Presentaci¨®n de las "ecograf¨ªas" de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica
Ya hay una prueba m¨¢s para culpar a un meteorito de la famosa extinci¨®n de los dinosaurios. La estructura interna de la corteza terrestre en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, en M¨¦xico, muestra las cicatrices de lo que puede haber sido el impacto de un objeto de unos 20 kil¨®metros de di¨¢metro hace unos 65 millones de a?os, seg¨²n los datos presentados por varios equipos de geof¨ªsicos en el VIII Congreso Internacional sobre S¨ªsmica Profunda celebrado la semana pasada en Playa de Aro (Gerona). En esta reuni¨®n los investigadores espa?oles presentaron los resultados del ESCI (Estudios S¨ªsmicos de la Corteza Ib¨¦rica), el primer proyecto en detalle sobre la pen¨ªnsula, que por ejemplo revela la sorprendente estructura de la cornisa cant¨¢brica.La s¨ªsmica profunda proporciona una imagen tridimensional de la corteza terrestre, una ecograf¨ªa con informaci¨®n de lo que hay incluso a 50 kil¨®metros bajo la superficie, como explica uno de los organizadores del congreso, Josep Gallart, del Instituto Jaume Almera (CSIC, Barcelona). La t¨¦cnica consiste, b¨¢sicamente, en registrar en la superficie el eco de ondas s¨ªsmicas que los propios investigadores han generado artificialmente, un eco que da informaci¨®n sobre el tipo material que ha atravesado. El an¨¢lisis de ondas s¨ªsmicas es lo que permite investigar a mayor profundidad el interior terrestre -las perforaciones no pasan de la docena de kil¨®metros-.
"En los estudios en tierra se producen peque?as explosiones controladas para generar las ondas s¨ªsmicas, que detectan a lo largo de una l¨ªnea de m¨¢s de 15 kil¨®metros, varios centenares de instrumentos de registro, ge¨®fonos. En el mar las ondas se generan desde un barco con ca?ones de aire comprimido, y un cable largo tambi¨¦n con muchos ge¨®fonos registra el eco", explica Gallart. "La tecnolog¨ªa ha mejorado mucho: de decenas de instrumentos de registro para cada disparo hemos pasado a centenares".
Historia compleja
En ESCI s¨®lo participaron investigadores espa?oles, m¨¢s de medio centenar, que en los a?os 91 y 92 tomaron datos por toda la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica (tierra y mar). Sus resultados revelan que el grosor de la corteza es muy distinto seg¨²n las zonas, lo que a su vez habla de los procesos tect¨®nicos en marcha. "La historia geodin¨¢mica de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica es compleja. En su entorno hay muchos procesos que no se dan en ninguna otra parte del planeta", explica Juanjo Da?obeitia, tambi¨¦n del Instituto Jaime Almera.Una de las mayores sorpresas ha estado en los Picos de Europa: han descubierto que bajo ellos la corteza tiene hasta 50 kil¨®metros de grosor, unos 20 m¨¢s que en el resto de la franja norte. "Recorriendo en horizontal una distancia de menos de un centenar de kil¨®metros la corteza se engrosa much¨ªsimo. Esto indica que entre las placas ib¨¦rica y europea ha habido m¨¢s compresi¨®n de lo que se imaginaba, y sugiere la hip¨®tesis de que tal vez una falla fuera la causante de los terremotos de Galicia", dice Gallart.
Para Diego C¨®rdoba, de la Universidad Complutense, "es un resultado espectacular e inesperado. Es muy infrecuente que se den diferencias tan grandes de grosor en distancias tan peque?as". Su grupo ha estudiado tambi¨¦n la corteza oce¨¢nica al oeste de Galicia, "y se observa que la discontinuidad contin¨²a: a apenas 50 kil¨®metros de la costa gallega la corteza se ha adelgazado hasta ser de s¨®lo 10 kil¨®metros". El ESCI muestra tambi¨¦n diferencias en la zona de Levante y Baleares, donde la corteza es muy delgada. El archipi¨¦lago balear se est¨¢ separando poco a poco de la costa peninsular, y la litosfera se estira.
Este tipo de conocimiento es ¨²til "para detectar fallas, c¨¢maras magm¨¢ticas de volcanes y en ¨²ltima instancia evaluar riesgos", dice Gallart. Y hay adem¨¢s otras aplicaciones, por ejemplo a la hora de buscar lugares seguros para almacenar residuos peligrosos.
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