Alivio en el laberinto
El hospital madrile?o Gregorio Mara?¨®n acerca su servicio de informaci¨®n, estableciendo ocho puestos de atenci¨®n directa en tres de las entradas, a los 15.000 visitantes diarios
M¨¢s de 15.000 personas entran cada d¨ªa en el hospital Gregorio Mara?¨®n. Muchas de ellas lo hacen desorientadas y, casi todas, con problemas a cuestas. Por si fuera poco, no es f¨¢cil situarse en este laberinto sanitario: 162.320 metros cuadrados repartidos en 14 edificaciones distribuidas en dos manzanas, a las que se suman otros dos pabellones m¨¢s alejados. A la vista de las dificultades y quejas de los usuarios por la falta de informaci¨®n, los responsables del centro han establecido ocho puestos de atenci¨®n directa, sin mamparas, ventanillas, ni mostradores, en tres de las entradas: pabell¨®n principal, urgencias y consultas.Dos o tres empleadas atienden al p¨²blico. La iniciativa, que ha cumplido un a?o en verano, busca esencialmente humanizar el trato a los usuarios. El balance es positivo, seg¨²n un portavoz del centro: el n¨²mero de quejas ha bajado y los usuarios est¨¢n m¨¢s satisfechos.
"Al principio se cre¨ªan que ¨¦ramos de una agencia de viajes o vendedoras de libros", comenta Isabel Salgado, de 46 a?os, una de las tres personas situadas en la entrada del pabell¨®n principal en Doctor Esquerdo, 46. Durante el mes de junio, por citar el ¨²ltimo antes de las vacaciones, se registraron 13.298 consultas. De ellas, 8.075 estuvieron referidas a pruebas m¨¦dicas, tanto sobre el lugar al que acudir, los horarios o la tramitaci¨®n administrativa necesaria. Dos de las informadoras, se encuentran sentadas tras una mesa esperando que alguien acuda a ellas. La tercera permanece de pie y se mantiene alerta a la caza del despistado.
"La gente viene con mucho miedo a hacerse las pruebas y a veces con un poco de informaci¨®n se tranquilizan", explica Salgado. "El servicio ha tenido muy buena acogida. Es un trato cercano que inspira confianza. La gente nos pregunta de todo, incluso de d¨®nde sacar una partida de bautismo", a?ade. Las personas mayores son las m¨¢s necesitadas de ayuda. "Van con su bast¨®n y a veces casi no pueden ni andar. Entonces, les acompa?amos", dice Salgado.
Mari Carmen Carrasco, de 25 a?os, resalta que lo que m¨¢s necesita la gente "es ser escuchada. "Vienen con problemas muy grandes. Consultan sobre todo tipo de temas, drogadicci¨®n, sida, alojamientos o transportes". Alicia Alonso, 28 a?os, la tercera informadora del pabell¨®n, comenta:"Algunos pacientes que vienen todos los d¨ªas a recibir tratamiento se acercan a contarnos c¨®mo se sienten. Se desahogan y eso les ayuda".
Un portavoz de este hospital con 2.000 camas asegura que la estructura del centro, con 30 a?os de vida, supone un problema para extender este servicio, que pronto llegar¨¢ a Oncolog¨ªa. La informaci¨®n cercana es un primer alivio para miles de pacientes.
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