Di¨¢logo de sordos entre sindicatos y empresa. Sin peso espec¨ªfico
La negociaci¨®n del XII convenio colectivo de Ford Espa?a, el ¨²nico pendiente del sector espa?ol del autom¨®vil, continua bloqueado tras meses de discusiones. La direcci¨®n quiere jornadas m¨¢s flexibles en Almussafes para garantizar la fabricaci¨®n de m¨¢s veh¨ªculos de los que puede producir con su actual estructura y el comit¨¦ de empresa reclama en contrapartida m¨¢s empleo fijo con la creaci¨®n del tercer turno y la reclasificaci¨®n de categor¨ªa de 2.500 empleados. El acuerdo ha sido imposible hasta la fecha y promete prolongarse en el tiempo. Las ¨²ltimas decisiones de la direcci¨®n (trasladar parte de la producci¨®n a Alemania, eliminar 1.500 empleos en cuatro a?os y rescindir todos los contratos eventuales) no han amedrentado al comit¨¦. ?ste pide iguales condiciones a las que disfruta Saarlouis y asegura que Almussafes es hoy una de las factor¨ªas m¨¢s productivas de Ford Europa. Con este panorama, nadie se atreve a aventurar qui¨¦n dar¨¢ el primer paso para solucionar el conflicto. El vicepresidente de Ford Espa?a y director de Almussafes, Juan Jos¨¦ Ubaghs, ped¨ªa el pasado 23 de septiembre al comit¨¦ un acuerdo "financieramente viable, que deje a la planta de Valencia en una situaci¨®n de plena competitividad frente a sus competidores, tanto externos como internos". Seg¨²n Ubaghs, Almussafes carec¨ªa de la fiabilidad y flexibilidad necesarias para adaptarse al mercado actual. Los convenios colectivos firmados en otras factor¨ªas de autom¨®viles espa?olas le daban aparentemente la raz¨®n. Volkswagen, Iveco, Fasa Renault, entre otros, han introducido una jornada laboral m¨¢s flexible, pero a cambio de empleo fijo y otras contrapartidas. S¨®lo en este a?o la Federaci¨®n Minerometal¨²rgica de CC OO calcula que se crear¨¢n 2.000 nuevos empleos y alrededor de 4.000 contratos temporales se convertir¨¢n en fijos en la industria del autom¨®vil. La direcci¨®n de Ford ofrec¨ªa para el convenio de 1998-1999 una subida salarial del 2,6% (algo superior a la media del sector), con revisi¨®n del IPC, pero exig¨ªa flexibilizar la jornada laboral (10 s¨¢bados extra de trabajo, prolongaci¨®n de la jornada y eliminaci¨®n de las pausas colectivas para evitar que la cadena se pare). La creaci¨®n del tercer turno, una vieja reivindicaci¨®n de los sindicatos, se queda en un compromiso sujeto a incrementos de producci¨®n. Las exigencias de Ford tienen que ver con el nuevo modelo Focus, que empez¨® a fabricarse en Almussafes el 31 de agosto y con la necesidad de garantizar m¨¢s producci¨®n de la que puede realizar la planta valenciana, 1.560 veh¨ªculos diarios entre el Ka y el Focus. El comit¨¦ de Ford rechaz¨® esta oferta de plano. Ped¨ªan m¨¢s empleo fijo, ascenso de categor¨ªa de 2.500 empleados y reducci¨®n de jornada, aunque insist¨ªan en que toda la plataforma es negociable. Las 24 reivindicaciones sindicales elevar¨ªan m¨¢s del 20% los costes salariales, algo inaceptable para la direcci¨®n. Los sindicatos se niegan a fabricar m¨¢s con igual plantilla y le recuerdan a Ubaghs el compromiso adquirido en 1995 de implantar el tercer turno en Almussafes. La direcci¨®n ha apelado a la opini¨®n p¨²blica con el argumento de que las exigencias sindicales ponen en peligro el futuro de la factor¨ªa valenciana, de la que dependen unas 400 empresas proveedoras. A pesar de la presi¨®n social, el comit¨¦ se ha mantenido en sus planteamientos. Como ¨²ltimo recurso, la direcci¨®n, primero amenaz¨®, y luego decidi¨® trasladar el 40% de la producci¨®n del Focus, asignada a Valencia, a la planta de Saarlouis (Alemania), los dos ¨²nicos centros capacitados en Europa para producir el nuevo modelo. Las prisas de Ford Espa?a por garantizarse m¨¢s producci¨®n del Focus de la prevista no se corresponde con el actual ritmo de fabricaci¨®n de la planta valenciana, que s¨®lo fabrica un centenar de unidades al d¨ªa cuando puede sacar 460 sin esfuerzo adicional. El posible traslado de la producci¨®n preocupa a la plantilla pero no ha ablandado a sus representantes sindicales, que contin¨²an inflexibles, entre otras razones, porque creen que la decisi¨®n es un farol de la direcci¨®n. No obstante, la plantilla empieza a estar cansada del conflicto. Pero les refuerza el hecho de que los s¨¢bados que la direcci¨®n exige como obligatorios se realizan ahora voluntariamente y, seg¨²n los sindicatos, nunca se ha faltado la respuesta de la plantilla. Lo que no aceptan los trabajadores de Almussafes es la consolidaci¨®n en convenio de estas medidas, ya que el a?o pr¨®ximo la direcci¨®n intentar¨ªa nuevas concesiones. Para contrarrestar estos argumentos, la direcci¨®n asegura que Saarlouis trabaja s¨¢bados y domingos. El comit¨¦ contesta que con determinadas condiciones y a?ade que la planta alemana cuenta con el tercer turno y sus operarios ganan un 15% m¨¢s. A pesar de todo, fabricar el Focus en Valencia es 200 d¨®lares m¨¢s barato que hacerlo en Alemania, seg¨²n los sindicatos. En cuanto a la productividad tampoco existen tantas diferencias. Seg¨²n datos facilitados por CC OO, mientras Almussafes ten¨ªa en 1997 un productividad de 57 veh¨ªculos por empleado, la de Saarlouis era de 59. Un a?o antes la proporci¨®n se invert¨ªa y Almussafes produc¨ªa 55,6 coches por empleado y Saarlouis, 54,6 unidades. Es una f¨®rmula implantada por la multinacional norteamericana y que consiste en poner a competir a unas plantas con otras para mejorar los ratios. Por lo general suele existir m¨¢s de una factor¨ªa especializada en un mismo modelo, porque compiten para mejorar la productividad y porque ante cualquier situaci¨®n de bloqueo tienen otra alternativa. El ¨²ltimo cap¨ªtulo de este conflicto todav¨ªa no se ha escrito. El martes Trabajo mediar¨¢ por segunda vez. Pero nadie se atreve a aventurar si servir¨¢ de algo."Nuestra oferta est¨¢ en l¨ªnea o por encima de la media de convenios firmados en este sector en Espa?a. En cuanto a las demandas de la representaci¨®n social, ya se ha dicho tambi¨¦n lo que es posible y lo que no. Si se fracasa en esta negociaci¨®n, la compa?¨ªa tendr¨¢ que tomar medidas para proteger sus intereses". Con esta declaraci¨®n el director de Almussafes, Juan Jos¨¦ Ubaghs, estableci¨® en septiembre los l¨ªmites de la negociaci¨®n. El comit¨¦, que insiste en que su plataforma es negociable en todos sus puntos, no ha logrado que la compa?¨ªa entre a discutir ninguna de las reivindicaciones. Los sindicatos han creido ver detr¨¢s de esta actitud el deseo de la direcci¨®n de no llegar a ning¨²n acuerdo y han criticado su falta de voluntad para negociar. En comparaci¨®n con las factor¨ªas de Alemania y Reino Unido, la factor¨ªa de Almussafes no tiene peso espec¨ªfico en la estructura de Ford Europa. Los centros de dise?o m¨¢s importante y tambi¨¦nde decisi¨®n est¨¢n muy alejados de Espa?a. Esta situaci¨®n hace predecible que Almussafes tenga en ocasiones que acreditar su productividad, rentabilidad, etc¨¦tera, que las factor¨ªas inglesas o alemanas. Puede que ¨¦sa sea una de las claves del conflicto en Almussafes, que explique la actitud tan inflexible de la gerencia. En la otra parte, los sindicatos no son aqu¨ª tan fuertes como los alemanes ni tampoco puede decirse que hayan estado muy cohesionados durante los ¨²ltimos a?os. Curiosamente, ¨¦sta es de las contadas ocasiones en que ninguna secci¨®n sindical en Ford ha cambiado el paso y roto el frente sindical para firmar un acuerdo con la compa?¨ªa, algo con lo que la direcci¨®n, tal vez no contaba. Ubaghs y su equipo directivo no dudan en atribuir la unidad sindical a la cercan¨ªa de las elecciones sindicales u a otros motivos ajenos al ¨¢mbito laboral.
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