El caos circulatorio "salpica" al secretario de Estado

Sin compasi¨®n. El Ayuntamiento de Valencia decidi¨® ayer atajar el caos circulatorio que se origina cada a?o en los alrededores de la Feria de Valencia en estas fechas y envi¨® a las gr¨²as para retirar los coches que molestaban al tr¨¢fico rodado. Y result¨® que uno de esos coches era el del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila. Seg¨²n pudo saber este peri¨®dico, Michavila lleg¨® a la Feria y, a indicaciones de la Policia Local, aparc¨® en un sitio con la promesa de que no iba a pasar nada. La sorpresa para el alto cargo del Ejecutivo de Aznar lleg¨® cuando a la salida del acto inaugural se encontr¨® con la fat¨ªdica pegatina fosforescente que sustituye al coche cuando la gr¨²a retira el veh¨ªculo, a pesar de la promesa de los guardias locales. El de Michavila no fue el ¨²nico caso, aunque s¨ª el m¨¢s significativo. Una vez m¨¢s, los problemas de aparcamiento -con el a?adido de la gr¨²a- fueron la nota negativa del certamen. Algunos de los visitantes y de los expositores aparcaban en agrestes zonas alejadas del recinto ferial. Para mayor enfado, una molesta lluvia acompa?aba a los conductores hasta la puerta de la feria. Si para algunos la sorpresa fue la actuaci¨®n de la gr¨²a, para otros lo fue la de los cacos que en esta ¨²ltima semana de septiembre suelen hacer su agosto particular en los aleda?os del recinto ferial, aprovechando la soledad en que se quedan los coches. Desde Feria Valencia se aseguraba ayer que este a?o se ha incrementado el n¨²mero de plazas de aparcamiento vigiladas, entre ellas las del Palacio de Congresos. Por otra parte, tambi¨¦n se justificaba la actuaci¨®n de la gr¨²a -no en el caso de Michavila- para garantizar una circulaci¨®n m¨ªnimamente fluida en los accesos al recinto que suelen bloquearse con una pasmosa facilidad. Tanto que los que optaron por el taxi, en los momentos de mayor afluencia, decid¨ªan bajar antes de llegar a la puerta de la feria para que el tax¨ªmetro no se disparara. Por lo que respecta a los problemas de circulaci¨®n en la avenidad de las Cortes Valencianas -la pista de Ademuz- la sala de control del tr¨¢fico del Ayuntamiento de Valencia no pudo ayer ofrecer datos sobre el flujo de coches. Se desconoce, por tanto, si las dos gigantescas rotondas construidas al tiempo que el Palacio de Congresos han servido, o no, para evitar el tradicional caos circulatorio.