Astronautas con los pies en la tierra
INVESTIGACI?N, El pr¨®ximo 29 de octubre, media Espa?a vivir¨¢ con especial inter¨¦s el lanzamiento de la nave espacial Discovery desde Cabo Ca?averal. Pedro Duque, un ingeniero aeron¨¢utico madrile?o, se convertir¨¢ en el primer astronauta espa?ol desde el inicio de la conquista del espacio. Sin embargo, la haza?a de Duque ser¨¢ algo secundario para los miembros del Laboratorio de Estudios Cristalogr¨¢ficos (LEC) de la Universidad de Granada, dirigido por el profesor del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), Juan Manuel Garc¨ªa. Los siete cient¨ªficos que lo componen, concentrar¨¢n su ansiedad y sus ilusiones en las entra?as del transbordador. All¨ª, en una peque?a y sofisticada caja despegar¨¢ el fruto de un a?o de trabajo. No es la primera vez que este laboratorio, dependiente del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, pone en ¨®rbita sus experimentos. En 1996 envi¨® al espacio varias pruebas para el estudio de la cristalizaci¨®n de prote¨ªnas en condiciones de microgravedad. Medio centenar de institutos europeos de investigaci¨®n se disputan cada a?o el honor, el prestigio y el dinero de participar en los programas experimentales de la Agencia Espacial Europea. Y s¨®lo los grupos m¨¢s innovadores, como el granadino, tienen acceso a ellos. En el interior de la caja y en condiciones de microgravedad, los cient¨ªficos podr¨¢n perfeccionar las t¨¦cnicas de cristalizaci¨®n de prote¨ªnas en el espacio. Una labor de experimentaci¨®n a la que la industria farmac¨¦utica dedica millones de d¨®lares cada a?o. "El estudio de las prote¨ªnas es fundamental para la creaci¨®n de nuevos medicamentos. Si, por ejemplo, se identificara la estructura de las que componen el virus del sida, podr¨ªa desarrollase una vacuna", explica Ferm¨ªn Ot¨¢lora, cient¨ªfico portavoz del LEC. Pero, ?por qu¨¦ es tan importante su cristalizaci¨®n? "En el cuerpo de los seres vivos existen miles de prote¨ªnas diferentes. Son como maquinitas encargadas de regular el metabolismo. Su forma de trabajar depende de su estructura molecular. Para entender su funcionamiento, para corregirlo o mejorarlo si se estropean, es necesario entender su estructura. Y para estudiarla s¨®lo existen dos m¨¦todos: los rayos X y la resonancia magn¨¦tica nuclear", muestra Ot¨¢lora paso por paso. "Esta ¨²ltima tecnolog¨ªa s¨®lo funciona para prote¨ªnas peque?as. Los rayos X, por el contrario, permiten analizar prote¨ªnas de cualquier tama?o. El ¨²nico inconveniente de este sistema es que necesitas un cristal de la misma materia que quieres estudiar. Y ah¨ª es donde entramos nosotros". El LEC est¨¢ desarrollando un innovador proceso de cristalizaci¨®n de prote¨ªnas (de acupuntura en geles) que consigue cristales de gran calidad y versatilidad. "Cuanto m¨¢s perfecto sea el cristal de la prote¨ªna, los resultados obtenidos en el an¨¢lisis por rayos X ser¨¢n m¨¢s elocuentes. Y curiosamente, los de mejor calidad se consiguen en condiciones de ausencia de gravedad", explica Ot¨¢lora. Los investigadores granadinos han simulado en su laboratorio condiciones muy parecidas a las de la microgravedad, pero intuyen que obtendr¨¢n mejores resultados de cristalizaci¨®n en el espacio. "Por eso enviamos 13 experimentos en la lanzadera Discovery". El objetivo del laboratorio granadino y de la ESA es perfeccionar el sistema y venderlo a las multinacionales productoras de f¨¢rmacos.
La idea de Clinton
Despu¨¦s de un garbeo de ocho d¨ªas y veinte horas por el espacio, los siete miembros de la misi¨®n STS-95 de la NASA, incluido el veterano John Glenn, podr¨ªan dar un paseo por las calles del Albaic¨ªn. A¨²n no ha sido confirmado, pero el Ministerio de Industria ya trabaja en los preparativos de la recepci¨®n, prevista para principios de noviembre. Los culpables de tan ilustre visita han sido el astronauta espa?ol Pedro Duque y, c¨®mo no, Bill Clinton. En un reciente viaje a Cabo Ca?averal, el presidente americano coincidi¨® con Duque y se deshizo en elogios hacia la ciudad de la Alhambra. Clinton anim¨® a los astronautas de la misi¨®n a conocerla y fue el propio Duque, junto con los componentes del Laboratorio de Estudios Cristalogr¨¢ficos, quien los invit¨®.
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