?Cabe o no cabe?
JAVIER GARAYALDE No estar¨ªa de m¨¢s que la mayor¨ªa de los responsables pol¨ªticos, as¨ª como de todas aquellas personas que se encuadran en esa difusa categor¨ªa que se conoce como creadores de opini¨®n, incorporaran a su bagaje formativo algunas nociones, siquiera elementales, de l¨®gica simb¨®lica y de teor¨ªa de conjuntos. La pol¨¦mica afirmaci¨®n de Xabier Arzalluz de que el pueblo vasco no cabe en la Constituci¨®n obedece a una l¨®gica estrictamente irreprochable. Si damos por cierto -que lo es- que una buena parte de los vascos no se identifica con la Constituci¨®n, los conjuntos Constituci¨®n y pueblo vasco son conjuntos que sin duda interseccionan entre s¨ª; pero si el primero no incluye la integridad del segundo, es obvio que el segundo no cabe en el primero. Si pasamos al terreno de la l¨®gica pol¨ªtica, las conclusiones a las que podemos llegar son absolutamente contundentes. Tomando la acepci¨®n pueblo vasco en el sentido que le dan los partidarios del marco constitucional, es decir, el conjunto de los habitantes de los tres territorios de la Comunidad Aut¨®noma del Pa¨ªs Vasco, la voluntad pol¨ªtica mayoritaria de ese conjunto, representada en la actual distribuci¨®n de esca?os en el Parlamento vasco, no acepta la Constituci¨®n que le sirve de marco legal supremo. Aunque la acate, que lo hace. Lo anterior puede tomarse a t¨ªtulo de digresi¨®n introductoria, pero no est¨¢ de sobra recordarlo. Evidentemente, hoy en d¨ªa no es esto lo fundamental, porque ni el pueblo vasco ni la Constituci¨®n son esencias inmutables. La voluntad pol¨ªtica de los ciudadanos puede variar, y de hecho var¨ªa, en mayor o menos medida, cada vez que se pronuncia con el voto. Y la Constituci¨®n tampoco es inmutable, independientemente de que su texto pueda ser reformado, porque es interpretable y continuamente es interpretada. La LOAPA no es constitucional porque el Tribunal que interpreta la Constituci¨®n decidi¨® que no lo era. El decreto sobre la plantilla judicial vasca ha sido suspendido porque el mismo Tribunal ha considerado tener los suficientes motivos para decidir, en su caso, que no lo sea. Lo que algunos parecen olvidar, o quiz¨¢ quieren que se olvide, es que todas esas interpretaciones inciden sobre la voluntad pol¨ªtica de los vascos, que la mayor o menor aceptaci¨®n o rechazo del actual marco constitucional depende absolutamente de la traducci¨®n pr¨¢ctica que se haga cada d¨ªa de dicho marco. Y aqu¨ª nos encontramos con una de las insondables paradojas de la pol¨ªtica vasca. ?Cu¨¢l es la raz¨®n de que los m¨¢s ardientes defensores de la Constituci¨®n se empe?en en ofrecer a los vascos un producto lo menos atractivo posible para ellos? ?Por qu¨¦ los adalides de la Constituci¨®n se empe?aron en aprobar una LOAPA que el Tribunal Constitucional tuvo que anular, aun siendo un ¨¢rbitro bastante casero. Puestos a pedir hechos y no palabras, ?est¨¢n demostrando con sus actos posteriores que no van a intentar volver a colarla en cuanto puedan? La autodeterminaci¨®n puede ser una cuesti¨®n enormemente compleja y dif¨ªcil, pero ?cu¨¢l es el grado de respeto a la voluntad de la gente que hay en el tratamiento que PP y PSOE est¨¢n dando al tema de Trevi?o? Algunos ten¨ªan bien preparado para estas elecciones un gui¨®n para contraponer la democracia y la paz al terrorismo y sus compa?eros de viaje nacionalistas. El esfuerzo y la apuesta arriesgada de otros les han arruinado ese gui¨®n, aunque hay todav¨ªa mucha pluma a la que se le nota ostentosamente la tort¨ªcolis que le ha generado tener que volver la cabeza y contemplar un supuesto que no quer¨ªan ver, o que simplemente no quer¨ªan. Ahora quieren cambiarlo por otro gui¨®n esencialista donde contraponer Constituci¨®n democr¨¢tica a nacionalismo con efluvios de limpieza ¨¦tnica. All¨¢ ellos. Hace tiempo, los vascos sol¨ªan jugar a la t¨¢ctica del cerrojo, pero pr¨¢cticamente ya est¨¢ abandonada. Es bastante posible que las claves de las elecciones vascas sean mucho menos esencialistas y mucho m¨¢s pragm¨¢ticas que todo eso. Y es muy probable que se lo huelan tan poco como se han olido lo de la tregua.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.