "a todos" que paguen lo que deben al FMI, y la "r¨¢pida aplicaci¨®n" del aumento de cuotas ya decidido. Ese aumento supone una inyecci¨®n de casi seis billones de pesetas. A EE UU le tocan 2,5 billones, entre atrasos y compromisos incumplidos por el boicoteo del Congreso, de mayor¨ªa republicana. "?ste es un llamamiento muy serio", dijo Edlinger.Es lo que propugnaban Francia y Espa?a. El ministro espa?ol, Rodrigo Rato, consigui¨® adem¨¢s "meter en la agenda" a Am¨¦rica Latina, como zona que, a diferencia de otras, se ha portado bien (manteniendo sus reformas y sin romper el modelo liberal), lo que la configura como candidata a m¨¢s apoyo, aunque no se han fijado cantidades ni se ha creado un fondo especial.
El franc¨¦s Dominique Strauss-Kahn recogi¨® pl¨¢cemes de casi todos por su propuesta de vertebrar el FMI como director de orquesta de la econom¨ªa financiera mundial y de regular suavemente la libre circulaci¨®n de capitales. "Es excelente, apenas hab¨ªa visto hasta ahora que mi pa¨ªs fuese capaz de elaborar un documento de posiciones no s¨®lo para Francia, sino para toda Europa", coment¨® el director del FMI, Michel Camdessus. "Es un interesante enfoque, lo examinaremos profundamente en nuestras pr¨®ximas reuniones", complet¨® Edlinger.
El Ecofin logr¨® tambi¨¦n empezar a superar su refriega sobre la representaci¨®n mundial de la zona euro. S¨®lo Alemania (Theo Waigel no lleg¨® por un atasco), el jefe del Bundesbank, Hans Tietmeyer; y Wim Duisenberg, del Banco Central Europeo, se aferraron a que "la pol¨ªtica econ¨®mica es de competencia nacional". Los dem¨¢s alcanzaron las bases de un consenso: la uni¨®n "no s¨®lo es monetaria sino econ¨®mica y monetaria", por lo que Europa "debe hablar con una sola voz" en foros monetarios y econ¨®micos, como el G-7. Sus representantes deben contar con un mandato concreto.
Compromiso inicial
Francia cambi¨® su posici¨®n, apunt¨¢ndose a que los Once del euro est¨¦n representados en ¨¦l por su presidente de turno (si EE UU, Canad¨¢ y Jap¨®n lo aceptan). Y los belgas admitieron como mal menor la posibilidad de que sean los europeos que son socios del G-7 (Alemania, Francia e Italia, pues el Reino Unido no participa en el euro) quienes representen a los Once, asistidos por uno de los socios peque?os en calidad de segundo de la delegaci¨®n. Los mimbres de un compromiso est¨¢n puestos. Alemania negaba el principio, pero acabar¨¢ arrastrada, cre¨ªa la mayor¨ªa.La guinda de este Ecofin fue el compromiso para aprobar antes del 1 de julio pr¨®ximo un paso giganteso hacia la armonizaci¨®n fiscal, la directiva sobre la imposici¨®n al ahorro. La siembra de Viena promete cosecha abundante.
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