Vicente Verd¨² gana el Espasa con un ensayo sobre los cincuentones

"Es un libro sincero, inevitable. Me cay¨® encima sin llamarlo", dice Vicente Verd¨² sobre su ensayo Se?oras y se?ores. Impresiones desde los 50, que ayer recibi¨® el XV Premio Espasa de Ensayo, dotado con cinco millones de pesetas. La obra es una reflexi¨®n personal sobre las contradicciones de esa edad aparentemente redonda. "Por un lado eres un veterano: llega el sosiego, te aceptas a ti mismo, tu sensibilidad se multiplica... Por el otro, el espejo ense?a un se?or mayor, y despistado: fuera para siempre de la juventud, la publicidad, las veintea?eras...".

Verd¨² ha recurrido a la iron¨ªa como v¨ªa principal para explicarse y explicar c¨®mo funciona esa nueva mirada que los 50 a?os parecen obligar a tomar. "Cualquier cambio de d¨¦cada es siempre una nueva etapa, pero el paso de los 40 a los 50 es seguramente el cambio m¨¢s trascendente. Ya eres un se?or sin remisi¨®n posible: antes pod¨ªas ser un hombre de cuarenta y tantos, ahora eres un se?or de cincuenta y... A los hombres les empieza a sentar bien el chaqu¨¦, a las mujeres s¨®lo las ven como madrinas de boda..."Nacido en Elche en 1942, Verd¨² se encontr¨® con el proyecto del libro encima de su mesa en 1993, reci¨¦n ingresado en el club de los cincuentones. "Hice la primera versi¨®n y no me gust¨®, la fui cambiando y la termin¨¦ esta ¨²ltima primavera, ya con 55. Creo que eso ha sido una ventaja, porque ahora s¨¦ mucho m¨¢s de los 50 de lo que sab¨ªa entonces".

Sin otro m¨¦todo que esa "nueva tranquilidad minuciosa" que, seg¨²n cuenta, es la parte mejor de esa "edad meseta", Verd¨² viaja desde lo interior hacia lo universal (como si escribiera una autobiograf¨ªa sentimental del presente colectivo), para contar c¨®mo va cambiando la actitud hacia uno mismo, el trabajo, las mujeres o la propia imagen.

Constataci¨®n

Es un proceso que parece tener sus propias leyes, tiempos y divisiones; combina asuntos leves, cercanos a la frivolidad pr¨¢ctica, a la rutina, y temas gruesos, como la muerte, la paternidad o el amor. "Todo empieza en la consternaci¨®n de la noche del 50 cumplea?os, luego llega el despiste de no saber c¨®mo vestirte, de observar que ya no tienes modelos que tomar de la publicidad. Y de ah¨ª viene la tremenda constataci¨®n: la p¨¦rdida de tu capacidad de seducci¨®n. Eres un tipo formal, serio, contenido, y se supone que no puedes hacer ciertas cosas, que hay cosas que tienes prohibidas, la primera tomar la iniciativa en el galanteo con las veintea?eras".Pero esa cierta p¨¦rdida de libertad (o de empuje), sostiene Verd¨², tiene su contraste, su parte buena, su lado agradable. "Si uno sabe tomarse la cercan¨ªa de la muerte como algo impersonal, general, como un "no van a por m¨ª sino a por todos", entonces es posible empezar a disfrutar de tu nueva condici¨®n".

Es un nuevo talante, m¨¢s introspectivo y calmado, marcado (Verd¨² trata de pontificar lo menos posible, aunque cree que el ensayo sincero y personal interesa m¨¢s que las abstracciones) por una mezcla de deseos nuevos, resignaciones definitivas y recuperaciones de viejos instintos: "Se produce, al menos en mi caso", dice el autor de El planeta americano (premio Anagrama en 1996), "un nuevo deseo de perfecci¨®n, un intento de ser lo que uno es de una forma m¨¢s depurada y m¨¢s digna. Y eso va unido a una firme voluntad de enterrar los reproches y las culpas, a la tranquilidad de aceptarse finalmente a uno mismo y a la autoridad que da sentirse un veterano con medio siglo de experiencia".

En cuanto a lo sensorial, Verd¨² detecta una manera m¨¢s intensa y placentera de agarrarse a las cosas que se tienen, a esas viejas y peque?as cosas, "los olores, los sabores, todo eso que se reduce muy bien en la ensalada de tomate de Manuel Vicent, el aceite de oliva chorreando, el mar, el aprecio verdadero por los hijos..."

El jurado del XV Premio Espasa de Ensayo lo formaban Pedro La¨ªn Entralgo (presidente), Jon Juaristi (anterior ganador), Fernando Savater, Amando de Miguel y Juan Gonz¨¢lez (director editorial).